ASTILLERO
Julio Hernández López
Buches de petróleo
* Grande preocupación felipense
* Oportuno decálogo marca Cuau
* El ciudadano Norberto marcha
El guión de los acuerdos secretos con Estados Unidos sobre la privatización del petróleo mexicano sigue adelante. Ayer, Felipe Calderón pegó el oportuno grito en el cielo porque, según eso, sólo nos queda petróleo para unos nueve años más, así es que urgen fórmulas novedosas, modernas, audaces e inteligentes para evitar la catástrofe inminente como, por ejemplo, ejem... abrir el camino legislativo para que capitales extranjeros y nativos puedan sacrificarse al invertir, con gran riesgo, en un negocio que presuntamente va de caída. Pero, eso sí, ¡sin privatizar Pemex, faltaba más!
La piadosa y patriótica preocupación calderónica es tan creíble como el momento de días atrás en que George W. Bush contestó a periodistas que no había hablado con Felipe Calderón del petróleo mexicano porque éste (y se quiso poner muy serio el mal histrión texano) forma parte de la soberanía mexicana. O tan creíble como las exhortaciones contra la corrupción que hizo el presidente formal de México al lado del compendio de carísimas trácalas que es el charro sindical petrolero Carlos Romero Deschamps; un presidente formal de México, en lucha contra las pillerías, que nombró a uno de quienes le beneficiaron electoralmente con encuestas truqueadas, Jesús Reyes Heroles, al frente de Pemex, y a uno de los partícipes de actos de tráfico de influencias, César Nava, como secretario particular de Los Pinos (se puede consultar el Desfiladero de Jaime Avilés de este sábado, en La Jornada, para leer sobre la información que el propio Jaime había publicado el año pasado y este martes retomó el programa televisivo del lopezobradorismo, La verdad sea dicha).
Otro prócer preocupado por modernizar el changarro petrolero es el Hombre del Vicentenario, Cuauhtémoc Cárdenas, que ya no es el comisionado foxista para organizar festejos revolucionarios e independistas, pero sigue en la línea (altamente grata para los propósitos del calderonismo) de promover ciertas formas de participación privada en el negocio de los energéticos, como si las leyes de verdad fueran valladar a ambiciones desbordadas y como si abrir parcialmente la puerta a los apetitos externos, aprovechando vacíos o permisividades jurídicas, no fuese una oportunidad que la voracidad empresarial extenderá e incrementará. Por cierto, el papá del gobernador de Michoacán fue impugnado por un pequeño grupo de personas que reivindicaba la figura de Andrés Manuel López Obrador en contraposición con el entreguismo y las traiciones que adjudican al hijo del general que fue presidente de México. Defensores del papá, e hijo (que también fue gobernador de Michoacán y que ayer presentó su decálogo del buen contratismo rescatista) acusaron a los manifestantes de ser "agentes del pelele", en una extraña adopción de lenguaje ajeno al del propio Cuauhtémoc que suele tener expresiones de respeto y colaboración política (no criticar al felipismo, desde una posición como la del ingenioso ingeniero, es una gran ayuda) para su paisano panista (Felipe, pues).
El viajero permanente, Andrés Manuel López Obrador, repitió sus rutinas discursivas por Oaxaca, aunque adelantó que el próximo 25, en el cierre de la Convención Nacional Democrática, anunciará un plan para enfrentar la pretensión calderónica de privatizar el petróleo mexicano. El futuro papá ha asegurado que movilizará a los ciudadanos opuestos a las anunciadas maniobras en terrenos petroleros.
Listo para marchar por las calles estaría el ciudadano Norberto Rivera Carrera (no el cardenal, del mismo nombre, pues, aunque son la misma persona, la versión religiosa no quiere aparecer en público, ni dar declaraciones para que no le pregunten sobre la protección a pederastas de que le acusan en tribunales estadunidenses). Esa disposición norbertina a la lucha cívica ha sido anunciada por Armando Martínez, presidente del Colegio de Abogados Católicos que estaría en contra de las modificaciones legales capitalinas en materia de aborto. Según Martínez, se organiza una marcha que irá de la Catedral Metropolitana a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y en ella se prevé que participe, como ciudadano, el antedicho señor Rivera Carrera, ¡chido: el niño... (gulp, hay palabras que hasta a un santo como el padre Maciel le resultan difíciles de pronunciar sin problema de conciencia). Retomemos el hilo: el niño héroe de Catedral podrá envolverse en la bandera de la lucha contra el aborto y las sociedades de convivencia para desbarrancarse por las laderas del Cerro de la Intolerancia, declararse perseguido político y distraer del asunto de la pederastia trasnacional!
Monseñor Carlos Abascal, secretario de Gobernación del gobierno panista que preside Manuel Espino, ha dado por su parte la voz de arranque para que los militantes de la facción cristera del partido blanquiazul se lancen contra las modificaciones legales en materia de aborto que están por ser aprobadas en la capital del país. Al citado monseñor le cae de perlas la oportunidad de hacer campaña por la presidencia del comité nacional panista con la bandera antiabortista al aire. Por ello está cada vez con más frecuencia en los medios de comunicación, mientras Francisco Ramírez Acuña gasta su pólvora en los infiernitos del pleito con Emilio González Márquez por posiciones de poder en Jalisco.
Y por hoy es todo, mientras muere la hija del general Humberto López Portillo en circunstancias que apuntan hacia asuntos de narcotráfico o venganzas por las acciones que contra la guerrilla realizó el militar varios años atrás, el Ejército y la Policía Federal Preventiva desarman a las policías de Tabasco en el contexto de las investigaciones por el atentado de semanas atrás contra otro general (anoche, el químico Andrés Granier Melo daría un mensaje a sus paisanos para informar de las acciones castrenses que se realizarán en aquellas tierras tropicales). Así es que, ¡hasta mañana, en esta columna que se pregunta qué dará el gobierno capitalino a los vendedores en vía pública del Centro Histórico a cambio de que le regalen al marcelismo la imagen de limpieza urbana que junto con Tepito será colocada en la vitrina del futurismo nada temprano!
* Grande preocupación felipense
* Oportuno decálogo marca Cuau
* El ciudadano Norberto marcha
El guión de los acuerdos secretos con Estados Unidos sobre la privatización del petróleo mexicano sigue adelante. Ayer, Felipe Calderón pegó el oportuno grito en el cielo porque, según eso, sólo nos queda petróleo para unos nueve años más, así es que urgen fórmulas novedosas, modernas, audaces e inteligentes para evitar la catástrofe inminente como, por ejemplo, ejem... abrir el camino legislativo para que capitales extranjeros y nativos puedan sacrificarse al invertir, con gran riesgo, en un negocio que presuntamente va de caída. Pero, eso sí, ¡sin privatizar Pemex, faltaba más!
La piadosa y patriótica preocupación calderónica es tan creíble como el momento de días atrás en que George W. Bush contestó a periodistas que no había hablado con Felipe Calderón del petróleo mexicano porque éste (y se quiso poner muy serio el mal histrión texano) forma parte de la soberanía mexicana. O tan creíble como las exhortaciones contra la corrupción que hizo el presidente formal de México al lado del compendio de carísimas trácalas que es el charro sindical petrolero Carlos Romero Deschamps; un presidente formal de México, en lucha contra las pillerías, que nombró a uno de quienes le beneficiaron electoralmente con encuestas truqueadas, Jesús Reyes Heroles, al frente de Pemex, y a uno de los partícipes de actos de tráfico de influencias, César Nava, como secretario particular de Los Pinos (se puede consultar el Desfiladero de Jaime Avilés de este sábado, en La Jornada, para leer sobre la información que el propio Jaime había publicado el año pasado y este martes retomó el programa televisivo del lopezobradorismo, La verdad sea dicha).
Otro prócer preocupado por modernizar el changarro petrolero es el Hombre del Vicentenario, Cuauhtémoc Cárdenas, que ya no es el comisionado foxista para organizar festejos revolucionarios e independistas, pero sigue en la línea (altamente grata para los propósitos del calderonismo) de promover ciertas formas de participación privada en el negocio de los energéticos, como si las leyes de verdad fueran valladar a ambiciones desbordadas y como si abrir parcialmente la puerta a los apetitos externos, aprovechando vacíos o permisividades jurídicas, no fuese una oportunidad que la voracidad empresarial extenderá e incrementará. Por cierto, el papá del gobernador de Michoacán fue impugnado por un pequeño grupo de personas que reivindicaba la figura de Andrés Manuel López Obrador en contraposición con el entreguismo y las traiciones que adjudican al hijo del general que fue presidente de México. Defensores del papá, e hijo (que también fue gobernador de Michoacán y que ayer presentó su decálogo del buen contratismo rescatista) acusaron a los manifestantes de ser "agentes del pelele", en una extraña adopción de lenguaje ajeno al del propio Cuauhtémoc que suele tener expresiones de respeto y colaboración política (no criticar al felipismo, desde una posición como la del ingenioso ingeniero, es una gran ayuda) para su paisano panista (Felipe, pues).
El viajero permanente, Andrés Manuel López Obrador, repitió sus rutinas discursivas por Oaxaca, aunque adelantó que el próximo 25, en el cierre de la Convención Nacional Democrática, anunciará un plan para enfrentar la pretensión calderónica de privatizar el petróleo mexicano. El futuro papá ha asegurado que movilizará a los ciudadanos opuestos a las anunciadas maniobras en terrenos petroleros.
Listo para marchar por las calles estaría el ciudadano Norberto Rivera Carrera (no el cardenal, del mismo nombre, pues, aunque son la misma persona, la versión religiosa no quiere aparecer en público, ni dar declaraciones para que no le pregunten sobre la protección a pederastas de que le acusan en tribunales estadunidenses). Esa disposición norbertina a la lucha cívica ha sido anunciada por Armando Martínez, presidente del Colegio de Abogados Católicos que estaría en contra de las modificaciones legales capitalinas en materia de aborto. Según Martínez, se organiza una marcha que irá de la Catedral Metropolitana a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y en ella se prevé que participe, como ciudadano, el antedicho señor Rivera Carrera, ¡chido: el niño... (gulp, hay palabras que hasta a un santo como el padre Maciel le resultan difíciles de pronunciar sin problema de conciencia). Retomemos el hilo: el niño héroe de Catedral podrá envolverse en la bandera de la lucha contra el aborto y las sociedades de convivencia para desbarrancarse por las laderas del Cerro de la Intolerancia, declararse perseguido político y distraer del asunto de la pederastia trasnacional!
Monseñor Carlos Abascal, secretario de Gobernación del gobierno panista que preside Manuel Espino, ha dado por su parte la voz de arranque para que los militantes de la facción cristera del partido blanquiazul se lancen contra las modificaciones legales en materia de aborto que están por ser aprobadas en la capital del país. Al citado monseñor le cae de perlas la oportunidad de hacer campaña por la presidencia del comité nacional panista con la bandera antiabortista al aire. Por ello está cada vez con más frecuencia en los medios de comunicación, mientras Francisco Ramírez Acuña gasta su pólvora en los infiernitos del pleito con Emilio González Márquez por posiciones de poder en Jalisco.
Y por hoy es todo, mientras muere la hija del general Humberto López Portillo en circunstancias que apuntan hacia asuntos de narcotráfico o venganzas por las acciones que contra la guerrilla realizó el militar varios años atrás, el Ejército y la Policía Federal Preventiva desarman a las policías de Tabasco en el contexto de las investigaciones por el atentado de semanas atrás contra otro general (anoche, el químico Andrés Granier Melo daría un mensaje a sus paisanos para informar de las acciones castrenses que se realizarán en aquellas tierras tropicales). Así es que, ¡hasta mañana, en esta columna que se pregunta qué dará el gobierno capitalino a los vendedores en vía pública del Centro Histórico a cambio de que le regalen al marcelismo la imagen de limpieza urbana que junto con Tepito será colocada en la vitrina del futurismo nada temprano!