Entre la falla humana y el sabotaje
Marcela Gómez Zalce
• Los gadgets del narco
• El IFE y la hora de la verdad
La verdad, mi estimado, está en el fondo de un pozo. Sugestivo el resultado oficial con el que se pretende persuadir a la opinión pública sobre el delicado desplome del Learjet en el que viajaban el ex titular de Bucareli, el ex director de la SIEDO, y varios funcionarios más. Atractivo no sólo porque los muertos no pueden defenderse sino porque ahora resulta que, con la novedad, el piloto y el copiloto no estaban capacitados, certificados, preparados y aptos para tripular el avión en el que viajaban dos importantes funcionarios del (des)gobierno de Felipe Calderón.
La versión, my friend, suena un poquito inverosímil, sobre todo cuando la poderosa maquinaria mediática funcionando con the usual spin doctors intenta vender que todo fue un lamentable accidente, y a otra cosa mariposa. Y para que no hubiera versiones encontradas, nada como enviar el mensaje desde la embajada estadunidense, cuyo titular diplomático, Antonio Garza, puso los puntos sobre las íes antes que la propia administración.
La cuestión es que de las dos posibles versiones sobre lo acontecido, ambas son de poner los pelos de punta, yes?
La violencia en la mal llamada guerra contra el narcotráfico alcanza niveles de escalofriante preocupación, y donde la cifra de ejecutados es de varias decenas diarias. Las primeras planas siguen siendo la nota roja, y estados como Chihuahua y Baja California encabezan los célebres nominados al fracaso de una estrategia federal que, aunque no lo parezca, rebasa por mucho al Estado mexicano. La capacidad de fuego de los cárteles de la droga supera a este (des)gobierno. El armamento de altísimo poder incluye, entre sus divertidos gadgets ammo, suficiente como para derribar un avión en el aeropuerto de, por ponerle un ejemplo, San Diego, California, desde la frontera mexicana. Eso sin hablar de la colosal corrupción, que ha permitido la infiltración en los más altos niveles del Estado desde donde se pueden violar cualquier número de protocolos de seguridad que ayudan a desarrollar diversas rutas para el sabotaje.
Del otro lado, si el personal que tripula los aviones en donde viajan los funcionarios de gobierno resulta que son una bola de inútiles e improvisados, el respetable se pregunta con ironía si el jet en el que se encontraba el segundo hombre en importancia para el inquilino de Los Pinos no merecía una mejor o más preparada tripulación. Porque se puede jugar al Tío Lolo repetidamente enfocándose a creer con insistencia en la falla humana y así encajonar los demonios de la duda que persiguen, aún hoy, a la gran mayoría de los mexicanos, que han perdido la confianza en las versiones oficiales ante el uso y abuso de la desmemoria colectiva; pero la verdad, my friend, aflorará tarde o temprano…
Sobre todo si existió un sabotaje para enviar el delicado mensaje de que nadie está a salvo. Sobre todo si el peligroso ajuste de cuentas aún trae pendientes en la monumental lista. Sobre todo porque en esta mal llamada guerra contra la organizada delincuencia hay más pendientes que resultados. Hay más causalidades que casualidades.
Y llegado el momento, la volátil información podría emerger con todo y que la verdad es muchas veces exactamente lo contrario de lo que se cree generalmente, aunque también, my friend, es tan difícil decir la verdad… como ocultarla.
Y en esta siniestra historia… no todo está dicho.
Por la mirilla
Mañana en el ife (con minúsculas) llega la hora de la verdad y se dará a conocer el nombre de la simpática empresa que tendrá la obligación del monitoreo (y seguramente el pautado publicitario) de más de 23 millones de spots para el accidentado proceso electoral de 2009. El controvertido instituto hace circo, maroma y teatro para garantizar la transparencia en lo que será, porfa no se me confunda, el pilar fundamental en la credibilidad del árbitro… que si no se robustece, ya ni hablar del explosivo contexto para el cada vez menos lejano 2012.
• Los gadgets del narco
• El IFE y la hora de la verdad
La verdad, mi estimado, está en el fondo de un pozo. Sugestivo el resultado oficial con el que se pretende persuadir a la opinión pública sobre el delicado desplome del Learjet en el que viajaban el ex titular de Bucareli, el ex director de la SIEDO, y varios funcionarios más. Atractivo no sólo porque los muertos no pueden defenderse sino porque ahora resulta que, con la novedad, el piloto y el copiloto no estaban capacitados, certificados, preparados y aptos para tripular el avión en el que viajaban dos importantes funcionarios del (des)gobierno de Felipe Calderón.
La versión, my friend, suena un poquito inverosímil, sobre todo cuando la poderosa maquinaria mediática funcionando con the usual spin doctors intenta vender que todo fue un lamentable accidente, y a otra cosa mariposa. Y para que no hubiera versiones encontradas, nada como enviar el mensaje desde la embajada estadunidense, cuyo titular diplomático, Antonio Garza, puso los puntos sobre las íes antes que la propia administración.
La cuestión es que de las dos posibles versiones sobre lo acontecido, ambas son de poner los pelos de punta, yes?
La violencia en la mal llamada guerra contra el narcotráfico alcanza niveles de escalofriante preocupación, y donde la cifra de ejecutados es de varias decenas diarias. Las primeras planas siguen siendo la nota roja, y estados como Chihuahua y Baja California encabezan los célebres nominados al fracaso de una estrategia federal que, aunque no lo parezca, rebasa por mucho al Estado mexicano. La capacidad de fuego de los cárteles de la droga supera a este (des)gobierno. El armamento de altísimo poder incluye, entre sus divertidos gadgets ammo, suficiente como para derribar un avión en el aeropuerto de, por ponerle un ejemplo, San Diego, California, desde la frontera mexicana. Eso sin hablar de la colosal corrupción, que ha permitido la infiltración en los más altos niveles del Estado desde donde se pueden violar cualquier número de protocolos de seguridad que ayudan a desarrollar diversas rutas para el sabotaje.
Del otro lado, si el personal que tripula los aviones en donde viajan los funcionarios de gobierno resulta que son una bola de inútiles e improvisados, el respetable se pregunta con ironía si el jet en el que se encontraba el segundo hombre en importancia para el inquilino de Los Pinos no merecía una mejor o más preparada tripulación. Porque se puede jugar al Tío Lolo repetidamente enfocándose a creer con insistencia en la falla humana y así encajonar los demonios de la duda que persiguen, aún hoy, a la gran mayoría de los mexicanos, que han perdido la confianza en las versiones oficiales ante el uso y abuso de la desmemoria colectiva; pero la verdad, my friend, aflorará tarde o temprano…
Sobre todo si existió un sabotaje para enviar el delicado mensaje de que nadie está a salvo. Sobre todo si el peligroso ajuste de cuentas aún trae pendientes en la monumental lista. Sobre todo porque en esta mal llamada guerra contra la organizada delincuencia hay más pendientes que resultados. Hay más causalidades que casualidades.
Y llegado el momento, la volátil información podría emerger con todo y que la verdad es muchas veces exactamente lo contrario de lo que se cree generalmente, aunque también, my friend, es tan difícil decir la verdad… como ocultarla.
Y en esta siniestra historia… no todo está dicho.
Por la mirilla
Mañana en el ife (con minúsculas) llega la hora de la verdad y se dará a conocer el nombre de la simpática empresa que tendrá la obligación del monitoreo (y seguramente el pautado publicitario) de más de 23 millones de spots para el accidentado proceso electoral de 2009. El controvertido instituto hace circo, maroma y teatro para garantizar la transparencia en lo que será, porfa no se me confunda, el pilar fundamental en la credibilidad del árbitro… que si no se robustece, ya ni hablar del explosivo contexto para el cada vez menos lejano 2012.
posted by H2AGUA at
10:52 p.m.
