UNA ENTREVISTA A LA ZORRA DE FOX (CARCAJADA)
Por Eduardo Limón
elimon@eme-equis.com.mx
Fotografías: Eduardo Loza
Marta Según nos recibe en su rancho. Feliz, abre el portón. A un año de haberse concretado el proceso electoral en el que, como sabemos, no fue triunfadora, vamos, ni siquiera candidata, aquí nos relata cómo es su vida ahora, cuáles son sus planes y a qué se dedicará en el futuro. Además, comparte con emeequis sus opiniones sobre el momento político por el que atraviesa su querido México, tan cerquita de Los Pinos y tan lejos del rancho en el que hoy vive enclaustrada.
Y, amparada por su alter ego Raquel Pankowski, nos confía dos de sus anhelos más caros: casarse con Enrique Peña
Nieto, al fin que está viudo, y ser asesora de Margarita Zavala.
Marta, ¿cómo se siente ya instalada en el rancho?
—La verdad, no estoy contenta. Creo que me merecía un mejor futuro. De hecho, le he estado hablando a Margarita y a Felipe, pero pues no me contestan las llamadas. Como sea, no importa, ya encargué que me consigan el teléfono de Elba Esther que, la verdad, es la mujer más importante del sexenio, y a ver si me puede conseguir aunque sea un puestecito en el gabinetazo de Felipe.
—Hace unas semanas supimos por emeequis que usted mandó hacer unas encuestas carísimas para saber si el pueblo la quería como su Presidenta, ¿no que no aspiraba a la silla?
—Bueno… la verdad es que yo sí quería ser Presidenta, pero me di cuenta que no bastaba con que yo quisiera, sino que tenían que querer las y los mexicanos. De hecho, no sé que dijeron ustedes en su revista esa, pero gané, ¡el pueblo sí me quería como su Presidenta!
Además, ya ve cómo es el PAN, que está lleno de machos y de misóginos, ahora me doy cuenta que ellos no me querían, y menos de Presidenta, entonces yo les dije que si querían empezaba desde abajo, que me la dieran de jefa de gobierno del Distrito Federal, pero dijeron que no, porque no podía comprobar que había residido los últimos seis años en el DF, y pues sí, ni modo, es que yo los últimos seis años viví en Foxilandia.
—Honestamente, ¿qué opina del líder panista Manuel Espino?
—¡A Manuel yo lo quiero mucho, mucho, mucho! Es muy amigocho de la familia, a él lo pusimos de presidente del PAN para que le hiciera su campaña a Santiago (Creel), pero ya ve lo que pasó, ni modo, se nos tenía que atravesar Felipe…
Santiago no ganó en nuestra elección interna porque los panistas no lo conocían, y espantaba, parecía que íbamos a poner de candidato a alguien que tenía facha de virrey. Los panistas sí se sintieron identificados con Felipe, ya ve que en el partido hay muchos chaparros, peloncitos y de lentes. Bueno, peloncitos no, pelonzotes.