LOS PAISANOS DE FOX COBRAN FACTURAS
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Guanajuato, Gto., 23 de agosto. Arropado por el Grupo Guanajuato, Felipe Calderón, candidato presidencial del PAN, hizo suya la bandera del perredista Andrés Manuel López Obrador y señaló que si hubo algún mexicano que votó por otro aspirante pensando en la promesa de ayudar a los pobres, él también será un presidente que trabaje ''incansablemente'' para ellos.
En este bastión panista, se comprometió a ser un mandatario que promueva la unidad nacional, precisamente porque no implica renunciar a sus convicciones partidistas, y al abrazar la causa de los pobres anunció que su gobierno romperá la ''marca'' del presidente Vicente Fox, destinando la mayor inversión social de la historia del país.
Al adelantarse al tribunal electoral, declaró que la campaña quedó atrás y que para el Presidente de la República ''las banderas dejan de ser partidistas. Hoy las banderas de todos los mexicanos serán las del Presidente de México''.
Calderón eligió la tierra de Fox y el segundo estado donde obtuvo mayor votación para hacer su cuarta visita de ''agradecimiento'' por el interior del país. En el acto central estuvo acompañado por el gobernador Juan Carlos Romero Hicks y por la plana mayor del llamado Grupo Guanajuato, en el que se ubican foxistas y miembros de El Yunque.
Sin llegar a los niveles del panismo de Jalisco, que pidió abiertamente puestos en el gabinete -especialmente para el gobernador saliente, Francisco Ramírez Acuña-, los guanajuatenses también le extendieron la factura por los votos que recibió el 2 de julio.
Juan Manuel Oliva, gobernador electo, recordó que en esta entidad el panista tuvo un millón 150 mil sufragios. Por eso, dijo, ''Felipe viene a decir gracias a Guanajuato y también a recibir un gracias''.
La estancia de sólo un día del michoacano no estuvo exenta de protestas del PRD. Primero platicó con directivos de medios, después con empresarios turísticos, luego tuvo una charla privada con el gobernador de Guanajuato, comió con diputados, alcaldes, regidores, síndicos y funcionarios del gobierno estatal, y al final encabezó una reunión con mil 500 promotores del voto.
Pasada la elección y seguros de que el tribunal le dará el triunfo en la contienda presidencial, los panistas de Guanajuato cerraron filas con Calderón. Inclusive, Oliva y Javier Usabiaga, antaño adversarios por la candidatura a gobernador, aparecieron juntos.
Desde su primer discurso ante empresarios turísticos, Calderón reivindicó a Fox al señalar que su propuesta para superar la pobreza no parte de cero. ''Hemos logrado ya la estabilidad económica, hoy ha llegado el tiempo del crecimiento con justicia''.
Los panistas locales aprovecharon para recordarle la cuota de votos que aportaron el 2 de julio. Según Eduardo Romero Hicks, hermano del gobernador y alcalde electo de Guanajuato, en la comida con candidatos ganadores ''Oliva le pidió que no se olvide de nosotros y le dijo que con el millón 150 mil votos que Guanajuato le aportó a Felipe habíamos cumplido''.
De acuerdo con el político guanajuatense, el abanderado reconoció esa ''deuda''. A decir de Romero Hicks, ''si en 2000 vivimos una ola azul, en 2006 fuimos un tsunami azul. Yo creo que nos deben mucho, que aportamos muchos votos''.
Al término de la reunión, se le preguntó al líder estatal del PAN, Fernando Torres Graciano, si esperan que algún guanajuatense se incorpore al gabinete del próximo gobierno.
--No sé, espero que sí. Pero no hablamos del tema, ya vendrán esos tiempos.
Aunque acompañaron al michoacano los Romero Hicks y el propio Oliva, a quienes se les vincula con El Yunque, fue notoria la ausencia de Elías Villegas, considerado líder de esta organización y quien recientemente fue nombrado miembro del equipo de transición del gobernador electo.
Torres Graciano explicó que fue invitado, pero no asistió''.
-¿No será que quieren desvincular a Calderón de El Yunque?
-Eso me da risa, pero no. Villegas está en Guadalajara.
En el auditorio del estado, Calderón tuvo un encuentro con mil 500 promotores del voto, que integran el nuevo corporativismo azul. Ahí se encontraban líderes campesinos, del deporte, redes del magisterio y de colonias populares. Oliva puso a disposición del michoacano esta ''estructura del PAN''.
Luego de declararse ''amigo'' del futuro gobernador y orgulloso de los avances democráticos, Calderón recordó sus promesas de campaña para retomar la bandera de López Obrador de la lucha por los pobres. ''He dicho que sería y voy a ser el presidente del empleo, porque sé que la pobreza se cura con empleo''.
Sin mencionar al perredista, señaló: ''Quiero ser presidente para todos los mexicanos y no sólo para los que votaron por Acción Nacional; que si hubo algún mexicano que votó por nuestra causa en función de la bandera del empleo, a él le cumpliré, pero que si hubo algún otro que votó por otro candidato o partido político pensando que ese candidato ayudaría a los pobres, quiero que sepan que también voy a ser el presidente que trabaje incansablemente para los pobres de México''.
Por eso, aseguró que será el presidente que promueva la unidad de los mexicanos combatiendo la desigualdad, la marginación y la pobreza y encabezando un gobierno siempre comprometido con las causas sociales. También hizo suya una propuesta de campaña de quien fuera su otro contrincante, el priísta Roberto Madrazo, al decir que si hubo un mexicano dolido de la inseguridad que se vive el país y votó por algún otro candidato, él también será el presidente que luche incansablemente por combatir ese problema.
Aun cuando esta entidad es bastión blanquiazul, el abanderado presidencial no se salvó de las protestas del Partido de la Revolución Democrática. Al inicio del día, en el hotel Gran Plaza, unos 50 seguidores de López Obrador lo recibieron con pancartas que demandaban el conteo "voto por voto". El candidato ya no escuchó los gritos de ''¡Obrador, Obrador!'', porque a bordo de su camioneta pasó en medio de las vallas que mantuvieron a distancia a los perredistas.
Al frente de ellos iba el dirigente estatal del PRD, José Luis Barbosa, quien declaró que acudieron para demostrarle al presidente Fox que las movilizaciones no se reducen a una calle de la ciudad de México.
Guanajuato, Gto., 23 de agosto. Arropado por el Grupo Guanajuato, Felipe Calderón, candidato presidencial del PAN, hizo suya la bandera del perredista Andrés Manuel López Obrador y señaló que si hubo algún mexicano que votó por otro aspirante pensando en la promesa de ayudar a los pobres, él también será un presidente que trabaje ''incansablemente'' para ellos.
En este bastión panista, se comprometió a ser un mandatario que promueva la unidad nacional, precisamente porque no implica renunciar a sus convicciones partidistas, y al abrazar la causa de los pobres anunció que su gobierno romperá la ''marca'' del presidente Vicente Fox, destinando la mayor inversión social de la historia del país.
Al adelantarse al tribunal electoral, declaró que la campaña quedó atrás y que para el Presidente de la República ''las banderas dejan de ser partidistas. Hoy las banderas de todos los mexicanos serán las del Presidente de México''.
Calderón eligió la tierra de Fox y el segundo estado donde obtuvo mayor votación para hacer su cuarta visita de ''agradecimiento'' por el interior del país. En el acto central estuvo acompañado por el gobernador Juan Carlos Romero Hicks y por la plana mayor del llamado Grupo Guanajuato, en el que se ubican foxistas y miembros de El Yunque.
Sin llegar a los niveles del panismo de Jalisco, que pidió abiertamente puestos en el gabinete -especialmente para el gobernador saliente, Francisco Ramírez Acuña-, los guanajuatenses también le extendieron la factura por los votos que recibió el 2 de julio.
Juan Manuel Oliva, gobernador electo, recordó que en esta entidad el panista tuvo un millón 150 mil sufragios. Por eso, dijo, ''Felipe viene a decir gracias a Guanajuato y también a recibir un gracias''.
La estancia de sólo un día del michoacano no estuvo exenta de protestas del PRD. Primero platicó con directivos de medios, después con empresarios turísticos, luego tuvo una charla privada con el gobernador de Guanajuato, comió con diputados, alcaldes, regidores, síndicos y funcionarios del gobierno estatal, y al final encabezó una reunión con mil 500 promotores del voto.
Pasada la elección y seguros de que el tribunal le dará el triunfo en la contienda presidencial, los panistas de Guanajuato cerraron filas con Calderón. Inclusive, Oliva y Javier Usabiaga, antaño adversarios por la candidatura a gobernador, aparecieron juntos.
Desde su primer discurso ante empresarios turísticos, Calderón reivindicó a Fox al señalar que su propuesta para superar la pobreza no parte de cero. ''Hemos logrado ya la estabilidad económica, hoy ha llegado el tiempo del crecimiento con justicia''.
Los panistas locales aprovecharon para recordarle la cuota de votos que aportaron el 2 de julio. Según Eduardo Romero Hicks, hermano del gobernador y alcalde electo de Guanajuato, en la comida con candidatos ganadores ''Oliva le pidió que no se olvide de nosotros y le dijo que con el millón 150 mil votos que Guanajuato le aportó a Felipe habíamos cumplido''.
De acuerdo con el político guanajuatense, el abanderado reconoció esa ''deuda''. A decir de Romero Hicks, ''si en 2000 vivimos una ola azul, en 2006 fuimos un tsunami azul. Yo creo que nos deben mucho, que aportamos muchos votos''.
Al término de la reunión, se le preguntó al líder estatal del PAN, Fernando Torres Graciano, si esperan que algún guanajuatense se incorpore al gabinete del próximo gobierno.
--No sé, espero que sí. Pero no hablamos del tema, ya vendrán esos tiempos.
Aunque acompañaron al michoacano los Romero Hicks y el propio Oliva, a quienes se les vincula con El Yunque, fue notoria la ausencia de Elías Villegas, considerado líder de esta organización y quien recientemente fue nombrado miembro del equipo de transición del gobernador electo.
Torres Graciano explicó que fue invitado, pero no asistió''.
-¿No será que quieren desvincular a Calderón de El Yunque?
-Eso me da risa, pero no. Villegas está en Guadalajara.
En el auditorio del estado, Calderón tuvo un encuentro con mil 500 promotores del voto, que integran el nuevo corporativismo azul. Ahí se encontraban líderes campesinos, del deporte, redes del magisterio y de colonias populares. Oliva puso a disposición del michoacano esta ''estructura del PAN''.
Luego de declararse ''amigo'' del futuro gobernador y orgulloso de los avances democráticos, Calderón recordó sus promesas de campaña para retomar la bandera de López Obrador de la lucha por los pobres. ''He dicho que sería y voy a ser el presidente del empleo, porque sé que la pobreza se cura con empleo''.
Sin mencionar al perredista, señaló: ''Quiero ser presidente para todos los mexicanos y no sólo para los que votaron por Acción Nacional; que si hubo algún mexicano que votó por nuestra causa en función de la bandera del empleo, a él le cumpliré, pero que si hubo algún otro que votó por otro candidato o partido político pensando que ese candidato ayudaría a los pobres, quiero que sepan que también voy a ser el presidente que trabaje incansablemente para los pobres de México''.
Por eso, aseguró que será el presidente que promueva la unidad de los mexicanos combatiendo la desigualdad, la marginación y la pobreza y encabezando un gobierno siempre comprometido con las causas sociales. También hizo suya una propuesta de campaña de quien fuera su otro contrincante, el priísta Roberto Madrazo, al decir que si hubo un mexicano dolido de la inseguridad que se vive el país y votó por algún otro candidato, él también será el presidente que luche incansablemente por combatir ese problema.
Aun cuando esta entidad es bastión blanquiazul, el abanderado presidencial no se salvó de las protestas del Partido de la Revolución Democrática. Al inicio del día, en el hotel Gran Plaza, unos 50 seguidores de López Obrador lo recibieron con pancartas que demandaban el conteo "voto por voto". El candidato ya no escuchó los gritos de ''¡Obrador, Obrador!'', porque a bordo de su camioneta pasó en medio de las vallas que mantuvieron a distancia a los perredistas.
Al frente de ellos iba el dirigente estatal del PRD, José Luis Barbosa, quien declaró que acudieron para demostrarle al presidente Fox que las movilizaciones no se reducen a una calle de la ciudad de México.