AL CISEN UN MERCENARIO Y GOLPEADOR DE LA IZQUIERDA
La nueva ingeniería política de los servicios de Inteligencia mexicanos
Cisen: Del espionaje político al monitoreo electoral “NO HUBO FRAUDE”: VALDÉS Y 134 INTELECTUALES
Paradojas del destino: Guillermo Valdés le trabajó al Cisen de Medina Mora desde 2001, elaborando estudios de prospectiva por los que se les pagaba 160 mil pesos al año. Ahora Medina Mora es titular de la PGR y el ex director de GEA-ISA es el responsable del Cisen. Sobre este último nombramiento buscamos una entrevista con Valdés Castellanos, pero uno de sus asesores, Alejandro Razo nos informó que de acuerdo a la normatividad vigente del citado organismo, dicho encuentro no era posible.
Hasta antes de que trascendiera su nombramien! to, siempre se manejó como analista político ind! ependien te en sus colaboraciones periodísticas, y el 3 de agosto de 2006 firmó (y tal vez cabildeó en nombre de Felipe, su nuevo jefe) con otros 134 intelectuales un desplegado titulado No hubo fraude / 135 intelectuales, manifiesto en el que se puntualizaba: “Quienes firmamos este documento hemos seguido los argumentos y pruebas presentadas en el litigio. No encontramos evidencias firmes que permitan sostener la existencia de un fraude maquinado en contra o a favor de alguno de los candidatos. En una elección que cuentan los ciudadanos puede haber errores e irregularidades, pero NO FRAUDE”.
Firman el desplegado además de Guillermo Valdés Castellanos, entre otros las siguientes personalidades: Larissa Adler, Sealtiel Alatriste, Jorge Alcocer, Roger Bartra, Ulises Beltrán, J. J. Blanco, Julia Carabias, Ma. Amparo Casar, Jorge G. Casteñada, J. Luis Cuevas, Luis de la Barreda, Enrique Florescano, Luis González de Alba, E! nrique Krauze, Soledad Loaeza, Joel Ortega Juárez, Federico Reyes Heroles, José Sarukhán, José Woldenberg y Leo Zuckerman.
“ESPERO TRABAJAR MEJOR (EN EL CISEN), QUE COMO ESCRIBO”
“Fortalecer al Estado para que pueda, desempeñar adecuadamente sus funciones –garantizar la seguridad de los ciudadanos, definir el rumbo, regular la economía, crear sinergias con el mercado y la sociedad, brindar bienes y servicios públicos básicos que generen justicia e igualdad, entre otros siempre sometido a la ley–, es un imperativo para hacer avanzar la democracia e impulsar el desarrollo”, escribió Guillermo Valdés en su despedida del periodismo y anunciar que aceptaba la invitación del presidente Calderón para trabajar en su Gobierno.
Y modestamente explicó así su nuevo trabajo: “Mi tarea consistirá en colaborar en el fortalecimiento del Estado democrático. Esp! ero entregar buenas cuentas. Espero trabajar mejor que como es! cribo”. La Seguridad Nacional y la Inteligencia gubernamental que tienen bien ganada fama de hacer el trabajo sucio (espionaje y vigilancia política de actores políticos), bajo cañerías y de violación a los derechos humanos (tortura, detenciones ilegales, etcétera), ahora son presentadas por Guillermo Valdés como santuarios de la transición democrática.
Jorge Zepeda Patterson en su libro Los suspirantes (Planeta, 2005) consigna una reunión de cantina en el Centro Histórico (2005) en donde un grupo de “analistas, políticos y economistas” animaban a Felipe en sus aspiraciones para presidir el PAN. “Quiero ser presidente de mi partido, pero estoy muy chavo y no me van a querer” –decía Calderón–. Entre copa y copa sus camaradas lo alentaban: “Felipe, si quieres, sí puedes”. Y finalmente pudo. Pero sus acompañantes también: Rodrigo Morales y Andrés Albo fueron ! electos consejeros electorales del IFE, junto con otros dos amigos de Felipe, Arturo Sánchez y Luis Carlos Ugalde, cuya ex esposa, Lía Limón, estuvo en el equipo de campaña del panista. Guillermo Valdés Castellanos empleado de GEA-ISA se convirtió en su asesor formal como presidente del PAN, para después alcanzar la gloria como director general del Cisen.
LA POLICÍA POLÍTICA EN SU LABERINTO
Los servicios de Inteligencia mexicana (Cisen) trabajarán como siempre lo han hecho: Con fuentes abiertas o encubiertas. Para estas últimas se valen de agentes y de redes de informantes voluntarios o pagados. Otra de sus funciones es vigilar a través de operaciones secretas o clandestinas a los enemigos del Estado (adversarios políticos) y de la Seguridad Nacional. También orientan su trabajo de acuerdo a una agenda de riesgos que incluye las principales amenazas a la Segurida! d Nacional.
UN GOLPEADOR DE LA IZQUIERDA LLEGA AL CISEN
Para 2007 los servicios de Seguridad e Inteligencia nacionales absorberán el 40 por ciento del presupuesto de la Secretarí! a de Gobernación. Así, el área de Servicios de Inteligencia tendrá alrededor de mil 114 millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado en diciembre pasado.
Actualmente el Centro de Investigación y Seguridad Nacional cubre partidos políticos, sindicatos, organizaciones civiles, estudiantiles, religiosas, organismos públicos y privados y grupos de observadores. Entre sus actividades específicas se encuentra “la elaboración de un directorio, integración y actualización de currícula de líderes, dirigentes y miembros destacados”. La parte medular de las tareas de sus agentes consiste en la “identificación de los diferentes grupos de poder al interior, su relación con empresarios, religiosos, caciques, intelectuales y periodistas”.
En suma, de todo aquel que pueda constituir un riesgo de estallido social o generar problemas políticos! o económicos: Por lo que se tienen hasta sus datos m&a! acute;s íntimos, pues no se excluye “el chantaje como medida de presión para que este objetivo se cumpla”.
El periodista Raymundo Riva Palacio considera que llega al Cisen un “golpeador de la izquierda”, confidente, amigo y coordinador de las encuestas azuladas de Felipe.
¿Encuestólogos o gargantas profundas?
Aparte de Guillermo Valdés Castellanos (GEA-ISA), dos encuestólogos más serán incorporados como asesores políticos al equipo de Felipe Calderón: Se trata de Alejandro Poiré, quien fungió como director de prerrogativas y partidos políticos del IFE hasta 2005, y Rafael Juárez Jiménez, dueño de la encuestadora ARCOP, a quien apodan el Garganta profunda, de quien se rumora fue despedido como consultor de dos medios nacionales, quien además le hacía las encuestas al PAN y se caracterizaba por filtrar versiones como la que provocó que Paco Ortiz, el publicista incómodo de Fox dejara de ser responsable de Imagen y Mercadotecnia de la campaña calderonista.
(Hugo Sánchez)
Cisen infiltra a la APPO
Por:Hugo Sánchez Gudiño
Guillermo Valdéz Castellanos, director de la empresa encuestadora GEA-ISA, la misma que colocó en los momios a Calderón Hinojosa sobre López Obrador, es el nuevo director del Centro de Información y Seguridad Nacional
“Seguro con la pistola, seguro para matar... Mi oficio es hacer pinches muertos”.
(Lema de un ex policía judicial de la DFS.)
Guillermo Valdéz Castellanos, director de la empresa encuestadora GEA-ISA, la misma que colocó en los momios a Calderón Hinojosa sobre López Obrador, es el nuevo director del Centro de Información y Seguridad Nacional
“Seguro con la pistola, seguro para matar... Mi oficio es hacer pinches muertos”.
(Lema de un ex policía judicial de la DFS.)
“En el juego de la vida o del destino, la gente no llega tan lejos como augura su talento, sino como permiten sus limitaciones”, –escribió el historiador Héctor Aguilar Camín (La conspiración de la fortuna, Planeta, 2005), otrora intelectual orgánico del salinismo, hoy conductor de Zona Abierta que se transmite los jueves por Canal 2 de Televisa. Reflexión que bien podría aplicarse a Guillermo Valdés Castellanos, nuevo intelectual orgánico de Felipe Calderón (algunos medios lo señalan como su amigo íntimo) que fue nombrado director general del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen).
Director de GEA-ISA (siglas de Grupo de Economistas y Asociados y de Investigaciones Aplicadas), empresa encuestadora que durante los ! últimos años colocó a Felipe Calderón siempre por arriba del perredista Andrés Manuel López Obrador, así como analista político de Milenio Diario desde el año 2000 y de otros medios desde 1997, entre los que se cuentan el noticiario radiofónico de Ciro Gómez Leyva, Fórmula de la Tarde, Valdés Castellanos aprovechó todos estos foros para reflexionar sobre “el sexenio de la alternancia”, divulgar los resultados de las encuestas de su empresa y favorecer en dichos espacios mediáticos a sus amigos y camaradas de ruta.
Se podría afirmar sin exageración alguna, que su labor fue clave en la campaña mediática antipejista Un peligro para México (a la que se sumarían después todas las encuestadoras), encaminada a inflar primero artificialmente a Calderón (enero 2006); para luego colocarlo infructuosamente como empatado t&e! acute;cnicamente en dos ocasiones con AMLO (sustentada en la g! uerra su cia instrumentada por Dick Morris y el catalán Antonio Solá, marzo-2006); y finalmente darlo por ganador, aun después del segundo debate, donde el escándalo del cuñado incómodo Hildebrando afectaba duramente la imagen pública de Felipe (junio 2006).
Con esa trayectoria de incondicionalidad absoluta, su amigo íntimo y confidente lo recompensó incorporándolo como nuevo intelectual orgánico del Gobierno panista, que sin proyecto concreto de Seguridad Nacional e Inteligencia, pero con una fuerte experiencia en mercadotecnia electoral azul (encuestas), asumió el cargo del Cisen (8 enero 2006), sustituyendo al doctor Jaime Domingo López Buitrón, miembro del equipo del ex titular de la Segob, Carlos María Abascal Carranza, desplazando de último minuto a Jorge Tello Peón, uno de los candidatos más fuertes para ocupar el puesto.
El calderonismo le apostó con este nombramiento a configurar la estructura y maquinaria de la ingeniería político-electoral que maneja Valdés, para aplicarla e instrumentarla a su favor en las próximas elecciones estatales (Yucatán, Michoacán y Baja California) y municipales. Tan es así, que en la Secretaría de Gobernación se informa que Guillermo Valdés se abocará al análisis de seguridad, mientras las labores de Inteligencia (operativas) quedarán a cargo de la PGR y la PFP.
En esta tesitura, fuentes del Cisen consultadas por QUEHACER POLÍTICO señalaron que ya inició la “operación limpieza” al interior del organismo (es decir, han comenzado a correr las renuncias de distintos mandos y de personal operativo especializado).
Algunos de los cuadros más calificados del organismo de Inteligencia nacional han emigrado al Edomex con Wilfrido Robledo, viejo lobo de mar en! esas lides y responsable de la seguridad de dicha entidad, as! imismo o tros se han incorporado al equipo de Genaro García Luna (Seguridad Pública), como fue el caso de Ardelio Vargas, quien fuera director de operaciones del Cisen.
Por otra parte, sobresale el nombramiento de Edgardo Pérez Campbell como secretario general del Cisen, el segundo de a bordo de Guillermo Valdés, pero quien en realidad hará la talacha. Campbell fue contralor de policías en Tlalnepantla cuando Rubén Mendoza El Feo era presidente municipal (y fracasado candidato a la gubernatura de la entidad), y después terminó como director general de Seguridad Pública del mismo municipio con el sucesor del Feo, Ulises Ramírez.
Durante el sexenio foxista el Cisen se volvió un caos donde el tráfico y venta de información estuvo a la orden del día. Citan a este semanario los siguientes casos: La publicación de informes confidenciales sobre propiedades de político! s o de su presunta vinculación con narcotraficantes, grabaciones telefónicas de políticos y empresarios, y la venta de expedientes completos como los de Fernando Gutiérrez Barrios, Elba Esther Gordillo, Jorge Castañeda, AMLO, etcétera, a precios que fluctúan entre los 200 y 500 mil pesos.
Director de GEA-ISA (siglas de Grupo de Economistas y Asociados y de Investigaciones Aplicadas), empresa encuestadora que durante los ! últimos años colocó a Felipe Calderón siempre por arriba del perredista Andrés Manuel López Obrador, así como analista político de Milenio Diario desde el año 2000 y de otros medios desde 1997, entre los que se cuentan el noticiario radiofónico de Ciro Gómez Leyva, Fórmula de la Tarde, Valdés Castellanos aprovechó todos estos foros para reflexionar sobre “el sexenio de la alternancia”, divulgar los resultados de las encuestas de su empresa y favorecer en dichos espacios mediáticos a sus amigos y camaradas de ruta.
Se podría afirmar sin exageración alguna, que su labor fue clave en la campaña mediática antipejista Un peligro para México (a la que se sumarían después todas las encuestadoras), encaminada a inflar primero artificialmente a Calderón (enero 2006); para luego colocarlo infructuosamente como empatado t&e! acute;cnicamente en dos ocasiones con AMLO (sustentada en la g! uerra su cia instrumentada por Dick Morris y el catalán Antonio Solá, marzo-2006); y finalmente darlo por ganador, aun después del segundo debate, donde el escándalo del cuñado incómodo Hildebrando afectaba duramente la imagen pública de Felipe (junio 2006).
Con esa trayectoria de incondicionalidad absoluta, su amigo íntimo y confidente lo recompensó incorporándolo como nuevo intelectual orgánico del Gobierno panista, que sin proyecto concreto de Seguridad Nacional e Inteligencia, pero con una fuerte experiencia en mercadotecnia electoral azul (encuestas), asumió el cargo del Cisen (8 enero 2006), sustituyendo al doctor Jaime Domingo López Buitrón, miembro del equipo del ex titular de la Segob, Carlos María Abascal Carranza, desplazando de último minuto a Jorge Tello Peón, uno de los candidatos más fuertes para ocupar el puesto.
El calderonismo le apostó con este nombramiento a configurar la estructura y maquinaria de la ingeniería político-electoral que maneja Valdés, para aplicarla e instrumentarla a su favor en las próximas elecciones estatales (Yucatán, Michoacán y Baja California) y municipales. Tan es así, que en la Secretaría de Gobernación se informa que Guillermo Valdés se abocará al análisis de seguridad, mientras las labores de Inteligencia (operativas) quedarán a cargo de la PGR y la PFP.
En esta tesitura, fuentes del Cisen consultadas por QUEHACER POLÍTICO señalaron que ya inició la “operación limpieza” al interior del organismo (es decir, han comenzado a correr las renuncias de distintos mandos y de personal operativo especializado).
Algunos de los cuadros más calificados del organismo de Inteligencia nacional han emigrado al Edomex con Wilfrido Robledo, viejo lobo de mar en! esas lides y responsable de la seguridad de dicha entidad, as! imismo o tros se han incorporado al equipo de Genaro García Luna (Seguridad Pública), como fue el caso de Ardelio Vargas, quien fuera director de operaciones del Cisen.
Por otra parte, sobresale el nombramiento de Edgardo Pérez Campbell como secretario general del Cisen, el segundo de a bordo de Guillermo Valdés, pero quien en realidad hará la talacha. Campbell fue contralor de policías en Tlalnepantla cuando Rubén Mendoza El Feo era presidente municipal (y fracasado candidato a la gubernatura de la entidad), y después terminó como director general de Seguridad Pública del mismo municipio con el sucesor del Feo, Ulises Ramírez.
Durante el sexenio foxista el Cisen se volvió un caos donde el tráfico y venta de información estuvo a la orden del día. Citan a este semanario los siguientes casos: La publicación de informes confidenciales sobre propiedades de político! s o de su presunta vinculación con narcotraficantes, grabaciones telefónicas de políticos y empresarios, y la venta de expedientes completos como los de Fernando Gutiérrez Barrios, Elba Esther Gordillo, Jorge Castañeda, AMLO, etcétera, a precios que fluctúan entre los 200 y 500 mil pesos.
Paradojas del destino: Guillermo Valdés le trabajó al Cisen de Medina Mora desde 2001, elaborando estudios de prospectiva por los que se les pagaba 160 mil pesos al año. Ahora Medina Mora es titular de la PGR y el ex director de GEA-ISA es el responsable del Cisen. Sobre este último nombramiento buscamos una entrevista con Valdés Castellanos, pero uno de sus asesores, Alejandro Razo nos informó que de acuerdo a la normatividad vigente del citado organismo, dicho encuentro no era posible.
Hasta antes de que trascendiera su nombramien! to, siempre se manejó como analista político ind! ependien te en sus colaboraciones periodísticas, y el 3 de agosto de 2006 firmó (y tal vez cabildeó en nombre de Felipe, su nuevo jefe) con otros 134 intelectuales un desplegado titulado No hubo fraude / 135 intelectuales, manifiesto en el que se puntualizaba: “Quienes firmamos este documento hemos seguido los argumentos y pruebas presentadas en el litigio. No encontramos evidencias firmes que permitan sostener la existencia de un fraude maquinado en contra o a favor de alguno de los candidatos. En una elección que cuentan los ciudadanos puede haber errores e irregularidades, pero NO FRAUDE”.
Firman el desplegado además de Guillermo Valdés Castellanos, entre otros las siguientes personalidades: Larissa Adler, Sealtiel Alatriste, Jorge Alcocer, Roger Bartra, Ulises Beltrán, J. J. Blanco, Julia Carabias, Ma. Amparo Casar, Jorge G. Casteñada, J. Luis Cuevas, Luis de la Barreda, Enrique Florescano, Luis González de Alba, E! nrique Krauze, Soledad Loaeza, Joel Ortega Juárez, Federico Reyes Heroles, José Sarukhán, José Woldenberg y Leo Zuckerman.
“Fortalecer al Estado para que pueda, desempeñar adecuadamente sus funciones –garantizar la seguridad de los ciudadanos, definir el rumbo, regular la economía, crear sinergias con el mercado y la sociedad, brindar bienes y servicios públicos básicos que generen justicia e igualdad, entre otros siempre sometido a la ley–, es un imperativo para hacer avanzar la democracia e impulsar el desarrollo”, escribió Guillermo Valdés en su despedida del periodismo y anunciar que aceptaba la invitación del presidente Calderón para trabajar en su Gobierno.
Y modestamente explicó así su nuevo trabajo: “Mi tarea consistirá en colaborar en el fortalecimiento del Estado democrático. Esp! ero entregar buenas cuentas. Espero trabajar mejor que como es! cribo”. La Seguridad Nacional y la Inteligencia gubernamental que tienen bien ganada fama de hacer el trabajo sucio (espionaje y vigilancia política de actores políticos), bajo cañerías y de violación a los derechos humanos (tortura, detenciones ilegales, etcétera), ahora son presentadas por Guillermo Valdés como santuarios de la transición democrática.
Jorge Zepeda Patterson en su libro Los suspirantes (Planeta, 2005) consigna una reunión de cantina en el Centro Histórico (2005) en donde un grupo de “analistas, políticos y economistas” animaban a Felipe en sus aspiraciones para presidir el PAN. “Quiero ser presidente de mi partido, pero estoy muy chavo y no me van a querer” –decía Calderón–. Entre copa y copa sus camaradas lo alentaban: “Felipe, si quieres, sí puedes”. Y finalmente pudo. Pero sus acompañantes también: Rodrigo Morales y Andrés Albo fueron ! electos consejeros electorales del IFE, junto con otros dos amigos de Felipe, Arturo Sánchez y Luis Carlos Ugalde, cuya ex esposa, Lía Limón, estuvo en el equipo de campaña del panista. Guillermo Valdés Castellanos empleado de GEA-ISA se convirtió en su asesor formal como presidente del PAN, para después alcanzar la gloria como director general del Cisen.
Los servicios de Inteligencia mexicana (Cisen) trabajarán como siempre lo han hecho: Con fuentes abiertas o encubiertas. Para estas últimas se valen de agentes y de redes de informantes voluntarios o pagados. Otra de sus funciones es vigilar a través de operaciones secretas o clandestinas a los enemigos del Estado (adversarios políticos) y de la Seguridad Nacional. También orientan su trabajo de acuerdo a una agenda de riesgos que incluye las principales amenazas a la Segurida! d Nacional.
Desde su creación estos servicios (calif! icados c omo la policía política del régimen), han sido utilizados para beneficiar al Gobierno federal en turno y al partido en el poder (primero el PRI y ahora el PAN), hostigando a los enemigos políticos del régimen en turno a través de: Infiltración en grupos disidentes, fotografías clandestinas, vigilancia de personas y filtraciones informativas a la prensa.
Durante el foxismo, la agenda nacional de los servicios de Inteligencia mexicanos se hizo pública y comprendía: Narcotráfico, grupos subversivos y organizaciones afines, crimen organizado, seguridad pública, corrupción, terrorismo internacional, proliferación armamentista, ingobernabilidad, estabilidad económica y desigualdad social.
Desde 1918, entonces (aproximadamente ocho décadas) los servicios de Inteligencia mexicanos tienen su sede en la capital y salvo en el sexenio de Miguel Alemán (1946-1952),! siempre ha estado formalmente integrado a la Secretaría de Gobernación, sufriendo distintos cambios que van del espionaje político (para anular a los enemigos) al monitoreo-espionaje-prospectivo de tipo electoral.
Para el académico e investigador del Colmex, Sergio Aguayo, desde un primer momento fueron una policía política cuya principal función era vigilar a aliados y enemigos, funcionarios, candidatos y grupos de todo el espectro de la política nacional.
La obsesión por ocultar la verdadera identidad de estos agentes de Inteligencia llegó al grado de que en el Reglamento de la Secretaría de Gobernación, publicado en el Diario Oficial (agosto, 1938), se señalaba que para ayudar a mantener el anonimato, Gobernación les entregaría “credenciales” ajenas a su cargo oficial, como de periodistas, representantes de casas comerciales, miembros de la Cruz Roja o Blanca, etcétera.
El 13 de febrero de 1989, en pleno auge de! l salini smo, el Cisen sustituyó a la Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional (DGISN), que hasta 1985 era la temible DFS.
La entrada en vigor del Reglamento de la Ley de Seguridad Nacional a finales de 2005, contribuyó para que el Cisen se convirtiera en la base del esquema estratégico de la política de seguridad nacional, para lo cual, de acuerdo con sus Manuales de Operación –consultados por QUEHACER POLÍTICO–, sus agentes pueden emplear ilegalmente, entre otras muchas cosas, desde micrófonos de onda ultracorta y sistemas de rayos láser, hasta técnicas denominadas a pie, móvil, estacionaria, discreta, abierta, por cuadros y zonas, para vigilar o espiar todos los movimientos de sus blancos.
Durante el foxismo, la agenda nacional de los servicios de Inteligencia mexicanos se hizo pública y comprendía: Narcotráfico, grupos subversivos y organizaciones afines, crimen organizado, seguridad pública, corrupción, terrorismo internacional, proliferación armamentista, ingobernabilidad, estabilidad económica y desigualdad social.
Desde 1918, entonces (aproximadamente ocho décadas) los servicios de Inteligencia mexicanos tienen su sede en la capital y salvo en el sexenio de Miguel Alemán (1946-1952),! siempre ha estado formalmente integrado a la Secretaría de Gobernación, sufriendo distintos cambios que van del espionaje político (para anular a los enemigos) al monitoreo-espionaje-prospectivo de tipo electoral.
Para el académico e investigador del Colmex, Sergio Aguayo, desde un primer momento fueron una policía política cuya principal función era vigilar a aliados y enemigos, funcionarios, candidatos y grupos de todo el espectro de la política nacional.
La obsesión por ocultar la verdadera identidad de estos agentes de Inteligencia llegó al grado de que en el Reglamento de la Secretaría de Gobernación, publicado en el Diario Oficial (agosto, 1938), se señalaba que para ayudar a mantener el anonimato, Gobernación les entregaría “credenciales” ajenas a su cargo oficial, como de periodistas, representantes de casas comerciales, miembros de la Cruz Roja o Blanca, etcétera.
El 13 de febrero de 1989, en pleno auge de! l salini smo, el Cisen sustituyó a la Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional (DGISN), que hasta 1985 era la temible DFS.
La entrada en vigor del Reglamento de la Ley de Seguridad Nacional a finales de 2005, contribuyó para que el Cisen se convirtiera en la base del esquema estratégico de la política de seguridad nacional, para lo cual, de acuerdo con sus Manuales de Operación –consultados por QUEHACER POLÍTICO–, sus agentes pueden emplear ilegalmente, entre otras muchas cosas, desde micrófonos de onda ultracorta y sistemas de rayos láser, hasta técnicas denominadas a pie, móvil, estacionaria, discreta, abierta, por cuadros y zonas, para vigilar o espiar todos los movimientos de sus blancos.
Para 2007 los servicios de Seguridad e Inteligencia nacionales absorberán el 40 por ciento del presupuesto de la Secretarí! a de Gobernación. Así, el área de Servicios de Inteligencia tendrá alrededor de mil 114 millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado en diciembre pasado.
Actualmente el Centro de Investigación y Seguridad Nacional cubre partidos políticos, sindicatos, organizaciones civiles, estudiantiles, religiosas, organismos públicos y privados y grupos de observadores. Entre sus actividades específicas se encuentra “la elaboración de un directorio, integración y actualización de currícula de líderes, dirigentes y miembros destacados”. La parte medular de las tareas de sus agentes consiste en la “identificación de los diferentes grupos de poder al interior, su relación con empresarios, religiosos, caciques, intelectuales y periodistas”.
En suma, de todo aquel que pueda constituir un riesgo de estallido social o generar problemas políticos! o económicos: Por lo que se tienen hasta sus datos m&a! acute;s íntimos, pues no se excluye “el chantaje como medida de presión para que este objetivo se cumpla”.
El periodista Raymundo Riva Palacio considera que llega al Cisen un “golpeador de la izquierda”, confidente, amigo y coordinador de las encuestas azuladas de Felipe.
La refundación de los Servicios de Inteligencia en México, iniciada en la segunda década de los 80 con la creación del Cisen, tendría notables fallas en su funcionamiento, como el no haber anticipado a tiempo el levantamiento zapatista en los 90 y haber jugado un papel clave en los videoescándalos de 2004, que pretendían acabar con la carrera política de AMLO.
La llegada de un encuestador profesional y amigo del Presidente al Cisen, ha provocado malestar en el gremio de los orejas y judiciales. Tanto que al abordar a un antiguo madrina de la vieja guardia, esto nos dijo: “De mucho licenciado para acá y licenciado para allá! . Y yo ya no cuento. Quítese viejo pendejo. ¿En qué universidad estudió? No, para hacer esto ahora se necesita tener título. Pinche título. Antes se necesitaban güevos, y ora se necesita título. Pinche título”.
La llegada de un encuestador profesional y amigo del Presidente al Cisen, ha provocado malestar en el gremio de los orejas y judiciales. Tanto que al abordar a un antiguo madrina de la vieja guardia, esto nos dijo: “De mucho licenciado para acá y licenciado para allá! . Y yo ya no cuento. Quítese viejo pendejo. ¿En qué universidad estudió? No, para hacer esto ahora se necesita tener título. Pinche título. Antes se necesitaban güevos, y ora se necesita título. Pinche título”.
Aparte de Guillermo Valdés Castellanos (GEA-ISA), dos encuestólogos más serán incorporados como asesores políticos al equipo de Felipe Calderón: Se trata de Alejandro Poiré, quien fungió como director de prerrogativas y partidos políticos del IFE hasta 2005, y Rafael Juárez Jiménez, dueño de la encuestadora ARCOP, a quien apodan el Garganta profunda, de quien se rumora fue despedido como consultor de dos medios nacionales, quien además le hacía las encuestas al PAN y se caracterizaba por filtrar versiones como la que provocó que Paco Ortiz, el publicista incómodo de Fox dejara de ser responsable de Imagen y Mercadotecnia de la campaña calderonista.
(Hugo Sánchez)
QUEHACER POLÍTICO tuvo acceso a uno de los diversos informes del Cisen sobre cómo infiltró a la APPO; en él se indica que su agente encubierto estuvo sumergido y conviviendo con el movimiento oaxaqueño durante seis meses, mismos que le permitieron entregar una carpeta con fichas políticas pormenorizadas y detalladas de sus principales líderes que serían detenidos en diciembre de 2006.
El informe del Cisen revisado por este semanario destaca que su agente encubierto estuvo a la cabeza de la brigada de choque que enfrentó a la PFP en las calles de Morelos y Alcalá, al finalizar la marcha de la Revolución el 20 de noviembre, y que fue tan eficiente su trabajo que los appistas lo festejaron al ver en todos los diarios de circulación nacional las fotografías de po! licías federales preventivos, huyendo despavoridos del interior de algunas tanquetas de agua ante los certeros ataques de los activistas.
También el agente encubierto (que combinó las labores del oreja y del provocador) se sumó al grupo de asalto a tractocamiones y tiendas comerciales para obtener botes de pintura, thinner, alcohol y sustancias inflamables, petardos y bazucas caseras.
Todo lo anterior, le permitió ganarse la confianza de los appistas y colarse hasta los nervios centrales de la organización, especialmente en el campamento de la UABJO, el lugar mismo donde se decidían los pasos a seguir en la lucha contra Ulises Ruiz. En esta posición privilegiada, advirtió el momento oportuno cuando Flavio Sosa fue desplazado por los grupos más megaultras del movimiento.
Oaxaqueño típico, el agente del Cisen pasó desapercibido: Chaparrito, cabezón, moreno, delgado y de ! cejas pobladas, se movió como pez en el agua proporcion! ando al final un mapa completo de la composición interna de la APPO (incluyendo hasta los medicamentos caseros y enfermedades que padecían la mayor parte de sus dirigentes).
Hugo Sánchez)
El informe del Cisen revisado por este semanario destaca que su agente encubierto estuvo a la cabeza de la brigada de choque que enfrentó a la PFP en las calles de Morelos y Alcalá, al finalizar la marcha de la Revolución el 20 de noviembre, y que fue tan eficiente su trabajo que los appistas lo festejaron al ver en todos los diarios de circulación nacional las fotografías de po! licías federales preventivos, huyendo despavoridos del interior de algunas tanquetas de agua ante los certeros ataques de los activistas.
También el agente encubierto (que combinó las labores del oreja y del provocador) se sumó al grupo de asalto a tractocamiones y tiendas comerciales para obtener botes de pintura, thinner, alcohol y sustancias inflamables, petardos y bazucas caseras.
Todo lo anterior, le permitió ganarse la confianza de los appistas y colarse hasta los nervios centrales de la organización, especialmente en el campamento de la UABJO, el lugar mismo donde se decidían los pasos a seguir en la lucha contra Ulises Ruiz. En esta posición privilegiada, advirtió el momento oportuno cuando Flavio Sosa fue desplazado por los grupos más megaultras del movimiento.
Oaxaqueño típico, el agente del Cisen pasó desapercibido: Chaparrito, cabezón, moreno, delgado y de ! cejas pobladas, se movió como pez en el agua proporcion! ando al final un mapa completo de la composición interna de la APPO (incluyendo hasta los medicamentos caseros y enfermedades que padecían la mayor parte de sus dirigentes).
Hugo Sánchez)