1° DE DICIEMBRE
1 de diciembre Corolario de desencuentros y fracasos
Andrés Manuel López Obrador protestó como “presidente legítimo” en un Zócalo saturado de ciudadanos afines a su causa como un recordatorio de su capacidad de movilización popular.
Durante el evento del 20 de noviembre se comprometió a trabajar “sin descanso” en la defensa de la población, la democracia y el patrimonio nacional con el ejercicio de una Presidencia “colectiva e itinerante”.
Considerada como una Presidencia dual, por su semejanza con la de otros gobiernos atípicos de la historia de México entre los que se cuentan triunviratos, juntas de Gobierno y emperadores, este acto trae consigo una plataforma de lucha que tiene como primer objetivo: Impedir que el Presidente electo rinda protesta en el recinto legislativo de San Lázaro el 1 de diciembre.
Por su parte, un día después de esta ceremonia, como una acción de contrapeso mediático, ! Felipe Calderón dio a conocer su gabinete económico, donde destacan técnicos con alto grado de preparación académica, formados en universidades privadas y con doctorados en el extranjero, así como con experiencia en cargos públicos e incursiones en la iniciativa privada.
Sin embargo, hay en otras latitudes quienes disienten de esta manera de manejar la economía y así Joseph Stigliz, alto funcionario del Banco Mundial y Premio Nobel de Economía, en una crítica severa reciente sobre este núcleo duro de las finanzas, decía: ”Las decisiones deben tomarse en el marco de un proceso político. No se pueden delegar en burócratas o tecnócratas. En mi opinión, ése es uno de los problemas fundamentales que enfrentan las democracias del mundo entero”.
Finalmente Calderón Hinojosa aseguró que el 1 de diciembre acudiría al Palacio! Legislativo de San Lázaro para rendir protesta como ma! ndatario para el periodo 2006-2012, con lo que expresó “cumpliré puntualmente con la obligación que la Constitución me señala”.
Para no quedar fuera de este marco de polarización y crispación política, el presidente saliente Vicente Fox le echó más gasolina al fuego al señalar –en clara alusión a López Obrador– que la sociedad no debe permitir nunca, bajo ninguna circunstancia, que sus libertades sean conculcadas por “caciques y caudillos” y que nadie tiene derecho a pensar y decidir por el pueblo.
La realidad política ofertada se reduce, por un lado, al cierre de filas de los grupos políticos comprometidos con Felipe Calderón, donde se incluyen los gobernadores del PRD, con la excepción de Marcelo Ebrard, y por el otro, a López Obrador y los seguidores de su movimiento social convertidos en una sombra, en una especie de procuradores sociales re! specto de las nuevas medidas neoliberales y privatizadoras que ya se vislumbran con Felipe Calderón.
El Presidente electo iniciará su gestión como Presidente constitucional con un país dividido y rebasado por la derecha.
Se cosecha lo que se siembra y por ello el 1 de diciembre sólo condensa y simboliza la nueva disputa por la nación como corolario de los desencuentros y fracasos de una política de cambio que nunca llegó.
Fuente
Andrés Manuel López Obrador protestó como “presidente legítimo” en un Zócalo saturado de ciudadanos afines a su causa como un recordatorio de su capacidad de movilización popular.
Durante el evento del 20 de noviembre se comprometió a trabajar “sin descanso” en la defensa de la población, la democracia y el patrimonio nacional con el ejercicio de una Presidencia “colectiva e itinerante”.
Considerada como una Presidencia dual, por su semejanza con la de otros gobiernos atípicos de la historia de México entre los que se cuentan triunviratos, juntas de Gobierno y emperadores, este acto trae consigo una plataforma de lucha que tiene como primer objetivo: Impedir que el Presidente electo rinda protesta en el recinto legislativo de San Lázaro el 1 de diciembre.
Por su parte, un día después de esta ceremonia, como una acción de contrapeso mediático, ! Felipe Calderón dio a conocer su gabinete económico, donde destacan técnicos con alto grado de preparación académica, formados en universidades privadas y con doctorados en el extranjero, así como con experiencia en cargos públicos e incursiones en la iniciativa privada.
Sin embargo, hay en otras latitudes quienes disienten de esta manera de manejar la economía y así Joseph Stigliz, alto funcionario del Banco Mundial y Premio Nobel de Economía, en una crítica severa reciente sobre este núcleo duro de las finanzas, decía: ”Las decisiones deben tomarse en el marco de un proceso político. No se pueden delegar en burócratas o tecnócratas. En mi opinión, ése es uno de los problemas fundamentales que enfrentan las democracias del mundo entero”.
Finalmente Calderón Hinojosa aseguró que el 1 de diciembre acudiría al Palacio! Legislativo de San Lázaro para rendir protesta como ma! ndatario para el periodo 2006-2012, con lo que expresó “cumpliré puntualmente con la obligación que la Constitución me señala”.
Para no quedar fuera de este marco de polarización y crispación política, el presidente saliente Vicente Fox le echó más gasolina al fuego al señalar –en clara alusión a López Obrador– que la sociedad no debe permitir nunca, bajo ninguna circunstancia, que sus libertades sean conculcadas por “caciques y caudillos” y que nadie tiene derecho a pensar y decidir por el pueblo.
La realidad política ofertada se reduce, por un lado, al cierre de filas de los grupos políticos comprometidos con Felipe Calderón, donde se incluyen los gobernadores del PRD, con la excepción de Marcelo Ebrard, y por el otro, a López Obrador y los seguidores de su movimiento social convertidos en una sombra, en una especie de procuradores sociales re! specto de las nuevas medidas neoliberales y privatizadoras que ya se vislumbran con Felipe Calderón.
El Presidente electo iniciará su gestión como Presidente constitucional con un país dividido y rebasado por la derecha.
Se cosecha lo que se siembra y por ello el 1 de diciembre sólo condensa y simboliza la nueva disputa por la nación como corolario de los desencuentros y fracasos de una política de cambio que nunca llegó.
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