EL GABINETAZO .. UNA BURLA MAS AL PUEBLO DE MEXICO
El Gabinete de la Infamia
Por Alfredo Velarde
Mientras Oaxaca se manifiesta como el telón de fondo que explica con ruindad los oscuros motivos del ominoso perfil que conforma y singulariza a los miembros que habrán de asumir –si pueden- las responsabilidades secretariales de un de antemano (des) gobierno calderonista defraudador en México, las aguas revueltas de la sucesión presidencial exhiben los negros nubarrones de una tempestad anunciada, aunque en un convulso desarrollo cuyo ininterrumpido desenlace parece hacernos previsible que, lo peor, está todavía por delante.
La última catarata de violentas refriegas entre el digno y persistente movimiento de la APPO y los invasores policías-militares de la anticonstitucional PFP, escenificadas durante más de 6 horas en la capital de la sureña entidad del pasado sábado 25 de noviembre, acaso las más duras del dramático conflicto que ha conmocionado a México y el mundo por igual durante 6 meses, con un saldo no definitivo mayor a los 100 heridos y, al parecer, 3 muertos más –siempre del mismo lado- y con numerosos detenidos por cuantificar, permite señalar que los tiempos de infamia que vivimos, son de una extraordinaria emergencia nacional.
Y de nuevo, la certeza de que lo peor aún no lo presenciamos, nos impele a aguzar los sentidos y el entendimiento para buscar las alternativas empíricas de fondo que, desde todas las oposiciones del país, irremediablemente tendrán que buscarse unitariamente, si lo que se pretende desde el polo social, civil y popular, democrático y de avanzada, es revertir la actual correlación de fuerzas y constituir una ofensiva nacional contra la ignominia del cerril y autoritario, atrabiliario y ultramontano Estado mexicano en manos del más infumable neoliberalismo capitalista salvaje: el del panismo continuista del priato que ha tasado tan alto el pellejo del sátrapa Ulises Ruiz Ortíz.
¿Y Vicente Fox? ¡De pachanga en la Foxilandia que, como brumoso espejismo, se va difuminando con celeridad ante la hirviente realidad de un país que huele a gases lacrimógenos y enseña con impudicia un paisaje pisoteado con botas militares y toletes por doquier, en medio de penales pletóricos de presos políticos y disidentes suyos en todas partes! Pero eso, casi ya no debería importarnos, si no fuera porque queda pendiente el larguísimo expediente judicial que, en cualquier nación elementalmente democrática, como la que México no es, debiera fincarle al autista Fox en retirada, responsabilidades penales por tantos y tan graves delitos a favor del cínico empresariado oligárquico nacional y extranjero hartado de prerrogativas para su acumulación capitalista.
Entre tanto, mientras el casi ex presidente adicto al Prozac despacha las últimas francachelas en que sólo ellos detentan motivos para los festejos de la sinvergüenzada que emblematizan tan bien, otro sinvergüenza, el mal llamado presidente “entrante”, Felipe Calderón, emanado del nada higiénico fraude electoral de urnas transparentes computarizadas, se despacha con la cuchara grande con un gabinete de espanto colocado en las antípodas del presunto “gobierno plural de coalición” que había prometido cuando ni siquiera él sabía que habría de ser el titular usufructuario de un poder ejecutivo cada vez más envilecido en México.
Lejos de la promesa facilona para las galerías que más tardó en formular que en contradecir por la vía de los hechos, con sus nombramientos de escándalo, nos permiten augurar el insondable vacío por el que se pretende desbarrancar a la nación, si no se hace algo pronto y revulsivo para impedirlo.
Lo que algunos gacetilleros de los medios masivos de (in) comunicación global definieron, en Estados Unidos y Europa, como un “gabinete de excelencia” y “tranqulizador de los mercados”, al menos en el plano económico, no es, en realidad, sino un listado elocuentemente representativo de lo que nosotros mejor preferimos definir como propio de la lumpentecnocracia neoliberal, claramente comprometida con la conclusión de lo que en algunas esferas académicas notoriamente derechizadas, se ha denominado frecuentemente como las reformas estructurales –e institucionales también- de “segunda generación”.
Agustín el Gordo Carstens (SHCP), Eduardo Sojo (SE), Georgina Kessel (SEMIP), Javier Lozano (STPS), Luis Téllez (SCT) y Rodolfo el Negro Elizondo (ST), si algo garantizan, es la profundización del pillaje y el latrocinio voraz contra la nación y sus habitantes a favor del capital. Por su composición, esa bizarra mixtura de salinistas reciclados , con zedillistas conversos y panistas de la peor estofa , no hace sino augurar la extrema dificultad de los tiempos por venir.
Pero si a ese drama, se le agrega, la dominante composición panista del increíblemente denominado como “gabinete social” compuesto por Juan Elvira Quesada, en SEMARNAT; de Alberto Cárdenas, en SAGARPA; de Beatriz Zavala, en SEDESO; de Josefina Vázquez Mota, en la SEP; de José Ángel Córdoba, en la SSA; y de Alberto Escobar, en la SRA, se percibe que a la calamidad destructiva que deja el foxismo, ahora se le agregará, la que el calderonismo amenaza con superarla.
Estamos, como se ve y como tuvo a bien sostenerlo el siempre claro politólogo Luis Javier Garrido en su leída nota política en La Jornada de los viernes, ante un auténtico asalto al poder de la extrema derecha que deberá ser detenida a como dé lugar. Máxime, cuando una de las peores designaciones posibles, todavía por confirmar, será la del tristemente célebre carnicero y torturador de Guadalajara, Francisco Ramírez Acuña , ahora Gobernador con licencia de la occidental entidad, solicitud que pareciera destinada a hacer del funesto personaje que destapara a Calderón como candidato a la presidencia, nada menos –pero nada más-, que ¡Secretario de Gobernación! Hágame usted el favor, amable lector, y como si hiciera falta seguir rociando con gasolina el fuego.
En próximas colaboraciones seguiremos desgranando estas calamidades.
Fuente
Por Alfredo Velarde
Mientras Oaxaca se manifiesta como el telón de fondo que explica con ruindad los oscuros motivos del ominoso perfil que conforma y singulariza a los miembros que habrán de asumir –si pueden- las responsabilidades secretariales de un de antemano (des) gobierno calderonista defraudador en México, las aguas revueltas de la sucesión presidencial exhiben los negros nubarrones de una tempestad anunciada, aunque en un convulso desarrollo cuyo ininterrumpido desenlace parece hacernos previsible que, lo peor, está todavía por delante.
La última catarata de violentas refriegas entre el digno y persistente movimiento de la APPO y los invasores policías-militares de la anticonstitucional PFP, escenificadas durante más de 6 horas en la capital de la sureña entidad del pasado sábado 25 de noviembre, acaso las más duras del dramático conflicto que ha conmocionado a México y el mundo por igual durante 6 meses, con un saldo no definitivo mayor a los 100 heridos y, al parecer, 3 muertos más –siempre del mismo lado- y con numerosos detenidos por cuantificar, permite señalar que los tiempos de infamia que vivimos, son de una extraordinaria emergencia nacional.
Y de nuevo, la certeza de que lo peor aún no lo presenciamos, nos impele a aguzar los sentidos y el entendimiento para buscar las alternativas empíricas de fondo que, desde todas las oposiciones del país, irremediablemente tendrán que buscarse unitariamente, si lo que se pretende desde el polo social, civil y popular, democrático y de avanzada, es revertir la actual correlación de fuerzas y constituir una ofensiva nacional contra la ignominia del cerril y autoritario, atrabiliario y ultramontano Estado mexicano en manos del más infumable neoliberalismo capitalista salvaje: el del panismo continuista del priato que ha tasado tan alto el pellejo del sátrapa Ulises Ruiz Ortíz.
¿Y Vicente Fox? ¡De pachanga en la Foxilandia que, como brumoso espejismo, se va difuminando con celeridad ante la hirviente realidad de un país que huele a gases lacrimógenos y enseña con impudicia un paisaje pisoteado con botas militares y toletes por doquier, en medio de penales pletóricos de presos políticos y disidentes suyos en todas partes! Pero eso, casi ya no debería importarnos, si no fuera porque queda pendiente el larguísimo expediente judicial que, en cualquier nación elementalmente democrática, como la que México no es, debiera fincarle al autista Fox en retirada, responsabilidades penales por tantos y tan graves delitos a favor del cínico empresariado oligárquico nacional y extranjero hartado de prerrogativas para su acumulación capitalista.
Entre tanto, mientras el casi ex presidente adicto al Prozac despacha las últimas francachelas en que sólo ellos detentan motivos para los festejos de la sinvergüenzada que emblematizan tan bien, otro sinvergüenza, el mal llamado presidente “entrante”, Felipe Calderón, emanado del nada higiénico fraude electoral de urnas transparentes computarizadas, se despacha con la cuchara grande con un gabinete de espanto colocado en las antípodas del presunto “gobierno plural de coalición” que había prometido cuando ni siquiera él sabía que habría de ser el titular usufructuario de un poder ejecutivo cada vez más envilecido en México.
Lejos de la promesa facilona para las galerías que más tardó en formular que en contradecir por la vía de los hechos, con sus nombramientos de escándalo, nos permiten augurar el insondable vacío por el que se pretende desbarrancar a la nación, si no se hace algo pronto y revulsivo para impedirlo.
Lo que algunos gacetilleros de los medios masivos de (in) comunicación global definieron, en Estados Unidos y Europa, como un “gabinete de excelencia” y “tranqulizador de los mercados”, al menos en el plano económico, no es, en realidad, sino un listado elocuentemente representativo de lo que nosotros mejor preferimos definir como propio de la lumpentecnocracia neoliberal, claramente comprometida con la conclusión de lo que en algunas esferas académicas notoriamente derechizadas, se ha denominado frecuentemente como las reformas estructurales –e institucionales también- de “segunda generación”.
Agustín el Gordo Carstens (SHCP), Eduardo Sojo (SE), Georgina Kessel (SEMIP), Javier Lozano (STPS), Luis Téllez (SCT) y Rodolfo el Negro Elizondo (ST), si algo garantizan, es la profundización del pillaje y el latrocinio voraz contra la nación y sus habitantes a favor del capital. Por su composición, esa bizarra mixtura de salinistas reciclados , con zedillistas conversos y panistas de la peor estofa , no hace sino augurar la extrema dificultad de los tiempos por venir.
Pero si a ese drama, se le agrega, la dominante composición panista del increíblemente denominado como “gabinete social” compuesto por Juan Elvira Quesada, en SEMARNAT; de Alberto Cárdenas, en SAGARPA; de Beatriz Zavala, en SEDESO; de Josefina Vázquez Mota, en la SEP; de José Ángel Córdoba, en la SSA; y de Alberto Escobar, en la SRA, se percibe que a la calamidad destructiva que deja el foxismo, ahora se le agregará, la que el calderonismo amenaza con superarla.
Estamos, como se ve y como tuvo a bien sostenerlo el siempre claro politólogo Luis Javier Garrido en su leída nota política en La Jornada de los viernes, ante un auténtico asalto al poder de la extrema derecha que deberá ser detenida a como dé lugar. Máxime, cuando una de las peores designaciones posibles, todavía por confirmar, será la del tristemente célebre carnicero y torturador de Guadalajara, Francisco Ramírez Acuña , ahora Gobernador con licencia de la occidental entidad, solicitud que pareciera destinada a hacer del funesto personaje que destapara a Calderón como candidato a la presidencia, nada menos –pero nada más-, que ¡Secretario de Gobernación! Hágame usted el favor, amable lector, y como si hiciera falta seguir rociando con gasolina el fuego.
En próximas colaboraciones seguiremos desgranando estas calamidades.
Fuente
posted by H2AGUA at
9:01 p.m.
