BIENVENIDA CHINGONA LE DIERON A FOX LOS SIMPATIZANTES DE AMLO EN VERACRUZ

TIHUATLÁN, Ver.- Con un nutrido plantón e insultos diversos, decenas de perredistas “despidieron” al Presidente Vicente Fox Quesada al concluir su visita número 39 al territorio veracruzano, en la cual inauguró el distribuidor vial de la autopista México-Túxpam.Si bien los militantes del PRD exigían el recuento “voto por voto; casilla por casilla”, pronto su encono cambió al verse sitiados por el Estado Mayor Presidencial, cuya élite cerró todos los accesos posibles al entronque de la autopista a México, lugar en donde descendería el Jefe del Ejecutivo acompañado de su gabinete.De este modo, la ayudantía de la Presidencia cercó con vallas y grupos de granaderos un perímetro de cinco kilómetros a la redonda, desde el acceso al aeropuerto Tajín, hasta el kilómetro 213+800 de la carretera Poza Rica - Tihuatlán. Tal medida sólo despertó el descontento de los partidarios de Andrés Manuel López Obrador. “Ya no disfrutamos ni la libertad de expresión ni la de tránsito en el país. El Presidente vino a inaugurar un ‘puentecito’, pero de nada va a servir” expresó Rogelio Franco Castán, dirigente del Partido de la Revolución Democrática en Veracruz.Para Franco Castán, las pérdidas económicas acarreadas por la visita de Vicente Fox Quesada a Tihuatlán son similares a las generadas por los días de bloqueo en la ciudad de México. “¿Cuántos ciudadanos gastarán 60 kilómetros más de gasolina porque van de Álamo a Papantla?. El señor (Presidente) tiene miedo a su pueblo, porque éste va a denunciar el fraude electoral, la manipulación”, expresó. Luego de negar un posible “miedo” ante el despliegue corporativo del Estado Mayor Presidencial, Rogelio Franco insistió

en que la “resistencia civil” perredista continuará por tiempo indefinido. El cierre de carreteras por parte de la ayudantía de la Presidencia desencadenó un inédito caos vial en la autopista a Túxpam: poco antes de La Concepción se observó una fila de vehículos varados a lo largo de dos kilómetros, mientras a la orilla de la cinta asfáltica se mostraban tiendas desiertas y gasolineras totalmente vacías.Luego de una hora detenidos en el retén, los militantes perredistas escucharon el rotor de una aeronave. En ese instante miraron al cielo y avistaron el helicóptero TPH que transportaba al Jefe del Ejecutivo, volando a poca altura. “¡Traidor!”, “¡Cobarde!” e insultos similares espetaron desde tierra los perredistas a la nave en tanto Rogelio Franco se despedía con el puño cerrado y el brazo alzado. Tras el incidente, Franco Castán, José Luis Faisal Serrano y sus acompañantes se sentaron en la hirviente carpeta asfáltica en espera de que se abriera el paso a la circulación vehicular. Ya en el suelo, Faisal Serrano destacó la iniciativa propuesta por El Barzón para “boicotear” el pago de impuestos. “Y sientan la presión”, expresó. Lejos de allí, en la autopista, unos cuantos afortunados burlaron el operativo de seguridad de la PFP, aunque poco antes de la desviación a Jojotla se detuvieron ante una empalizada montada por el Estado Mayor. Los militares se excusaron y negaron el paso a todo vehículo o transeúnte. “Sólo obedecemos órdenes, señor”, expresó uno de los Oficiales ante un irritado automovilista necesitado de combustible, pese a que la gasolinera se ubicaba a unos cuantos metros de la improvisada valla metálica.

LA OPINION