LA CINICA PAREJA PRESIDENCIAL SE PLACEARON LOS ULTIMOS 4 MESES POR EL PAIS
Por Eduardo Ibarra Aguirre
Con cargo al erario, Vicente Fox Quesada y Martha María Sahagún Jiménez se dedican desde hace cuatro meses a despedirse del país. Lo hacen, sobre todo él, como si las cuentas políticas, sociales y económicas que entregan al país fueran tan buenas que la ciudadanía quisiera que se quedarán en Los Pinos otros seis años, como lo pretendió monárquicamente por medio de su cónyuge y, para muchos efectos, vicepresidenta de facto y con frecuencia la número uno del Ejecutivo.
La borrachera de la despedida es tan intensa y absorbente que los tres muertos, 140 heridos, 100 detenidos y numerosos inmuebles públicos y privados, así como autos particulares incendiados –según datos de la APPO-- que arrojaron los enfrentamientos entre la Policía Federal Preventiva –el Ejército vestido de gris-- y partidarios y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, no provocaron una reunión urgente del gabinete de seguridad pública. Y mucho menos la suspensión del festín organizado en la hacienda de San Cristóbal, Guanajuato, remozado una y otra vez con recursos públicos. Aparte está, por supuesto, el tan lujoso como clandestino rancho de La Gorda Atorada que documentaron al detalle Arelí Quintero y Anabel Hernández .
A la autodenominada pareja presidencial le quedan 72 horas, en una cuenta regresiva que empezamos a registrar desde las páginas de la revista En pleno a partir de septiembre de 2003. Registro abruptamente suspendido porque el texto La declinación de Martha (20-VII-04) fue juzgado políticamente incorrecto. Allí se valoraban las palabras de Sahagún Jiménez quien vio truncados sus sueños sucesorios principescos. A saber: “No obstante, quiero afirmar que no seré candidata a la Presidencia de la República”.
Quería, por supuesto. La República lo impidió, aunque un poco tardíamente. Pero truncó los sueños estimulados por el primer marido del país , el pusilánime primer circulo presidencial y el desconocimiento casi absoluto del piso sobre el que andaban en el sexenio del desgobiernas y te vas.
Desgobiernas y te vas que entrega un país políticamente dividido, confrontado como no sucedía desde un siglo antes, por una elección que Fox “puso en grave riesgo”, dijo el Tribunal Electoral. Con el narcotráfico y el crimen organizado que ya sustrajeron de la soberanía nacional ciudades y regiones completas de Nuevo León, Michoacán, Guerrero, Baja California, Chihuahua y Tamaulipas. Socialmente con el mismo número, 20 millones, de mexicanos en pobreza extrema, que había al comenzar el sexenio del cambio, como lo reconoció Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa al presentar su gabinete social. Y con la inseguridad pública fuera de control.
No se puede regatear la trascendente obra en vivienda de interés social, pero es justamente allí donde se localizan algunos de los negocios de Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún . No son los más grandes, pues éstos presumiblemente podrían localizarse en Aduanas y los decomisos del contrabando, y en Petróleos Mexicanos que junto con la Comisión Federal de Electricidad las entrega Fox más endeudadas que nunca y con porciones mayores en manos de trasnacionales.
Desgobiernas y te vas que es sinónimo de un estilo de gobernar monárquico, faccioso. De un nepotismo que hace palidecer al ejercido por José López Portillo y Pacheco .
Y una corrupción del grupo gobernante y los nuevos ricos sexenales que parió, por supuesto que no gratuitamente, que conoceremos en su verdadera magnitud las próximas semanas y meses en que Calderón Hinojosa se verá precisado a deslindarse de su antecesor y su séquito familiar, si aspira a ganar mayores márgenes de credibilidad ciudadana y frenar la creciente y peligrosa ingobernabilidad.
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