La teoría del complot
Flor Berenguer
El problema de vivir en un país que acostumbra esconder la información es que nos ha vuelto naturalmente desconfiados y proclives a elaborar nuestras propias hipótesis sobre todo en asuntos donde el gobierno está involucrado.
La reciente tragedia aérea donde perdieran la vida el Secretario de Gobernación y mejor amigo del Felipe Calderón, Juan Camilo Mouriño y el ex sub- procurador y actual secretario técnico para la implementación de las recientes reformas constitucionales en materia de seguridad y justicia penal junto a siete personas más, ha sido el campo fértil en el cual plantar cualquier cantidad de teorías de la conspiración que van de lo sublime a lo ridículo y entre las que destacan las clásicas tipo Pedro Infante no ha muerto que ya hablan de que Mouriño está escondido para evitar la investigación que sobre lavado de dinero se le abrió a su padre en su natal España.
En una reciente reunión social que conjuntó una audiencia políticamente variopinta fue muy interesante escuchar al respecto las versiones de eminentes miembros de los distintos partidos políticos del país.
Copa y botana en mano, un eminente panista cuyo nombre surgió como posible reemplazo precisamente de Mouriño al frente de la Secretaría de Gobernación, afirmaba que fue un error humano del piloto, ya que la torre de control lo había instruido a bajar la velocidad de crucero que llevaba de 240 nudos a 180 como máximo y haciendo gala de ese pequeño piloto aviador que todos llevamos dentro, nos explicó dejando a un lado el puro, que el piloto titular era un idiota, que el bueno era el copiloto pero que éste no tenía el control de los instrumentos en ese momento en que la turbulencia dejada por una aeronave proveniente de Buenos Aires, formó una zona de vacío que inutilizó de golpe las dos turbinas del Lear jet de Gobernación.
Ante esta teoría brincó inmediatamente un ex- priísta amigo cercano a Ebrard y cercanísimo a Santiago Vasconcelos quien puso en duda lo antes dicho y dijo: “Miren, aunque yo me dedico a ver que se vendan frutas y verduras, no me trago ésa, porque ¿cómo le pudieron fallar dos turbinas a un sistema de lujo en que todo es redundante para la seguridad de los clientes más exquisitos de la Lear? Y eso que el capitán era maleta está por verse ya que tenía doce mil horas de vuelo en su haber.
Además las cintas de la torre de control muestran que la última comunicación fue a las 18:45 y el avión cayó de golpe a las 18:47, en picada y a 500 kms por hora.
A la discusión se unió una ex- colaboradora del Santiago Vasconcelos quien aportó un dato no manejado por los medios: José Luis no llevaba el cinturón de seguridad puesto y su cadáver salió expulsado por la fuerza del impacto sin quemarse y quedó impactado dentro de la vidriera de un edificio, mitad dentro, mitad fuera y por ello se le sepultó en ataúd de metal, no de caoba como los otros ocho ocupantes incinerados al impacto, para preservarlo mejor en caso de requerirse una exhumación ya que es el único susceptible a ser sometido a pruebas toxicológicas.
Ellos, estos neoperredistas, aseguran que el blanco del atentado si lo hubo, fue su amigo por su denodada lucha contra el narco y los espectaculares golpes dados en fecha reciente al crimen organizado, como la captura del Doc Arellano Félix y el hermano del Mayo Zambada.
Este relato se volvió más lúgubre cuando nos comentaron que tres días antes del accidente el ex- subprocurador le había entregado finalmente el anillo de compromiso a su novia que se los mostró desolada durante el funeral.
La voz de ex- gobernadores y funcionarios priístas se unió a esta elaboración de teorías cuando uno de ellos propuso la hipótesis del envenenamiento que explicaría el súbito silencio y caída en picada del avión.
Otro sugirió que los celulares y Blackberries encendidos anticipadamente por la prisa de comunicarse a las oficinas y hogares interfirieron con las señales de la torre de control y de navegación del jet, a tal punto que éste perdió totalmente el control.
De la orilla de los neutrales alguien dijo: ¿Y qué onda con los helicópteros que salieron del edificio de ICA? ¿No lo sacaron de ruta?
Porque aparentemente al mismo tiempo en que se enfilaba por las Lomas, de dos edificios corporativos salía al menos una aeronave privada de ese tipo que al parecer no tiene vela en este entierro aunque alguno sugirió un oportuno bazukazo tipo Rambo desde el aire.
Otro más comentó: ¿Ya leyeron el reporte Índigo y lo que dice el piloto Emilio Hernández Galindo, primer oficial de vuelo de 775 Magnicharters procedente de Cancún que venía atrás? Que ellos vieron como estalló el Lear Jet y que no había turbulencia ni nada raro y que probablemente fue una bomba.
Yo sí leí ese reporte que recomiendo revisar porque abre un abanico inmenso de posibilidades, como un rico buffet de opciones según tires a lo técnico, lo esotérico o lo macabro y está en www.reporteindigo.com número 106 en su investigación El testigo más cercano y efectivamente plantea escenarios distintos a los oficiales.
Al regresar la voz a los priístas alguno preguntó ¿quién vigilaba el avión en San Luis Potosí y porqué no se subió Genaro García Luna que traía pleito con Santiago Vasconcelos porque le estaban metiendo su gente a la cárcel acusada de coludirse y solapar al narco?
Nadie tuvo respuesta ni ofreció alguna versión, pero el panista aseguró que los once meses que llevará la investigación no es por la costumbre perenne a esperar que las cosas se olviden por sí solas para poder darnos atolito con el dedo y que las cajas negras no serán manipuladas para cuadrar los datos, cosa que incrédulos negaron los perredistas quienes ahora introducían a la teoría de la conspiración que el narco hubiese comprado a los controladores de vuelo que indujeron al piloto a pegarse al avión anterior con la finalidad de caer realmente en los Pinos, a pesar de que Felipe Calderón se hallaba de gira por Jalisco, lo que planteaba otro escenario: siniestrar ambos aviones y dejar a México en vacío de poder.
Llegó la hora de cenar y el grupo se dispersó habiendo planteado hipótesis de atentado, encubrimiento, envenenamiento colectivo, accidente por falla humana y hasta la posibilidad de un magnicidio inducido por los controladores de vuelo aunado a todo género de posibilidades lógicas e ilógicas a las que sólo faltó añadir que tal vez una nave espacial tripulada por extraterrestres afectó los aparatos de navegación del Lear jet de Gobernación.
Pero al concluir la cena, la teoría de la conspiración no había cesado y se abría un nuevo frente especulativo ya que ahora aparece otra grabación de los últimos instantes de ese vuelo en que los ocupantes gritan desesperados durante los 10 segundos previos a la caída, asunto que no empata para nada con la grabación que ya escuchamos y que hasta las 18:45 hubo contacto, la afirmación oficial inicial de que el percance ocurrió a las 18:47 corroborado por el piloto de Magnicharters quien afirma que la torre de control del aeropuerto capitalino les pidió le informaran si el Lear jet Víctor One Charlie (V1C) frente de ellos había caído porque ya no aparecía en el radar.
Total que para los postres cualquier versión era posible y desde luego ya se hablaba que tanto Salinas de Gortari como Fox y Calderón habían perdido de forma trágica a su hombre fuerte, Salinas a Colosio, Fox a Ramón Martín Huerta y Calderón a Mouriño, el cual por cierto dicen que será honrado al ponerle su nombre a la próxima refinería cuya construcción fue anunciada en Campeche como medida keynesiana para paliar la crisis económica nacional.
Ya para despedirnos lo único que nos quedaba claro es que mientras éste o cualquier gobierno oculte información, todos tendremos derecho a ser teóricos del desastre y la verdad no ayuda en nada que el IFAI-Instituto Federal de Acceso a la Información- selle y reserve expedientes comprometedores con el marbete de estratégicos, prioritarios o sensibles a fin de meter la mugre bajo la alfombra de la opinión pública como las declaraciones patrimoniales de Montiel, las razones por las cuales España investiga al padre de Mouriño o las licitaciones federales de Diego Zavala de Grupo Hildebrando, cuñado de Calderón o que se alcancen la puntada de la Secretaría de Seguridad Pública de pedirte exactamente el número de expediente para proporcionar cualquier dato.
Para la hora de llegar a casa y prepararme para dormir, el sospechosismo hizo presa de mi ánimo y eso me llevó a escribir sobre este complicado asunto.
Y tú ¿tienes alguna teoría distinta?
El problema de vivir en un país que acostumbra esconder la información es que nos ha vuelto naturalmente desconfiados y proclives a elaborar nuestras propias hipótesis sobre todo en asuntos donde el gobierno está involucrado.
La reciente tragedia aérea donde perdieran la vida el Secretario de Gobernación y mejor amigo del Felipe Calderón, Juan Camilo Mouriño y el ex sub- procurador y actual secretario técnico para la implementación de las recientes reformas constitucionales en materia de seguridad y justicia penal junto a siete personas más, ha sido el campo fértil en el cual plantar cualquier cantidad de teorías de la conspiración que van de lo sublime a lo ridículo y entre las que destacan las clásicas tipo Pedro Infante no ha muerto que ya hablan de que Mouriño está escondido para evitar la investigación que sobre lavado de dinero se le abrió a su padre en su natal España.
En una reciente reunión social que conjuntó una audiencia políticamente variopinta fue muy interesante escuchar al respecto las versiones de eminentes miembros de los distintos partidos políticos del país.
Copa y botana en mano, un eminente panista cuyo nombre surgió como posible reemplazo precisamente de Mouriño al frente de la Secretaría de Gobernación, afirmaba que fue un error humano del piloto, ya que la torre de control lo había instruido a bajar la velocidad de crucero que llevaba de 240 nudos a 180 como máximo y haciendo gala de ese pequeño piloto aviador que todos llevamos dentro, nos explicó dejando a un lado el puro, que el piloto titular era un idiota, que el bueno era el copiloto pero que éste no tenía el control de los instrumentos en ese momento en que la turbulencia dejada por una aeronave proveniente de Buenos Aires, formó una zona de vacío que inutilizó de golpe las dos turbinas del Lear jet de Gobernación.
Ante esta teoría brincó inmediatamente un ex- priísta amigo cercano a Ebrard y cercanísimo a Santiago Vasconcelos quien puso en duda lo antes dicho y dijo: “Miren, aunque yo me dedico a ver que se vendan frutas y verduras, no me trago ésa, porque ¿cómo le pudieron fallar dos turbinas a un sistema de lujo en que todo es redundante para la seguridad de los clientes más exquisitos de la Lear? Y eso que el capitán era maleta está por verse ya que tenía doce mil horas de vuelo en su haber.
Además las cintas de la torre de control muestran que la última comunicación fue a las 18:45 y el avión cayó de golpe a las 18:47, en picada y a 500 kms por hora.
A la discusión se unió una ex- colaboradora del Santiago Vasconcelos quien aportó un dato no manejado por los medios: José Luis no llevaba el cinturón de seguridad puesto y su cadáver salió expulsado por la fuerza del impacto sin quemarse y quedó impactado dentro de la vidriera de un edificio, mitad dentro, mitad fuera y por ello se le sepultó en ataúd de metal, no de caoba como los otros ocho ocupantes incinerados al impacto, para preservarlo mejor en caso de requerirse una exhumación ya que es el único susceptible a ser sometido a pruebas toxicológicas.
Ellos, estos neoperredistas, aseguran que el blanco del atentado si lo hubo, fue su amigo por su denodada lucha contra el narco y los espectaculares golpes dados en fecha reciente al crimen organizado, como la captura del Doc Arellano Félix y el hermano del Mayo Zambada.
Este relato se volvió más lúgubre cuando nos comentaron que tres días antes del accidente el ex- subprocurador le había entregado finalmente el anillo de compromiso a su novia que se los mostró desolada durante el funeral.
La voz de ex- gobernadores y funcionarios priístas se unió a esta elaboración de teorías cuando uno de ellos propuso la hipótesis del envenenamiento que explicaría el súbito silencio y caída en picada del avión.
Otro sugirió que los celulares y Blackberries encendidos anticipadamente por la prisa de comunicarse a las oficinas y hogares interfirieron con las señales de la torre de control y de navegación del jet, a tal punto que éste perdió totalmente el control.
De la orilla de los neutrales alguien dijo: ¿Y qué onda con los helicópteros que salieron del edificio de ICA? ¿No lo sacaron de ruta?
Porque aparentemente al mismo tiempo en que se enfilaba por las Lomas, de dos edificios corporativos salía al menos una aeronave privada de ese tipo que al parecer no tiene vela en este entierro aunque alguno sugirió un oportuno bazukazo tipo Rambo desde el aire.
Otro más comentó: ¿Ya leyeron el reporte Índigo y lo que dice el piloto Emilio Hernández Galindo, primer oficial de vuelo de 775 Magnicharters procedente de Cancún que venía atrás? Que ellos vieron como estalló el Lear Jet y que no había turbulencia ni nada raro y que probablemente fue una bomba.
Yo sí leí ese reporte que recomiendo revisar porque abre un abanico inmenso de posibilidades, como un rico buffet de opciones según tires a lo técnico, lo esotérico o lo macabro y está en www.reporteindigo.com número 106 en su investigación El testigo más cercano y efectivamente plantea escenarios distintos a los oficiales.
Al regresar la voz a los priístas alguno preguntó ¿quién vigilaba el avión en San Luis Potosí y porqué no se subió Genaro García Luna que traía pleito con Santiago Vasconcelos porque le estaban metiendo su gente a la cárcel acusada de coludirse y solapar al narco?
Nadie tuvo respuesta ni ofreció alguna versión, pero el panista aseguró que los once meses que llevará la investigación no es por la costumbre perenne a esperar que las cosas se olviden por sí solas para poder darnos atolito con el dedo y que las cajas negras no serán manipuladas para cuadrar los datos, cosa que incrédulos negaron los perredistas quienes ahora introducían a la teoría de la conspiración que el narco hubiese comprado a los controladores de vuelo que indujeron al piloto a pegarse al avión anterior con la finalidad de caer realmente en los Pinos, a pesar de que Felipe Calderón se hallaba de gira por Jalisco, lo que planteaba otro escenario: siniestrar ambos aviones y dejar a México en vacío de poder.
Llegó la hora de cenar y el grupo se dispersó habiendo planteado hipótesis de atentado, encubrimiento, envenenamiento colectivo, accidente por falla humana y hasta la posibilidad de un magnicidio inducido por los controladores de vuelo aunado a todo género de posibilidades lógicas e ilógicas a las que sólo faltó añadir que tal vez una nave espacial tripulada por extraterrestres afectó los aparatos de navegación del Lear jet de Gobernación.
Pero al concluir la cena, la teoría de la conspiración no había cesado y se abría un nuevo frente especulativo ya que ahora aparece otra grabación de los últimos instantes de ese vuelo en que los ocupantes gritan desesperados durante los 10 segundos previos a la caída, asunto que no empata para nada con la grabación que ya escuchamos y que hasta las 18:45 hubo contacto, la afirmación oficial inicial de que el percance ocurrió a las 18:47 corroborado por el piloto de Magnicharters quien afirma que la torre de control del aeropuerto capitalino les pidió le informaran si el Lear jet Víctor One Charlie (V1C) frente de ellos había caído porque ya no aparecía en el radar.
Total que para los postres cualquier versión era posible y desde luego ya se hablaba que tanto Salinas de Gortari como Fox y Calderón habían perdido de forma trágica a su hombre fuerte, Salinas a Colosio, Fox a Ramón Martín Huerta y Calderón a Mouriño, el cual por cierto dicen que será honrado al ponerle su nombre a la próxima refinería cuya construcción fue anunciada en Campeche como medida keynesiana para paliar la crisis económica nacional.
Ya para despedirnos lo único que nos quedaba claro es que mientras éste o cualquier gobierno oculte información, todos tendremos derecho a ser teóricos del desastre y la verdad no ayuda en nada que el IFAI-Instituto Federal de Acceso a la Información- selle y reserve expedientes comprometedores con el marbete de estratégicos, prioritarios o sensibles a fin de meter la mugre bajo la alfombra de la opinión pública como las declaraciones patrimoniales de Montiel, las razones por las cuales España investiga al padre de Mouriño o las licitaciones federales de Diego Zavala de Grupo Hildebrando, cuñado de Calderón o que se alcancen la puntada de la Secretaría de Seguridad Pública de pedirte exactamente el número de expediente para proporcionar cualquier dato.
Para la hora de llegar a casa y prepararme para dormir, el sospechosismo hizo presa de mi ánimo y eso me llevó a escribir sobre este complicado asunto.
Y tú ¿tienes alguna teoría distinta?