Los universitarios madrileños quieren echar al Opus Dei de la Complutense
José María Garrido
“Fuera el Opus de la Universidad”, gritaban el jueves cientos de estudiantes en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El motivo, quejarse de que empresas ligadas a esta organización religiosa se hayan hecho con el control de las librerías de las facultades de Psicología, Económicas, Filosofía y Educación.
Bajo el lema “Únete a la cacerolada contra el Opus”, más de un millar de personas se arremolinaron en la Facultad de Ciencias Políticas de la UCM a mediodía del jueves para iniciar una “marcha festiva contra el integrismo religioso”. Cacerolas, bongos, cajas, o cualquier otro objeto que contribuyera a crear aún más ruido era bien recibido. El destino final de los manifestantes era la librería de la facultad de Psicología, dirigida desde el pasado mes de julio por la empresa Delsa-Troa.
El libro del mes
“El Opus se quiere apoderar de nuestras librerías, y nosotros no lo podemos consentir”, afirmaba una alumna de la Complutense que junto con su grupo de amigos acudió a la marcha. Los estudiantes tienen miedo a que en un futuro no puedan encontrar en las librerías de sus facultades textos de Marx o Kelsen, que se sustituyan los escritos de Freud por los de Aquilino Polaino, o que tal y como pasó el mes pasado, el libro del mes fuera el del Papa, Jesús de Nazaret, y no el de Al Gore.
Múltiples actos
Pero la del jueves no fue la primera ocasión en la que los alumnos de la Universidad Complutense de Madrid se han manifestado contra estar orden religiosa. Desde que el pasado mes de julio la empresa Delsa-Troa se hiciera a través de un concurso público con la gestión de la librería de psicología, filosofía y económicas, las manifestaciones y actos realizados contra el Opus Dei no han cesado.
”Humanismo cristiano”
“Las acusaciones son muy injustas. Nosotros no somos del Opus, sino que tan sólo somos una empresa fundada hace 56 años que está comprometida con los valores cristianos”, afirmó para este periódico la responsable de la empresa Delsa-Troa en la Universidad, Cecilia Donate.
Aquilino Polaino
Asimismo, Donate afirmó que sí el libro del mes pasado fue el de Ratzinger, se explica porque esta obra interesa mucho. “Y que en nuestra librería se vendan libros de Aquilino Polaino también tiene su lógica, pues este autor es catedrático de la Universidad, y les guste o no a algunos, tiene su público”, afirmó Cecilia Donate.
“Un montaje”
En este mismo sentido se expresaron los dos empleados que trabajan en la citada librería. “Nosotros no somos de la obra” y tenemos libros de todas las tendencias políticas. “Es un montaje”, afirmaba un alumno que pasaba por allí. “No te parece casualidad que justo ahora hayan sustituido el libro de Ratzinger en el escaparate por el de Mao, Boris Izaguirre, Juan José Millás, o Al Gore. Todo es un montaje porque saben que estos días hay manifestaciones y que en ocasiones viene la prensa”, afirmaba indignado el estudiante.
Polémica
“Nosotros solo queremos ganar dinero, somos una empresa”, comentaba el empleado que “desconocía como había llegado hasta aquí” un libro sobre santos que se amontonaba en las estanterías de la librería. “Venderemos todo lo que podamos, porque somos una empresa, no una ONG”, concluían el empleado. “No les dejaremos que se apoderen de nuestras librerías”, respondía un estudiante.
“Fuera el Opus de la Universidad”, gritaban el jueves cientos de estudiantes en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El motivo, quejarse de que empresas ligadas a esta organización religiosa se hayan hecho con el control de las librerías de las facultades de Psicología, Económicas, Filosofía y Educación.
Bajo el lema “Únete a la cacerolada contra el Opus”, más de un millar de personas se arremolinaron en la Facultad de Ciencias Políticas de la UCM a mediodía del jueves para iniciar una “marcha festiva contra el integrismo religioso”. Cacerolas, bongos, cajas, o cualquier otro objeto que contribuyera a crear aún más ruido era bien recibido. El destino final de los manifestantes era la librería de la facultad de Psicología, dirigida desde el pasado mes de julio por la empresa Delsa-Troa.
El libro del mes
“El Opus se quiere apoderar de nuestras librerías, y nosotros no lo podemos consentir”, afirmaba una alumna de la Complutense que junto con su grupo de amigos acudió a la marcha. Los estudiantes tienen miedo a que en un futuro no puedan encontrar en las librerías de sus facultades textos de Marx o Kelsen, que se sustituyan los escritos de Freud por los de Aquilino Polaino, o que tal y como pasó el mes pasado, el libro del mes fuera el del Papa, Jesús de Nazaret, y no el de Al Gore.
Múltiples actos
Pero la del jueves no fue la primera ocasión en la que los alumnos de la Universidad Complutense de Madrid se han manifestado contra estar orden religiosa. Desde que el pasado mes de julio la empresa Delsa-Troa se hiciera a través de un concurso público con la gestión de la librería de psicología, filosofía y económicas, las manifestaciones y actos realizados contra el Opus Dei no han cesado.
”Humanismo cristiano”
“Las acusaciones son muy injustas. Nosotros no somos del Opus, sino que tan sólo somos una empresa fundada hace 56 años que está comprometida con los valores cristianos”, afirmó para este periódico la responsable de la empresa Delsa-Troa en la Universidad, Cecilia Donate.
Aquilino Polaino
Asimismo, Donate afirmó que sí el libro del mes pasado fue el de Ratzinger, se explica porque esta obra interesa mucho. “Y que en nuestra librería se vendan libros de Aquilino Polaino también tiene su lógica, pues este autor es catedrático de la Universidad, y les guste o no a algunos, tiene su público”, afirmó Cecilia Donate.
“Un montaje”
En este mismo sentido se expresaron los dos empleados que trabajan en la citada librería. “Nosotros no somos de la obra” y tenemos libros de todas las tendencias políticas. “Es un montaje”, afirmaba un alumno que pasaba por allí. “No te parece casualidad que justo ahora hayan sustituido el libro de Ratzinger en el escaparate por el de Mao, Boris Izaguirre, Juan José Millás, o Al Gore. Todo es un montaje porque saben que estos días hay manifestaciones y que en ocasiones viene la prensa”, afirmaba indignado el estudiante.
Polémica
“Nosotros solo queremos ganar dinero, somos una empresa”, comentaba el empleado que “desconocía como había llegado hasta aquí” un libro sobre santos que se amontonaba en las estanterías de la librería. “Venderemos todo lo que podamos, porque somos una empresa, no una ONG”, concluían el empleado. “No les dejaremos que se apoderen de nuestras librerías”, respondía un estudiante.