CONJETURAS
Alvaro Cepeda Neri
Se va Vázquez Mota?
Hasta los cielos han visto que el poder real, en la Secretaría de Educación Pública, es la famosísima, sin acreditar su maestría o licenciatura en historia, Elba Esther Gordillo Morales, dueña del SNTE, del Panal, de la mitad de la presidencia calderonista, consejera-amiga-cómplice de Robinson-Bours, dueña de una hacienda en Chiapas y mansiones dentro y fuera del país. Y, lo que sea de cada quien ("dad a la esposa del César lo que es de la Cesarina") habilidosa para escalar, en el juego de serpientes y escaleras (donde puras escaleras le han tocado) por la burocracia política.
Nada sabe la Gordillo de Lasalle, salvo por las solapas y tarjetas que le hacen sus ayudantes (autor que deben consultar los que andan metidos en la Reforma del Estado) o sobre "los factores reales de poder", pero su pragmatismo (con visos de iniciar su ocaso) la han hecho astuta conocedora del poder real. Y lo ejerce con éxito. Ella es realmente la titular de la SEP, y por medio de su yerno es juez y parte por acuerdo tácito con don Felipe Calderón, para controlar al magisterio y a la burocracia.
No menciono lo de la propiedad del ISSSTE, porque el peón Yunes está en la tablita, pues la oposición de la CNTE y sus aliados, en el hervidero de la crisis general que vive la nación: alzas de precios, narcotráfico, gobernadores en la narcopolítica, desempleo masivo, bajísimo consumo, etc., llevan la delantera y las manifestaciones y plantones se mezclan con las protestas obreras, el desastre en el campo, el botín del PAN... y le paro de contar.
Lo que sí está cocinándose es la renuncia de doña Josefina Vázquez Mota, quien ya no aguanta la intromisión suegra-yerno en la SEP, donde la burocracia obedece al yerno y el magisterio a la suegra, encontrando doña Chepina que el poder real no es "enchílame éstas" en una sartén cuyo mango, a dos manos, tiene Elba Esther Gordillo. Se habla de que Vázquez Mota ya entregó su renuncia y que Calderón la guarda bajo siete llaves.
Ya sabía a lo que le tiraba, cuando le cambiaron la señal de que no iría a Gobernación, y le advirtieron que había de lidiar con la maestra y su pandilla. Se envalentonó. Y a más de siete meses, con lo duro y tupido que le mandan los elbistas, prefiere irse y echar a la basura sus ensueños de algún día ser candidata presidencial. Lo cual es imposible, ya que los panistas no la quieren (ella misma en público lo confirmó) y en los demás partidos no tiene cabida. Sólo le queda regresar como empresaria de pinturas y a escribir su tercer libro.
En la SEP sobra una cabeza. Sabe Vázquez Mota que al no haberse posesionado del todo, en el ejercicio político de la Presidencia (pues no sólo es ejercer de Jefe Nato del Ejército) Calderón necesita de factores reales de poder para ser llevado, que no es lo mismo que llevar, en la nave estatal, cuyo timón sigue en disputa. Así las cosas, más vale desembarcar o en una de esas la echan al mar sin salvavidas, como se las gasta doña Elba, cuando quiere deshacerse de lo que le estorba.
Hasta los cielos han visto que el poder real, en la Secretaría de Educación Pública, es la famosísima, sin acreditar su maestría o licenciatura en historia, Elba Esther Gordillo Morales, dueña del SNTE, del Panal, de la mitad de la presidencia calderonista, consejera-amiga-cómplice de Robinson-Bours, dueña de una hacienda en Chiapas y mansiones dentro y fuera del país. Y, lo que sea de cada quien ("dad a la esposa del César lo que es de la Cesarina") habilidosa para escalar, en el juego de serpientes y escaleras (donde puras escaleras le han tocado) por la burocracia política.
Nada sabe la Gordillo de Lasalle, salvo por las solapas y tarjetas que le hacen sus ayudantes (autor que deben consultar los que andan metidos en la Reforma del Estado) o sobre "los factores reales de poder", pero su pragmatismo (con visos de iniciar su ocaso) la han hecho astuta conocedora del poder real. Y lo ejerce con éxito. Ella es realmente la titular de la SEP, y por medio de su yerno es juez y parte por acuerdo tácito con don Felipe Calderón, para controlar al magisterio y a la burocracia.
No menciono lo de la propiedad del ISSSTE, porque el peón Yunes está en la tablita, pues la oposición de la CNTE y sus aliados, en el hervidero de la crisis general que vive la nación: alzas de precios, narcotráfico, gobernadores en la narcopolítica, desempleo masivo, bajísimo consumo, etc., llevan la delantera y las manifestaciones y plantones se mezclan con las protestas obreras, el desastre en el campo, el botín del PAN... y le paro de contar.
Lo que sí está cocinándose es la renuncia de doña Josefina Vázquez Mota, quien ya no aguanta la intromisión suegra-yerno en la SEP, donde la burocracia obedece al yerno y el magisterio a la suegra, encontrando doña Chepina que el poder real no es "enchílame éstas" en una sartén cuyo mango, a dos manos, tiene Elba Esther Gordillo. Se habla de que Vázquez Mota ya entregó su renuncia y que Calderón la guarda bajo siete llaves.
Ya sabía a lo que le tiraba, cuando le cambiaron la señal de que no iría a Gobernación, y le advirtieron que había de lidiar con la maestra y su pandilla. Se envalentonó. Y a más de siete meses, con lo duro y tupido que le mandan los elbistas, prefiere irse y echar a la basura sus ensueños de algún día ser candidata presidencial. Lo cual es imposible, ya que los panistas no la quieren (ella misma en público lo confirmó) y en los demás partidos no tiene cabida. Sólo le queda regresar como empresaria de pinturas y a escribir su tercer libro.
En la SEP sobra una cabeza. Sabe Vázquez Mota que al no haberse posesionado del todo, en el ejercicio político de la Presidencia (pues no sólo es ejercer de Jefe Nato del Ejército) Calderón necesita de factores reales de poder para ser llevado, que no es lo mismo que llevar, en la nave estatal, cuyo timón sigue en disputa. Así las cosas, más vale desembarcar o en una de esas la echan al mar sin salvavidas, como se las gasta doña Elba, cuando quiere deshacerse de lo que le estorba.