INDICE POLITICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ


COLOSIO, UN SOÑADOR

"Yo no creo que sea a base de balas y a base de tiros y de violencia

como vayamos a resolver los problemas en México".

Luis Donaldo Colosio,
18 de Marzo de 1994


CANDIDATO PRESIDENCIAL DE un sistema político corrupto y en franca decadencia, el sacrificado Luis Donaldo Colosio se volvió en contra de él señalando sus fallas y sus yerros. Pagó con su vida y su proyecto hace ya 13 años.

El de Colosio fue un sueño compartido con millones de mexicanos ahítos de la podredumbre gubernamental que mantiene no sólo en atraso sino en retroceso al país, mientras un puñado de ellos, asociado con magnates empresariales, se enriquece insultantemente.

El soñador Colosio habló de su quimera 17 días antes de caer, víctima indudable de un complot –pese a las increíbles versiones oficiales--, en Tijuana, Baja California.

Truncado el ensueño, el país ha sufrido ahora la regresión de ser gobernado por el PAN.

¿Cuál fue el sueño de Colosio? "Transformar la política para cumplirle a los mexicanos."

¿Cómo? Con una "reforma del poder para que exista una nueva relación entre el ciudadano y el Estado."

Su diagnóstico fue certero:

"Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos. Reformar el poder significa un presidencialismo sujeto estrictamente a los límites constitucionales de su origen republicano y democrático. Reformar el poder significa fortalecer y respetar las atribuciones del Congreso Federal. Reformar el poder significa hacer del sistema de impartición de justicia, una instancia independiente de la máxima respetabilidad y certidumbre entre las instituciones de la República.

"Reformar el poder significa llevar el gobierno a las comunidades, a través de un nuevo federalismo. Significa también nuevos métodos de administración para que cada ciudadano obtenga respuestas eficientes y oportunas cuando requiere servicios, cuando plantea sus problemas, o cuando sueña con horizontes más cercanos a las manos de sus hijos."

Ya en 1994, Colosio veía la necesidad de tener comicios verdaderamente limpios, que evitaran los conflictos en los que México cayó 12 años después, en la aún controversial elección, porque así lo falló un Tribunal, del señor Felipe Calderón.

Proponía, pues, una reforma política para que el día comicial sólo hubiera un triunfador.

"Aspiro a que juntos ampliemos la autonomía y afiancemos la imparcialidad de nuestros organismos electorales, a fin de que la voluntad popular y sólo ella, determine los resultados de los comicios.

"Confiabilidad, certeza, regularidad y limpieza electorales no pueden seguir siendo sólo aspiraciones, tienen que ser realidades que se impongan en las conciencias de los ciudadanos."

Pero el sueño se truncó.