SERVICIO DE NOTICIAS ISA
servicio de noticias ISA
información solidaria alternativa
informativoisa@yahoo.com.mx / informativoisa@gmail.com
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México, DF, 22 de marzo de 2007.
Servicio informativo núm. 35
Sumario:
I. “Con una mano organizándonos para transformar a México y con la otra protegiendo y defendiendo a nuestro pueblo y los intereses de la nación”: López Obrador inauguró los trabajos de la CND
II. Cuando desobedecer es un deber. El caso Agustín Aguayo, por Rafael Álvarez Díaz (defensor de derechos humanos)
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“CON UNA MANO ORGANIZÁNDONOS PARA TRANSFORMAR A MÉXICO Y CON LA OTRA PROTEGIENDO Y DEFENDIENDO A NUESTRO PUEBLO Y LOS INTERESES DE LA NACIÓN”: LÓPEZ OBRADOR INAUGURÓ LOS TRABAJOS DE LA CND
Arropado con las muestras de apoyo y con la ya clásica consigna “¡Es un honor estar con Obrador!”, el presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró ayer los trabajos de la Segunda Asamblea de la Convención Nacional Democrática (CND) en un Hemiciclo a Juárez que acogió a varios miles de personas que desbordaban los linderos de la Alameda Central y de la avenida Juárez, en la Ciudad de México.
La ocasión sirvió para rendir un homenaje al Benemérito de las Américas en un aniversario más de su nacimiento y para que el político tabasqueño reiterara la importancia y el contenido que tendrán los trabajos de la CND, que sesionará en mesas de trabajo hoy y mañana, en plenarias el 24 de marzo y que cerrará sus actividades con una marcha-mitin el domingo 25, desde las 10 de la mañana.
En su discurso (que Servicio de Noticias ISA integra en su versión completa en archivo adjunto a este envío) López Obrador comentó los principales retos que la coyuntura política impone para detener las políticas antipopulares de la administración calderonista (como las alzas de precios, el castigo a los salarios, la privatización de la seguridad social y la entrega a particulares del petróleo y la electricidad); asimismo, informó de la relevancia de los debates y reflexiones que los delegados de la CND abordarán en seis mesas de trabajo a partir de hoy (lucha contra la pobreza, defensa del patrimonio nacional, defensa del derecho a la expresión y a la información, defensa del campo mexicano y de sus productos, lucha contra la corrupción, y construcción de una nueva República).
Como punto central, López Obrador enfatizó el momento en que se encuentra el movimiento político y social que él lidera, así como su trascendencia.
Comenzó reiterando a los presentes el carácter colectivo y libertario del movimiento: “Es un honor ser dirigente de hombres y mujeres libres y conscientes como ustedes. Ésta es nuestra fuerza, éste es nuestro principal recurso; sostengo que no van a poder destruirnos políticamente hablando y que más temprano que tarde va a triunfar la causa de la justicia, de la libertad y de la democracia. Y tengo esa creencia, esa convicción, precisamente porque nunca en la historia de nuestro país había habido tanta gente libre, consciente y decidida a transformar nuestra Patria”.
Puso como prueba de lo anterior las vivencias que directamente está teniendo en su recorrido por los municipios mexicanos: “Quiero decirles que me siento muy satisfecho, muy contento, muy optimista, porque donde quiera que me paro, donde quiera que voy, hay gente como ustedes: conscientes, libres y dispuestas a seguir luchando. Somos millones a nivel nacional, eso es lo mero principal”, y abordó entonces aspectos de las tareas que como movimiento tiene enfrente la CND:
“Tenemos trazado muy bien el camino, la estrategia: por un lado, tenemos que ir organizándonos, preparándonos cada vez mejor para lograr la transformación del país. Por el otro lado, tenemos que cumplir con el postulado de la Convención Nacional Democrática, lo que nos encomendó esa gran asamblea, ese gran parlamento, la Convención Nacional Democrática, que consiste en proteger a nuestro pueblo y en defender el patrimonio de la Nación. Tenemos que ir logrando las dos cosas al mismo tiempo, con una mano organizándonos para transformar a México y con la otra protegiendo y defendiendo a nuestro pueblo y los intereses de la Nación. Hacia allá vamos”.
“Tenemos que hacer las dos cosas, repito, al mismo tiempo, porque no tendría mucho caso, mucho sentido, el que nada más nos dedicáramos a organizarnos para el advenimiento de una transformación y descuidáramos lo que se viene presentando, las circunstancias que estamos viviendo y sobre todo que no pusiésemos un freno a la voracidad de la minoría, que está demostrando que no tiene llenadera y que quiere tragarse por completo a nuestro país y seguir empobreciendo a nuestro pueblo”.
El presidente legítimo de México tendió un paralelo del momento que hoy vive el país con otros momentos de su historia:
“Estamos viviendo tiempos interesantes, estamos viviendo tiempos de transformación, porque esto es lo que queremos, ése es el objetivo superior: transformar a México, y una transformación, como lo hemos dicho en otras ocasiones, es algo parecido a lo que fue el movimiento de Independencia nacional, encabezado por Hidalgo y por Morelos. Una transformación es algo de la trascendencia que tuvo en su momento, en su tiempo, y de lo que significó para la historia de nuestro país hasta la actualidad, la Reforma que impulsó el mejor presidente de México que ha habido en toda la historia, al que hoy estamos celebrando, el presidente Benito Juárez García. Una transformación es también algo parecido al significado, a la trascendencia social que tuvo la Revolución mexicana de 1910”.
“Para entender bien lo que nos proponemos, tenemos que pensar que en la historia de México ha habido tres grandes transformaciones: la Independencia, la Reforma, la Revolución, y que nosotros en estos tiempos interesantes lo que queremos es llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de México. Vamos a llevar a cabo esta transformación sin violencia, de manera pacífica, con un cambio de mentalidad que afortunadamente ya se inició con una revolución, pero de las conciencias”.
Tras reseñar en detalle la trascendencia de cada tema que estará a discusión en las mesas de trabajo de la Segunda Asamblea de la CND, Andrés Manuel López Obrador concluyó con su visión del futuro del movimiento que encabeza:
“Mi hipótesis es que si tenemos —como lo estamos comprobando— tanta gente consciente, mucha gente como ustedes, entonces sí vamos a transformar a nuestro país, porque no nos va a suceder nada, no van a poder con su estrategia nuestros adversarios. No les va a funcionar su fórmula que es muy simplona; ¿cuál es la estrategia que tienen? Dos palabras: manipulación e intimidación. Piensan que con la manipulación en los medios lo van a lograr todo. Se equivocan. El pueblo no es tonto; tonto es el que piensa que el pueblo es tonto. Y la intimidación tampoco les va a funcionar, porque éste es un movimiento pacífico. Nosotros nunca vamos a resolver este asunto tan importante para la vida pública de México enfrentándonos con policías o con soldados. Tengo yo esa confianza, esa fe inquebrantable en el triunfo. Si algo destaco de las lecciones que nos dejó el presidente Juárez, es precisamente el hecho de que nunca perdió la fe en la causa que defendía. Nunca perdió su optimismo, siempre mantuvo una fe inquebrantable en el triunfo de la causa que defendía, hasta en los momentos más difíciles”.
Antes de la participación de López Obrador, tomó la palabra en el acto Alejandro Encinas, ex jefe de gobierno del Distrito Federal y activo promotor ahora de la Convención Nacional Democrática. Él señaló que no es casual el inicio de los trabajos de la CND en esta fecha, pues refrenda “nuestra identidad y nuestra pertenencia a un proyecto político nacional que tiene en su corazón las preocupaciones y el sentir del pueblo de México”.
Reiteró los puntos centrales de esta Segunda Asamblea de la CND, al indicar que “venimos a discutir, a reflexionar y a llegar a acuerdos en torno de tres asuntos trascendentales: la defensa de la economía popular, esta economía que ha sido vapuleada durante tres décadas, que tiene a más de la mitad de los mexicanos en situación de pobreza y que frente a las mentiras y la demagogia sigue siendo avasallada día a día. Incumplieron sus compromisos de disminuir los precios de la gasolina, de la electricidad y no sólo los aumentaron junto con el precio de la tortilla, de la leche, etc. sino que también quieren medrar con las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado”.
Encinas afirmó que el gobierno calderonista busca solamente “cumplir con los compromisos que tiene con el pasado, con esas fuerzas corporativas de la FSTSE, del SNTE, que los apoyaron en la campaña electoral y hoy quieren pagar esos favores políticos a estos grupos corporativos con grandes negocios, enriquecer a los líderes y más adelante a los banqueros con los recursos y con el esfuerzo que los trabajadores al servicio del Estado han ido construyendo para su jubilación. Por eso —enfatizó— es tan importante que discutamos los temas de defensa de la economía de la familia mexicana y junto con ello la defensa de los recursos de la nación; no los recursos del gobierno federal, no los recursos del Estado mexicano, los recursos de la nación, los recursos del pueblo mexicano: la electricidad, el petróleo, que son la base del futuro y la posibilidad de tener una economía popular fuerte”, concluyó.
--------------------------------- CUANDO DESOBEDECER ES UN DEBER. EL CASO AGUSTÍN AGUAYO
Por Rafael Álvarez Díaz (defensor de derechos humanos)
Al cumplirse cuatro años del inicio de la invasión de Irak, resulta significativo el caso de Agustín Aguayo, médico de profesión y de origen mexicano, casado y con dos hijos, que se negó a seguir en el ejército de Estados Unidos después de que decidió ejercer lo que él consideraba su deber y su derecho a la desobediencia por motivos de conciencia, al apreciar que la guerra de Irak no sólo es inmoral e ilegal, sino hasta inconstitucional, según las propias leyes de Estados Unidos.
Por lo tanto, se encontró ante la exigencia ética de cumplir con el deber de desobedecer órdenes injustas fuera de la ley, que lo harían incurrir en responsabilidad penal individual internacional, por la posible comisión de crímenes internacionalmente condenados, como el ataque indiscriminado a la población civil, entre otros contenidos en convenciones y tratados internacionales de derechos humanos.
El Estatuto de Roma que dio origen a la Corte Penal Internacional señala claramente en el artículo 25, inciso C, que incurre en responsabilidad penal individual internacional quien colabore encubra o cometa actos considerados como delitos de guerra y de lesa humanidad en el propio Estatuto.
La doctrina del derecho humanitario internacional considera inaceptables como argumentos atenuantes o eximentes de responsabilidad la obediencia debida y la razón de Estado. La derogación en Argentina de las leyes de punto final (que exculpaban a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar) es un ejemplo de la aplicación de este criterio.
A pesar de que Estados Unidos ha rehusado ser parte y firmar el Estatuto de Roma, su alcance es universal al tratarse de la responsabilidad penal de individuos que pudieran cometer estos delitos internacionalmente tipificados, independientemente de cuál sea su país de origen y el lugar donde se cometieran los hechos. Por esta razón, ya se habla de la posibilidad de enjuiciar a George W. Bush por crímenes de guerra cometidos en Irak.
La objeción de conciencia es una forma de resistencia que se practica hace siglos. Henry David Thoreau sufrió en 1847 persecución y cárcel al negarse a pagar impuestos por estar en contra de la invasión de Estados Unidos a México; después de su reclusión publicó su tratado sobre el derecho y el deber de la desobediencia civil.
A principios de marzo, una corte militar condenó a Agustín Aguayo a ocho meses de prisión en un juicio llevado a cabo en una base militar de Estados Unidos en Alemania. Su digna actitud ha causado fuerte impacto en amplios sectores de la sociedad estadunidense y en diversos países donde ya se había expresado el repudio a la guerra contra Irak, y ha suscitado acciones de solidaridad y movilizaciones masivas de apoyo a favor de la paz, protestas que nos recuerdan el principio del fin de la guerra de Vietnam.
Después de la trágica experiencia de la Segunda Guerra Mundial, el derecho humanitario internacional se ha ido construyendo en un proceso lento, sorteando múltiples obstáculos, con el fin de prevenir y evitar las guerras y aun durante éstas fijar límites a la barbarie y a la violencia, prevenir y penalizar los abusos.
La objeción de conciencia de Aguayo y sus argumentos ético-jurídicos se inscriben en los principios y postulados del derecho internacional de los derechos humanos y pueden poner a prueba la eficacia y capacidad de las instituciones y los instrumentos creados por la comunidad internacional para la protección y la promoción de los derechos humanos.
Es indudable que este caso es importante tanto en sí mismo como por sus consecuencias jurídicas y políticas para todos los interesados en la paz y el respeto de los derechos humanos.
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México, DF, 22 de marzo de 2007.
Servicio informativo núm. 35
Sumario:
I. “Con una mano organizándonos para transformar a México y con la otra protegiendo y defendiendo a nuestro pueblo y los intereses de la nación”: López Obrador inauguró los trabajos de la CND
II. Cuando desobedecer es un deber. El caso Agustín Aguayo, por Rafael Álvarez Díaz (defensor de derechos humanos)
“CON UNA MANO ORGANIZÁNDONOS PARA TRANSFORMAR A MÉXICO Y CON LA OTRA PROTEGIENDO Y DEFENDIENDO A NUESTRO PUEBLO Y LOS INTERESES DE LA NACIÓN”: LÓPEZ OBRADOR INAUGURÓ LOS TRABAJOS DE LA CND
Arropado con las muestras de apoyo y con la ya clásica consigna “¡Es un honor estar con Obrador!”, el presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró ayer los trabajos de la Segunda Asamblea de la Convención Nacional Democrática (CND) en un Hemiciclo a Juárez que acogió a varios miles de personas que desbordaban los linderos de la Alameda Central y de la avenida Juárez, en la Ciudad de México.
La ocasión sirvió para rendir un homenaje al Benemérito de las Américas en un aniversario más de su nacimiento y para que el político tabasqueño reiterara la importancia y el contenido que tendrán los trabajos de la CND, que sesionará en mesas de trabajo hoy y mañana, en plenarias el 24 de marzo y que cerrará sus actividades con una marcha-mitin el domingo 25, desde las 10 de la mañana.
En su discurso (que Servicio de Noticias ISA integra en su versión completa en archivo adjunto a este envío) López Obrador comentó los principales retos que la coyuntura política impone para detener las políticas antipopulares de la administración calderonista (como las alzas de precios, el castigo a los salarios, la privatización de la seguridad social y la entrega a particulares del petróleo y la electricidad); asimismo, informó de la relevancia de los debates y reflexiones que los delegados de la CND abordarán en seis mesas de trabajo a partir de hoy (lucha contra la pobreza, defensa del patrimonio nacional, defensa del derecho a la expresión y a la información, defensa del campo mexicano y de sus productos, lucha contra la corrupción, y construcción de una nueva República).
Como punto central, López Obrador enfatizó el momento en que se encuentra el movimiento político y social que él lidera, así como su trascendencia.
Comenzó reiterando a los presentes el carácter colectivo y libertario del movimiento: “Es un honor ser dirigente de hombres y mujeres libres y conscientes como ustedes. Ésta es nuestra fuerza, éste es nuestro principal recurso; sostengo que no van a poder destruirnos políticamente hablando y que más temprano que tarde va a triunfar la causa de la justicia, de la libertad y de la democracia. Y tengo esa creencia, esa convicción, precisamente porque nunca en la historia de nuestro país había habido tanta gente libre, consciente y decidida a transformar nuestra Patria”.
Puso como prueba de lo anterior las vivencias que directamente está teniendo en su recorrido por los municipios mexicanos: “Quiero decirles que me siento muy satisfecho, muy contento, muy optimista, porque donde quiera que me paro, donde quiera que voy, hay gente como ustedes: conscientes, libres y dispuestas a seguir luchando. Somos millones a nivel nacional, eso es lo mero principal”, y abordó entonces aspectos de las tareas que como movimiento tiene enfrente la CND:
“Tenemos trazado muy bien el camino, la estrategia: por un lado, tenemos que ir organizándonos, preparándonos cada vez mejor para lograr la transformación del país. Por el otro lado, tenemos que cumplir con el postulado de la Convención Nacional Democrática, lo que nos encomendó esa gran asamblea, ese gran parlamento, la Convención Nacional Democrática, que consiste en proteger a nuestro pueblo y en defender el patrimonio de la Nación. Tenemos que ir logrando las dos cosas al mismo tiempo, con una mano organizándonos para transformar a México y con la otra protegiendo y defendiendo a nuestro pueblo y los intereses de la Nación. Hacia allá vamos”.
“Tenemos que hacer las dos cosas, repito, al mismo tiempo, porque no tendría mucho caso, mucho sentido, el que nada más nos dedicáramos a organizarnos para el advenimiento de una transformación y descuidáramos lo que se viene presentando, las circunstancias que estamos viviendo y sobre todo que no pusiésemos un freno a la voracidad de la minoría, que está demostrando que no tiene llenadera y que quiere tragarse por completo a nuestro país y seguir empobreciendo a nuestro pueblo”.
El presidente legítimo de México tendió un paralelo del momento que hoy vive el país con otros momentos de su historia:
“Estamos viviendo tiempos interesantes, estamos viviendo tiempos de transformación, porque esto es lo que queremos, ése es el objetivo superior: transformar a México, y una transformación, como lo hemos dicho en otras ocasiones, es algo parecido a lo que fue el movimiento de Independencia nacional, encabezado por Hidalgo y por Morelos. Una transformación es algo de la trascendencia que tuvo en su momento, en su tiempo, y de lo que significó para la historia de nuestro país hasta la actualidad, la Reforma que impulsó el mejor presidente de México que ha habido en toda la historia, al que hoy estamos celebrando, el presidente Benito Juárez García. Una transformación es también algo parecido al significado, a la trascendencia social que tuvo la Revolución mexicana de 1910”.
“Para entender bien lo que nos proponemos, tenemos que pensar que en la historia de México ha habido tres grandes transformaciones: la Independencia, la Reforma, la Revolución, y que nosotros en estos tiempos interesantes lo que queremos es llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de México. Vamos a llevar a cabo esta transformación sin violencia, de manera pacífica, con un cambio de mentalidad que afortunadamente ya se inició con una revolución, pero de las conciencias”.
Tras reseñar en detalle la trascendencia de cada tema que estará a discusión en las mesas de trabajo de la Segunda Asamblea de la CND, Andrés Manuel López Obrador concluyó con su visión del futuro del movimiento que encabeza:
“Mi hipótesis es que si tenemos —como lo estamos comprobando— tanta gente consciente, mucha gente como ustedes, entonces sí vamos a transformar a nuestro país, porque no nos va a suceder nada, no van a poder con su estrategia nuestros adversarios. No les va a funcionar su fórmula que es muy simplona; ¿cuál es la estrategia que tienen? Dos palabras: manipulación e intimidación. Piensan que con la manipulación en los medios lo van a lograr todo. Se equivocan. El pueblo no es tonto; tonto es el que piensa que el pueblo es tonto. Y la intimidación tampoco les va a funcionar, porque éste es un movimiento pacífico. Nosotros nunca vamos a resolver este asunto tan importante para la vida pública de México enfrentándonos con policías o con soldados. Tengo yo esa confianza, esa fe inquebrantable en el triunfo. Si algo destaco de las lecciones que nos dejó el presidente Juárez, es precisamente el hecho de que nunca perdió la fe en la causa que defendía. Nunca perdió su optimismo, siempre mantuvo una fe inquebrantable en el triunfo de la causa que defendía, hasta en los momentos más difíciles”.
Antes de la participación de López Obrador, tomó la palabra en el acto Alejandro Encinas, ex jefe de gobierno del Distrito Federal y activo promotor ahora de la Convención Nacional Democrática. Él señaló que no es casual el inicio de los trabajos de la CND en esta fecha, pues refrenda “nuestra identidad y nuestra pertenencia a un proyecto político nacional que tiene en su corazón las preocupaciones y el sentir del pueblo de México”.
Reiteró los puntos centrales de esta Segunda Asamblea de la CND, al indicar que “venimos a discutir, a reflexionar y a llegar a acuerdos en torno de tres asuntos trascendentales: la defensa de la economía popular, esta economía que ha sido vapuleada durante tres décadas, que tiene a más de la mitad de los mexicanos en situación de pobreza y que frente a las mentiras y la demagogia sigue siendo avasallada día a día. Incumplieron sus compromisos de disminuir los precios de la gasolina, de la electricidad y no sólo los aumentaron junto con el precio de la tortilla, de la leche, etc. sino que también quieren medrar con las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado”.
Encinas afirmó que el gobierno calderonista busca solamente “cumplir con los compromisos que tiene con el pasado, con esas fuerzas corporativas de la FSTSE, del SNTE, que los apoyaron en la campaña electoral y hoy quieren pagar esos favores políticos a estos grupos corporativos con grandes negocios, enriquecer a los líderes y más adelante a los banqueros con los recursos y con el esfuerzo que los trabajadores al servicio del Estado han ido construyendo para su jubilación. Por eso —enfatizó— es tan importante que discutamos los temas de defensa de la economía de la familia mexicana y junto con ello la defensa de los recursos de la nación; no los recursos del gobierno federal, no los recursos del Estado mexicano, los recursos de la nación, los recursos del pueblo mexicano: la electricidad, el petróleo, que son la base del futuro y la posibilidad de tener una economía popular fuerte”, concluyó.
Por Rafael Álvarez Díaz (defensor de derechos humanos)
Al cumplirse cuatro años del inicio de la invasión de Irak, resulta significativo el caso de Agustín Aguayo, médico de profesión y de origen mexicano, casado y con dos hijos, que se negó a seguir en el ejército de Estados Unidos después de que decidió ejercer lo que él consideraba su deber y su derecho a la desobediencia por motivos de conciencia, al apreciar que la guerra de Irak no sólo es inmoral e ilegal, sino hasta inconstitucional, según las propias leyes de Estados Unidos.
Por lo tanto, se encontró ante la exigencia ética de cumplir con el deber de desobedecer órdenes injustas fuera de la ley, que lo harían incurrir en responsabilidad penal individual internacional, por la posible comisión de crímenes internacionalmente condenados, como el ataque indiscriminado a la población civil, entre otros contenidos en convenciones y tratados internacionales de derechos humanos.
El Estatuto de Roma que dio origen a la Corte Penal Internacional señala claramente en el artículo 25, inciso C, que incurre en responsabilidad penal individual internacional quien colabore encubra o cometa actos considerados como delitos de guerra y de lesa humanidad en el propio Estatuto.
La doctrina del derecho humanitario internacional considera inaceptables como argumentos atenuantes o eximentes de responsabilidad la obediencia debida y la razón de Estado. La derogación en Argentina de las leyes de punto final (que exculpaban a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar) es un ejemplo de la aplicación de este criterio.
A pesar de que Estados Unidos ha rehusado ser parte y firmar el Estatuto de Roma, su alcance es universal al tratarse de la responsabilidad penal de individuos que pudieran cometer estos delitos internacionalmente tipificados, independientemente de cuál sea su país de origen y el lugar donde se cometieran los hechos. Por esta razón, ya se habla de la posibilidad de enjuiciar a George W. Bush por crímenes de guerra cometidos en Irak.
La objeción de conciencia es una forma de resistencia que se practica hace siglos. Henry David Thoreau sufrió en 1847 persecución y cárcel al negarse a pagar impuestos por estar en contra de la invasión de Estados Unidos a México; después de su reclusión publicó su tratado sobre el derecho y el deber de la desobediencia civil.
A principios de marzo, una corte militar condenó a Agustín Aguayo a ocho meses de prisión en un juicio llevado a cabo en una base militar de Estados Unidos en Alemania. Su digna actitud ha causado fuerte impacto en amplios sectores de la sociedad estadunidense y en diversos países donde ya se había expresado el repudio a la guerra contra Irak, y ha suscitado acciones de solidaridad y movilizaciones masivas de apoyo a favor de la paz, protestas que nos recuerdan el principio del fin de la guerra de Vietnam.
Después de la trágica experiencia de la Segunda Guerra Mundial, el derecho humanitario internacional se ha ido construyendo en un proceso lento, sorteando múltiples obstáculos, con el fin de prevenir y evitar las guerras y aun durante éstas fijar límites a la barbarie y a la violencia, prevenir y penalizar los abusos.
La objeción de conciencia de Aguayo y sus argumentos ético-jurídicos se inscriben en los principios y postulados del derecho internacional de los derechos humanos y pueden poner a prueba la eficacia y capacidad de las instituciones y los instrumentos creados por la comunidad internacional para la protección y la promoción de los derechos humanos.
Es indudable que este caso es importante tanto en sí mismo como por sus consecuencias jurídicas y políticas para todos los interesados en la paz y el respeto de los derechos humanos.