ESTRICTAMENTE PERSONAL
Raymundo Riva Palacio
27 de noviembre de 2006
El gabinete azul
Las presiones del PAN llevaron al presidente electo Felipe Calderón a entregarle el gabinete social, definiendo el futuro del desarrollo humano nacional
El pago del presidente electo Felipe Calderón al PAN el jueves pasado es un desastre para la política social. En la forzada ecuación para acomodar en su gabinete cuotas de género, a las fuerzas más reaccionarias dentro de su partido y el reconocimiento a lealtades, uno de los principales reclamos nacionales, que le ganó 15 millones de votos y casi la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador fue encapsulado, anticipando malos augurios para el próximo sexenio. Calderón, quien afirmó que rebasaría a López Obrador por la izquierda, fue arrollado por la derecha.
Los resultados electorales hicieron de la política social un problema estratégico que requería decisiones mayores. Calderón no brincó ese muro. El PAN le reclamó el martes pasado la ausencia de panistas en el gabinete económico, primer bloque que anunció, y les anticipó, para calmar los exaltados ánimos, que todo el gabinete social sería panista. Cumplió con el partido, pero le hace un mal favor a millones de mexicanos, olvidando que 70% del electorado votó en contra de él. Una parte de su gabinete social es marcadamente incompetente. Otro carece de credenciales para la tarea. En cuando menos un caso, hay un grave conflicto de interés.
La designación más controvertida en el arranque es la de Josefina Vázquez Mota en Educación. La ambiciosa economista saltó de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno foxista a la campaña de Calderón, haciendo cuentas alegres con Gobernación. Calderón le encargó la relación política institucional, pero fue un desastre. Su fracaso le provocó fricciones dentro del equipo de Calderón, quien hace ya tiempo le mandó decir que si deseaba Educación, sería suya. Cuando al final se decidió, la extrema derecha del PAN se opuso. Juan Carlos Romero Hicks, ex gobernador de Guanajuato, fue su carta y estuvo amarrado hasta que la líder del magisterio, Elba Esther Gordillo, lo vetó. Vázquez Mota mantuvo la posición, pero debilitada. Por un lado, las imposiciones: Romero Hicks está apuntado para la subsecretaría del ramo, y el yerno de la maestra, Fernando Martínez, o el ex candidato presidencial de los maestros, Roberto Campa, irá a otra.
Como señal, el sindicato de maestros fijó los términos iniciales de su relación. El senador y secretario general del sindicato, Rafael Ochoa, reaccionó al nombramiento llamándola, cuando menos, inexperta. En plena picada política fue rescatada por Calderón, quien la puso a pelear nuevamente en terrenos donde, lo probó este año, no está preparada para hacerlo. Su manejo mediático, en esta ocasión, no será suficiente.
Calderón decidió arropar a Vázquez Mota en el último mes, y en el gabinete social mandó un mensaje codificado al nombrar en Desarrollo Social a Beatriz Zavala. La senadora por Yucatán había sido fuertemente impulsada por Vázquez Mota, y su nombramiento se lo están adjudicando tanto ella como el coordinador de los senadores panistas Santiago Creel. En realidad, Zavala jugó siempre con Calderón, y desde antes de la toma de decisiones, en el equipo del presidente electo insistían en que quedaría en muy buena posición. Zavala será la tercera mujer panista consecutivamente en la Sedesol, donde su principal carta de presentación fue que impulsó la Ley de Desarrollo Social en la Cámara de Diputados, aunque el trabajo real lo hizo el equipo de Vázquez Mota. No hay mucho por qué sentirse tranquilos cuando afirma que hará una continuidad de lo hecho en el sexenio. Vázquez Mota avanzó tan débilmente en la erradicación de la pobreza, que tuvieron que maquillar las cifras de pobres en aumento y aplazar el anuncio del dato, para que no afectara en la elección presidencial.
Ana Teresa Aranda, la actual titular, ha modificado radicalmente la política asistencial, desplazando ONG con larga historia en la materia, y redireccionando los recursos a organismos de extrema derecha, muchos de ellos privados. Aranda se cayó del gabinete en las últimas semanas, pero su fuerte relación con Calderón la lleva caminando hacia la dirección del Seguro Social, con otro cercano, Juan Molinar, al ISSSTE.
El freno a la extrema derecha en Educación no eliminó la confrontación que tiene con Calderón. Las fuerzas más reaccionarias se van apuntalando con varios nombramientos. Tal es el caso de Alberto Cárdenas, quien aspiró a la candidatura presidencial del PAN. Cárdenas también fue secretario foxista, en Medio Ambiente, a donde llegó de la gubernatura de Jalisco. Mediocre su administración tapatía, fue constante en el manejo del medio ambiente: la política pública en ese campo fue clandestina. Cárdenas no llegó al gabinete de Calderón por méritos en campaña ni su bagaje profesional, sino porque representa una posición importante para la extrema derecha del partido vinculada a las cúpulas eclesiásticas en donde se encuentra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez. Calderón quiere ponerle contrapesos con una ex secretaria del Medio Ambiente, la zedillista Julia Carabias, a quien le ofreció Conagua.
Pero está lejos de ser suficiente. Carabias sería una técnica en medio de pugnas ideológicas y políticas. Cárdenas pertenece a un grupo rival de Calderón, y era el caballo negro de los empresarios más conservadores que esperaban que Calderón y Santiago Creel se liquidaran recíprocamente en la contienda por la candidatura.
No sucedió así, y la secretaría es la compensación. Agricultura es una de las dependencias más importantes para control político por los altos presupuestos que maneja, y en los últimos años ha incentivado el desarrollo agrícola de los rancheros, mas no de los ejidatarios. Cárdenas mismo es un beneficiario: en Jalisco sembró miles de hectáreas de agave, que lo convirtieron en un exportador de tequila. Los conflictos de interés, sin embargo, no han sido un impedimento ético en el PAN, menos aún en la extrema derecha, que sigue tomando poder.
Otro miembro de ella es José Ángel Córdoba, amigo de Calderón desde que fueron compañeros de legislatura, a quien nombró secretario de Salud. Córdoba defiende las banderas más altas de la extrema derecha que producen polarización en la sociedad. Desde el Congreso se opuso ferozmente a la "píldora del día siguiente" argumentando diferencias científicas cuando en realidad su argumentación era religiosa, esbozando su cerrazón a las políticas públicas del mundo moderno.
Córdoba es un síntoma pernicioso de la extrema derechización del gabinete social en función de los nuevos dilemas que traerá la discusión de los temas de salud en áreas como clonación y medicina genómica. Al mismo tiempo, es el néctar de lo que fue la conformación del gabinete social. Es su amigo, es leal, es panista y pertenece a la extrema derecha. En nadie pudo encontrar todo sintetizado. ¿Y los casi 25 millones de mexicanos que votaron contra ese proyecto? Por ahora, con su gabinete azul, Calderón prefirió borrarlos.
Fuente
Mal y de malas empezará (si es que lo logra) a gobernar FeCAL el Breve, lo que anuncio con bombo y platillo solo ha resultado ser una copia más de los gabinetes anteriores o peor, este hombre de baja estatura y corto de cerebro ha empezado a hacer mal las cosas, ninguna de las persona que ha nombrado para las diferentes secretarías de estado son las personas idoneas para sacar al País del quebranto, político, social y economico en el que se encuentra, pareciera que lo único que pretende el ESPURIO es ver a un México más fracturado, tal parece que tiene una fijación insana en contra de las clases mas desprotegidas del país, pero como por ahi dicen, "EN EL PECADO LLEVARA LA PENITENCIA", el que mal empieza... mal acaba
27 de noviembre de 2006
Las presiones del PAN llevaron al presidente electo Felipe Calderón a entregarle el gabinete social, definiendo el futuro del desarrollo humano nacional
El pago del presidente electo Felipe Calderón al PAN el jueves pasado es un desastre para la política social. En la forzada ecuación para acomodar en su gabinete cuotas de género, a las fuerzas más reaccionarias dentro de su partido y el reconocimiento a lealtades, uno de los principales reclamos nacionales, que le ganó 15 millones de votos y casi la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador fue encapsulado, anticipando malos augurios para el próximo sexenio. Calderón, quien afirmó que rebasaría a López Obrador por la izquierda, fue arrollado por la derecha.
Los resultados electorales hicieron de la política social un problema estratégico que requería decisiones mayores. Calderón no brincó ese muro. El PAN le reclamó el martes pasado la ausencia de panistas en el gabinete económico, primer bloque que anunció, y les anticipó, para calmar los exaltados ánimos, que todo el gabinete social sería panista. Cumplió con el partido, pero le hace un mal favor a millones de mexicanos, olvidando que 70% del electorado votó en contra de él. Una parte de su gabinete social es marcadamente incompetente. Otro carece de credenciales para la tarea. En cuando menos un caso, hay un grave conflicto de interés.
La designación más controvertida en el arranque es la de Josefina Vázquez Mota en Educación. La ambiciosa economista saltó de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno foxista a la campaña de Calderón, haciendo cuentas alegres con Gobernación. Calderón le encargó la relación política institucional, pero fue un desastre. Su fracaso le provocó fricciones dentro del equipo de Calderón, quien hace ya tiempo le mandó decir que si deseaba Educación, sería suya. Cuando al final se decidió, la extrema derecha del PAN se opuso. Juan Carlos Romero Hicks, ex gobernador de Guanajuato, fue su carta y estuvo amarrado hasta que la líder del magisterio, Elba Esther Gordillo, lo vetó. Vázquez Mota mantuvo la posición, pero debilitada. Por un lado, las imposiciones: Romero Hicks está apuntado para la subsecretaría del ramo, y el yerno de la maestra, Fernando Martínez, o el ex candidato presidencial de los maestros, Roberto Campa, irá a otra.
Como señal, el sindicato de maestros fijó los términos iniciales de su relación. El senador y secretario general del sindicato, Rafael Ochoa, reaccionó al nombramiento llamándola, cuando menos, inexperta. En plena picada política fue rescatada por Calderón, quien la puso a pelear nuevamente en terrenos donde, lo probó este año, no está preparada para hacerlo. Su manejo mediático, en esta ocasión, no será suficiente.
Calderón decidió arropar a Vázquez Mota en el último mes, y en el gabinete social mandó un mensaje codificado al nombrar en Desarrollo Social a Beatriz Zavala. La senadora por Yucatán había sido fuertemente impulsada por Vázquez Mota, y su nombramiento se lo están adjudicando tanto ella como el coordinador de los senadores panistas Santiago Creel. En realidad, Zavala jugó siempre con Calderón, y desde antes de la toma de decisiones, en el equipo del presidente electo insistían en que quedaría en muy buena posición. Zavala será la tercera mujer panista consecutivamente en la Sedesol, donde su principal carta de presentación fue que impulsó la Ley de Desarrollo Social en la Cámara de Diputados, aunque el trabajo real lo hizo el equipo de Vázquez Mota. No hay mucho por qué sentirse tranquilos cuando afirma que hará una continuidad de lo hecho en el sexenio. Vázquez Mota avanzó tan débilmente en la erradicación de la pobreza, que tuvieron que maquillar las cifras de pobres en aumento y aplazar el anuncio del dato, para que no afectara en la elección presidencial.
Ana Teresa Aranda, la actual titular, ha modificado radicalmente la política asistencial, desplazando ONG con larga historia en la materia, y redireccionando los recursos a organismos de extrema derecha, muchos de ellos privados. Aranda se cayó del gabinete en las últimas semanas, pero su fuerte relación con Calderón la lleva caminando hacia la dirección del Seguro Social, con otro cercano, Juan Molinar, al ISSSTE.
El freno a la extrema derecha en Educación no eliminó la confrontación que tiene con Calderón. Las fuerzas más reaccionarias se van apuntalando con varios nombramientos. Tal es el caso de Alberto Cárdenas, quien aspiró a la candidatura presidencial del PAN. Cárdenas también fue secretario foxista, en Medio Ambiente, a donde llegó de la gubernatura de Jalisco. Mediocre su administración tapatía, fue constante en el manejo del medio ambiente: la política pública en ese campo fue clandestina. Cárdenas no llegó al gabinete de Calderón por méritos en campaña ni su bagaje profesional, sino porque representa una posición importante para la extrema derecha del partido vinculada a las cúpulas eclesiásticas en donde se encuentra el cardenal Juan Sandoval Íñiguez. Calderón quiere ponerle contrapesos con una ex secretaria del Medio Ambiente, la zedillista Julia Carabias, a quien le ofreció Conagua.
Pero está lejos de ser suficiente. Carabias sería una técnica en medio de pugnas ideológicas y políticas. Cárdenas pertenece a un grupo rival de Calderón, y era el caballo negro de los empresarios más conservadores que esperaban que Calderón y Santiago Creel se liquidaran recíprocamente en la contienda por la candidatura.
No sucedió así, y la secretaría es la compensación. Agricultura es una de las dependencias más importantes para control político por los altos presupuestos que maneja, y en los últimos años ha incentivado el desarrollo agrícola de los rancheros, mas no de los ejidatarios. Cárdenas mismo es un beneficiario: en Jalisco sembró miles de hectáreas de agave, que lo convirtieron en un exportador de tequila. Los conflictos de interés, sin embargo, no han sido un impedimento ético en el PAN, menos aún en la extrema derecha, que sigue tomando poder.
Otro miembro de ella es José Ángel Córdoba, amigo de Calderón desde que fueron compañeros de legislatura, a quien nombró secretario de Salud. Córdoba defiende las banderas más altas de la extrema derecha que producen polarización en la sociedad. Desde el Congreso se opuso ferozmente a la "píldora del día siguiente" argumentando diferencias científicas cuando en realidad su argumentación era religiosa, esbozando su cerrazón a las políticas públicas del mundo moderno.
Córdoba es un síntoma pernicioso de la extrema derechización del gabinete social en función de los nuevos dilemas que traerá la discusión de los temas de salud en áreas como clonación y medicina genómica. Al mismo tiempo, es el néctar de lo que fue la conformación del gabinete social. Es su amigo, es leal, es panista y pertenece a la extrema derecha. En nadie pudo encontrar todo sintetizado. ¿Y los casi 25 millones de mexicanos que votaron contra ese proyecto? Por ahora, con su gabinete azul, Calderón prefirió borrarlos.
Fuente
Mal y de malas empezará (si es que lo logra) a gobernar FeCAL el Breve, lo que anuncio con bombo y platillo solo ha resultado ser una copia más de los gabinetes anteriores o peor, este hombre de baja estatura y corto de cerebro ha empezado a hacer mal las cosas, ninguna de las persona que ha nombrado para las diferentes secretarías de estado son las personas idoneas para sacar al País del quebranto, político, social y economico en el que se encuentra, pareciera que lo único que pretende el ESPURIO es ver a un México más fracturado, tal parece que tiene una fijación insana en contra de las clases mas desprotegidas del país, pero como por ahi dicen, "EN EL PECADO LLEVARA LA PENITENCIA", el que mal empieza... mal acaba