En defensa del periodismo crítico y comprometido
XXXVI Certamen Nacional de Periodismo, Club de Periodistas de México, A.C.: Al despertar el alba en la calle de Filomeno Mata, rodeados por oaxaqueños en plantón que demandan la liberación del primer preso político del calderonismo, Flavio Sosa, van llegando los periodistas de todas las condiciones y niveles. Desde los divos de la televisión hasta el cronista mecapalero con paliacate y sombrero.
En un ir y venir de saludos, abrazos, parabienes y buenos deseos (“hermano que gusto verte, cómo pinta el nuevo Gobierno, ¿habrá bisnes? o de ¿nuevo promesas?”), se inicia la pasarela de las plumas que le dan vida al cuarto poder, acá en nuestra patria chica.
Se lleva la nota del día el maestro José Gutiérrez Vivó, quien hace una denuncia sobre el estrangulamiento financiero y la presión política de que ha sido objeto por parte del Gobierno federal; Edgar Gonzá! ;lez Ruiz, de QUEHACER POLÍTICO y su espléndido trabajo periodístico sobre la ultraderecha y la Iglesia; y el joven oaxaqueño Vladimir de Indymedia, que se hace acompañar de una rubia canadiense que mitad inglés y mitad español atrae cámaras y micrófonos con su llamado de solidaridad con Oaxaca.
Una banda toca el Himno Nacional y Celeste Sáenz de Miera inicia, recordando que este evento tiene 55 años de existir y cumple su XXXVI edición, con su firme e invariable defensa y respeto a la libertad de expresión ejercida con estricto apego a las reglas del honor profesional, que trabaja para consolidar los derechos de seguridad personal y laboral de los periodistas, que nunca como ahora, se han visto amenazados desde los diferentes poderes formales y de facto.
Es por ello que el Certamen Nacional de Periodismo, puntualizó Celeste Sáenz, es también un homenaje p&o! acute;stumo a las plumas que han caído, víctimas! de quie nes se sienten amenazados por el cotidiano ejercicio de su libertad de expresión; sin embargo, para asombro de sus detractores, las plumas se multiplican cuando las quieren aniquilar, como un opus eterno de la sinfonía del Aprendiz de Brujo.
A una semana de que Felipe Calderón tomara protesta como presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, la crema y nata del periodismo nacional se reúne aquí en el corazón del Centro Histórico para hacer patente su rechazo a las amenazas formales y reales de los poderes fácticos sobre la prensa crítica.
El escenario resulta óptimo para un homenaje póstumo a Jesús Blancornelas, fundador del semanario Zeta y denunciante permanente del cártel de Tijuana. Así se multiplican los nombres de los premiados: Andrés Henestrosa por su trayectoria y sus cien años de vida; Carmen Aristegui por Trascendencia Informativa por! Medios Electrónicos; Javier Solórzano por Foro Legislativo del Canal del Congreso; Miguel Ángel Granados Chapa de Reforma por su columna periodística; Ricardo Rocha de Reporte 13 de TV Azteca; Julio Hernández López por La Otra TV de La Jornada; los moneros José Hernández y Antonio Helguera de Proceso por Mono Sapiens; Jorge Zepeda Patterson de El Universal y Juan Pablo Becerra Acosta de Milenio, entre otros.
Gutiérrez Vivó reflexionó en voz alta sobre un tema que ya creíamos superado: La injerencia política de la Presidencia de la República en los medios críticos y pensantes, así como sus alianzas maquiavélicas con los hombres del dinero para estrangularlos financieramente. De manera pausada y enérgica señaló a la ex pareja presidencial y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de no tocar los intereses de la familia ! Aguirre y del Grupo Radio Centro. “Vicente Fox inventó ! que &eac ute;ramos la estación del PRD, le dije que el amarillo y negro se puso en 1974”, pero nunca lo entendieron. Al finalizar su intervención, recibió todo tipo de apoyo y solidaridad de los asistentes que sintieron que sus palabras condensan la temperatura política dominante en el gremio.
La espontaneidad del muchacho oaxaqueño de Indymedia, amezclillado y con toda la imagen de APPO, también robó la atención de los invitados durante el homenaje póstumo a Brad Will. Sus proclamas, nos hicieron recordar al primer preso político del calderonismo: Flavio Sosa y todos los activistas detenidos y torturados en los territorios salvajes de Ulises Ruiz.
Concluyó el evento, Mouris Salloum George y Celeste Sáenz de Miera despidieron a sus invitados. Las luminarias y los famosos se dispersaron, y sólo quedaron en el antiguo edificio de Filomeno Mata 8 los periodistas de la vieja guardia, aquellos! ancianos de la tercera edad que dedicaron toda su vida al ejercicio informativo y que ahora solos y en el olvido han encontrado posada en esta ilustre casa, producto de la Fundación Sáenz de Miera.
Quehacer Político