Incapacidad de Fox para crear espacios de gobernabilidad aumentará clima de confrontación
Lo ocurrido en San Lázaro, anticipación de futuros enfrentamientos, aseguran académicos
■ El gobierno federal debería evitar de cualquier manera ser parte del conflicto: Ramírez Cobián
ANTONIO AGUILERA
La debilidad y la falta de capacidad para crear espacios de gobernabilidad por parte del panista Vicente Fox, la cual hace mella en la falta de puentes de diálogo entre las partes en conflicto, vendrá a incrementar el clima de confrontación entre los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y las cúpulas empresariales y políticas que empujan a Felipe Calderón, por lo que todo apunta a que la gresca suscitada en San Lázaro entre diputados y senadores del PRD con efectivos de la Policía Federal Preventiva se repita de manera constante en fechas próximas, señalaron académicos universitarios y analistas políticos.
En su perspectiva, los diversos analistas prevén, por un lado, un incremento en el tono de las movilizaciones por parte de los simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos, y por otro un ofuscamiento, una incuria de parte del gobierno federal por mediar en el conflicto, y sí, una perspectiva más drástica de que las fuerzas represivas se presenten.
Para Eduardo Mijangos, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UMSNH y especialista en movimientos sociales, después de enfatizar que el escenario político actual no tiene comparación con ningún otro suceso de la historia político-electoral del país, y que se trata de un hecho inédito, destaca que el escenario que se vive ahora de crispación y enfrentamiento, después de la resolución del conteo parcial por parte del TEPJF, es lógico toda vez que quedaron clausuradas las dos posibilidades de la sociedad alcanzara un clima de paz, que era o el conteo voto por voto o la anulación del proceso.
Ante ello, con la estratagema política acordada entre el Ejecutivo federal, el IFE y los magistrados, todo hace suponer que se ratificará a Felipe Calderón y de allí en adelante crecerá la polarización y los escenarios de enfrentamiento. Es decir, se van radicalizar las posiciones, y entraremos como sociedad a la disyuntiva de la represión o el diálogo.
“La situación muestra signos de un incremento de la confrontación, no sólo en el discurso, sino en los hechos, y estas posiciones se van a radicalizar y se van a enfrentar ambas partes. Por un lado las fuerzas políticas están asumiendo su posición y al gobierno federal no le queda de otra que enfrentar esta situación y tomar alguna participación al respecto”, lo que se habrá de observar es de qué forma podría participar, si con el diálogo o con la represión, enfatiza Eduardo Mijangos.
Comentó que la búsqueda de arreglo político que intenta el grupo de Felipe Calderón con la cúpula de la coalición Por el Bien de Todos da pie a que se radicalice la posición por parte del grupo de López Obrador, ante la oferta de secretarías de Estado por el grupo calderonista. Esta radicalización llevará a enfrentamientos tanto en los campamentos como a nivel de los estados, y lo que se vivió en San Lázaro anticipa un escenario de futuros enfrentamientos.
El analista destacó que ante el incremento del “marcaje personal” que padecerá Fox Quesada representará un inmento en la sobreprotección del Ejecutivo y se traducirá en escenarios de represión por parte de los policías.
“Con todo esto se está poniendo en duda la capacidad de control de parte del Estado mexicano y estamos previendo ya que haya una corta distancia entre la resistencia y la disidencia abierta. En el discurso Andrés Manuel López Obrador ha manejado una resistencia civil pacífica, y lo es en el sentido de que no hay actividades que denoten agresiones abiertas, sin embargo, ante la maquinación y el arreglo político con el resultado de los juicios electorales, se está pasando ya otro nivel, en donde se avecinan los enfrentamientos, por lo que está en juego la capacidad de control institucional de estos conflictos por parte del gobierno federal. Es un escenario grave el que se avecina y si no se tienden puentes de diálogo en los diferentes órdenes de gobierno, esta situación se va a polarizar”.
Armando González Carrillo, politólogo reconocido, comentó que en la actualidad se vive un desencuentro en la política nacional, que tiene que ver con el modelo económico y de país que se quiere construir y no a partir de los resultados electorales.
Aquí existe algo extraordinariamente presente: resulta que hay una coalición conservadora y de derecha, que incluye a varios partidos políticos con el PAN a la cabeza, el PVEM, 17 gobernadores priístas, cúpulas del poder económico y los más recalcitrante de la Iglesia, que tienen ahora un vínculo y que tratan de mantener un mismo escenario político-económico y social, sin importar que Felipe Calderón u otro haya sido el candidato.
“Existe entonces una polarización de proyectos y ésta tiene sus expresiones en cada una de las regiones el país, a nivel de los estados. Están definidas dos fuerzas políticas, izquierda y derecha, dos proyectos de nación y el mensaje de López Obrador que dice que esto va a durar años se debe entender que van a ser años de configuración de carne y hueso de un proyecto alternativo de nación en cada una de las regiones del país”.
Destacó que lo que López Obrador pretende es una disputa del poder político, pero desde varios frentes, el social, el electoral, el participativo, el sindical y el comunitario, como lo está haciendo de manera consecuente en Chiapas, en la elección de este domingo.
“La geometría política tuvo que radicalizarse. La denominación política de centro se abandonó porque nunca fue la medida de conciliación política, nunca fue moderado. Vuelve al centro de la política nacional el planteamiento de Cuauthémoc Cárdenas, el cual pugna por una mayoría política nacional, y nadie se atreve a construirla. Por eso el mecanismo es que exista una renovación del COFIPE y se instale una segunda vuelta, donde se obliga a los partidos políticos a que abran los esquemas a las alianzas nacionales, lo cual es ya indispensable”, añadió González Carrillo.
En tanto, en referencia a los hechos del pasado lunes en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Mario Teodoro Ramírez Cobián, académico de la UMSNH y articulista de este diario, subrayó que el intento de desalojo está totalmente fuera de lugar, toda vez que el gobierno federal debería ser un garante de la compostura y evitar de cualquier manera ser parte del conflicto.
“Parece que Vicente Fox y el lado duro de la derecha trata de amedrentar y provocar una situación problemática para justificar actos de represión más fuertes”.
Indicó que el foxismo busca administrar el uso de la violencia con las manifestaciones de la Coalición para abrir el paso a una imposición política de Felipe Calderón, ya que si no cesa la resistencia, se tratará de aplicar más fuerza.
Ramírez Cobián subrayó que las movilizaciones deben continuar, y que se debe denunciar la represión a fin de exigir el tipo de manejo que pretende hacer Vicente Fox para dar finiquito al proceso electoral.
“Pero no hay que atemorizarse ante las andanadas de conatos y arrebatos de violencia por parte del gobierno federal, toda vez que no tratarán de desenmascararse ante la opinión pública y a nivel internacional de lo que están perpetrando en las esferas del poder. Y en palabras del propio Fox, si seguimos por el mismo camino, México va al abismo”, concluyó Teodoro Ramírez.
LA JORNADA DE MICHOACAN
■ El gobierno federal debería evitar de cualquier manera ser parte del conflicto: Ramírez Cobián
ANTONIO AGUILERA
La debilidad y la falta de capacidad para crear espacios de gobernabilidad por parte del panista Vicente Fox, la cual hace mella en la falta de puentes de diálogo entre las partes en conflicto, vendrá a incrementar el clima de confrontación entre los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y las cúpulas empresariales y políticas que empujan a Felipe Calderón, por lo que todo apunta a que la gresca suscitada en San Lázaro entre diputados y senadores del PRD con efectivos de la Policía Federal Preventiva se repita de manera constante en fechas próximas, señalaron académicos universitarios y analistas políticos.
En su perspectiva, los diversos analistas prevén, por un lado, un incremento en el tono de las movilizaciones por parte de los simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos, y por otro un ofuscamiento, una incuria de parte del gobierno federal por mediar en el conflicto, y sí, una perspectiva más drástica de que las fuerzas represivas se presenten.
Para Eduardo Mijangos, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UMSNH y especialista en movimientos sociales, después de enfatizar que el escenario político actual no tiene comparación con ningún otro suceso de la historia político-electoral del país, y que se trata de un hecho inédito, destaca que el escenario que se vive ahora de crispación y enfrentamiento, después de la resolución del conteo parcial por parte del TEPJF, es lógico toda vez que quedaron clausuradas las dos posibilidades de la sociedad alcanzara un clima de paz, que era o el conteo voto por voto o la anulación del proceso.
Ante ello, con la estratagema política acordada entre el Ejecutivo federal, el IFE y los magistrados, todo hace suponer que se ratificará a Felipe Calderón y de allí en adelante crecerá la polarización y los escenarios de enfrentamiento. Es decir, se van radicalizar las posiciones, y entraremos como sociedad a la disyuntiva de la represión o el diálogo.
“La situación muestra signos de un incremento de la confrontación, no sólo en el discurso, sino en los hechos, y estas posiciones se van a radicalizar y se van a enfrentar ambas partes. Por un lado las fuerzas políticas están asumiendo su posición y al gobierno federal no le queda de otra que enfrentar esta situación y tomar alguna participación al respecto”, lo que se habrá de observar es de qué forma podría participar, si con el diálogo o con la represión, enfatiza Eduardo Mijangos.
Comentó que la búsqueda de arreglo político que intenta el grupo de Felipe Calderón con la cúpula de la coalición Por el Bien de Todos da pie a que se radicalice la posición por parte del grupo de López Obrador, ante la oferta de secretarías de Estado por el grupo calderonista. Esta radicalización llevará a enfrentamientos tanto en los campamentos como a nivel de los estados, y lo que se vivió en San Lázaro anticipa un escenario de futuros enfrentamientos.
El analista destacó que ante el incremento del “marcaje personal” que padecerá Fox Quesada representará un inmento en la sobreprotección del Ejecutivo y se traducirá en escenarios de represión por parte de los policías.
“Con todo esto se está poniendo en duda la capacidad de control de parte del Estado mexicano y estamos previendo ya que haya una corta distancia entre la resistencia y la disidencia abierta. En el discurso Andrés Manuel López Obrador ha manejado una resistencia civil pacífica, y lo es en el sentido de que no hay actividades que denoten agresiones abiertas, sin embargo, ante la maquinación y el arreglo político con el resultado de los juicios electorales, se está pasando ya otro nivel, en donde se avecinan los enfrentamientos, por lo que está en juego la capacidad de control institucional de estos conflictos por parte del gobierno federal. Es un escenario grave el que se avecina y si no se tienden puentes de diálogo en los diferentes órdenes de gobierno, esta situación se va a polarizar”.
Armando González Carrillo, politólogo reconocido, comentó que en la actualidad se vive un desencuentro en la política nacional, que tiene que ver con el modelo económico y de país que se quiere construir y no a partir de los resultados electorales.
Aquí existe algo extraordinariamente presente: resulta que hay una coalición conservadora y de derecha, que incluye a varios partidos políticos con el PAN a la cabeza, el PVEM, 17 gobernadores priístas, cúpulas del poder económico y los más recalcitrante de la Iglesia, que tienen ahora un vínculo y que tratan de mantener un mismo escenario político-económico y social, sin importar que Felipe Calderón u otro haya sido el candidato.
“Existe entonces una polarización de proyectos y ésta tiene sus expresiones en cada una de las regiones el país, a nivel de los estados. Están definidas dos fuerzas políticas, izquierda y derecha, dos proyectos de nación y el mensaje de López Obrador que dice que esto va a durar años se debe entender que van a ser años de configuración de carne y hueso de un proyecto alternativo de nación en cada una de las regiones del país”.
Destacó que lo que López Obrador pretende es una disputa del poder político, pero desde varios frentes, el social, el electoral, el participativo, el sindical y el comunitario, como lo está haciendo de manera consecuente en Chiapas, en la elección de este domingo.
“La geometría política tuvo que radicalizarse. La denominación política de centro se abandonó porque nunca fue la medida de conciliación política, nunca fue moderado. Vuelve al centro de la política nacional el planteamiento de Cuauthémoc Cárdenas, el cual pugna por una mayoría política nacional, y nadie se atreve a construirla. Por eso el mecanismo es que exista una renovación del COFIPE y se instale una segunda vuelta, donde se obliga a los partidos políticos a que abran los esquemas a las alianzas nacionales, lo cual es ya indispensable”, añadió González Carrillo.
En tanto, en referencia a los hechos del pasado lunes en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Mario Teodoro Ramírez Cobián, académico de la UMSNH y articulista de este diario, subrayó que el intento de desalojo está totalmente fuera de lugar, toda vez que el gobierno federal debería ser un garante de la compostura y evitar de cualquier manera ser parte del conflicto.
“Parece que Vicente Fox y el lado duro de la derecha trata de amedrentar y provocar una situación problemática para justificar actos de represión más fuertes”.
Indicó que el foxismo busca administrar el uso de la violencia con las manifestaciones de la Coalición para abrir el paso a una imposición política de Felipe Calderón, ya que si no cesa la resistencia, se tratará de aplicar más fuerza.
Ramírez Cobián subrayó que las movilizaciones deben continuar, y que se debe denunciar la represión a fin de exigir el tipo de manejo que pretende hacer Vicente Fox para dar finiquito al proceso electoral.
“Pero no hay que atemorizarse ante las andanadas de conatos y arrebatos de violencia por parte del gobierno federal, toda vez que no tratarán de desenmascararse ante la opinión pública y a nivel internacional de lo que están perpetrando en las esferas del poder. Y en palabras del propio Fox, si seguimos por el mismo camino, México va al abismo”, concluyó Teodoro Ramírez.
LA JORNADA DE MICHOACAN