ASTILLERO
Astillero
Julio Hernández López
Gatopardismo electoral
Recontar para que nada cambie
Paquetes abiertos, boletas voladoras
Alcahuetes, centros de EU y fotocopias
Un nuevo episodio de simulación para efectos propagandísticos. Seleccionados y maquillados, los paquetes electorales comparecen ante la augusta revisión institucional, que detecta fallas e irregularidades pero, mediante la magia del cinismo discursivo, convierte en simples detalles menores que finalmente no afectan el resultado calderónico previamente establecido ni significan desgaste o desdoro para el aparato judicial-electoral gatopardista.
Entretenimiento aritmético mientras los opositores al fraude practican tonos cada vez más arriesgados de la partitura rebelde y mientras los dueños del poder expropiado van armando expedientes jurídicos que den paso a la represión cada día planeada (concentración de fuerzas armadas en la capital del país, infiltración en los campamentos lopezobradoristas, histeria en la mayoría de los medios electrónicos de comunicación).
El presunto beneficiario del golpismo electoral se asoma a la posibilidad de realizar una gira nacional de agradecimiento a sus electores, pero todo queda, por lo pronto, en una comida en Toluca, porque sabe que ni siquiera sus presuntos acompañantes oficiales (Los Pinos y el CEN del PAN) están apostando a su triunfo. El Estado Mayor Presidencial organiza los actos de Calderón con un entusiasmo y una disposición de fuerzas que no permitirían a nadie suponer que, según el tribunal electoral federal, no hay todavía un ganador, y que incluso se están haciendo nuevos ejercicios de ábaco para definir resultados.
López Obrador acera el discurso. Descalifica por completo el recuento parcial y denuncia las maniobras mediáticas que pretenden lincharlo. Alcahuetes llama a los medios de comunicación que, con excepciones, estarían "haciéndole el juego a la derecha". Pero esos medios -en especial los electrónicos, y aún más Televisa y Televisión Azteca- siguen con el guión de la crítica extrema a una de las partes y la aterciopelada comprensión cómplice con lo hecho por la otra parte. Nadie quiere recordar ante micrófonos el despilfarro gubernamental, la injerencia presidencial, el gasto social convertido en electoral, el factor Hildebrando ni la terrible y criminal campaña propagandística negativa que desarrollaron personajes extranjeros en el país.
En ese contexto, llama la atención que el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas -"no partidario e independiente", según su propia descripción-, con sede en Washington, ha hecho un "análisis del recuento de casillas en México" en el que se critica en general la falta de transparencia y la tardanza de las autoridades electorales en informar sobre el primer recuento de votos que ya ha habido (el que comenzó el pasado 5 de julio y terminó al siguiente día, cuando a pesar de la consigna del IFE se abrieron 2 mil 864 paquetes electorales).
El mencionado centro -que tiene entre sus principales patrocinadores a The Ford Foundation y a The Rockefeller Brothers Fund y The Rockefeller Foundation- señala en el estudio realizado por Mark Weisbrot, David Rosnick, Luis Sandoval y Carla Paredes-Drouet que, en realidad, "los cambios más importantes en la votación", que se dieron en ese recuento del 5 de julio, ocurrieron no en los 2 mil 864 paquetes electorales revisados, sino solamente en 116 casillas, es decir, "en el 4.05 por ciento de las casillas donde hubo recuento".
El propio Weisbrot -codirector del centro antes referido- dijo: "Es desafortunado que el tribunal federal electoral haya tomado una decisión sobre las casillas en que se llevará a cabo un recuento, antes de que los resultados del primer recuento parcial fueran explicados al público. Además, si este nuevo recuento no se conduce de manera muy diferente al primero, es difícil ver cómo pueda ser útil en obtener un resultado creíble" (el informe completo está disponible en http://www.cepr.net/publications/mexico_recount_2006_08_espanol.pdf).
La inutilidad de los malabares contables y la falta de credibilidad en los resultados son fantasmas que no podrán ser abatidos a golpes mediáticos ni con propaganda fascistoide, patrocinada por inexistentes organizaciones dizque de la sociedad civil que abrevan en el erario federal o en las chequeras blanqueadas de los empresarios cada vez más irritados. Contar y recontar (votos) para que todo siga igual...
Astillas:
La noche del pasado viernes 7 de julio (un día después de que terminaran los cómputos en los distritos electorales del país), dos hombres y dos mujeres sacaban fotocopias de actas electorales para diputados, senadores y presidente de la República, en un establecimiento particular, el Hiperlumen de San Angel, en Insurgentes Sur. Cinco ciudadanos se acercaron a preguntar la razón de que las actas estuviesen fuera de sus paquetes y sin vigilancia oficial. "Visiblemente nerviosos", quienes sacaban fotocopias dijeron que eran empleados del IFE, específicamente que trabajaban a las órdenes del licenciado Angel García Benítez, consejero presidente del distrito XX, y que se les había descompuesto la fotocopiadora de la oficina. Dos de ellos llevaban gafetes a nombre de Luis Gerardo Espejo Flores y Víctor Eduardo Yáñez García. Los ciudadanos pidieron que llamaran a patrulleros para que dieran constancia de los hechos, ante lo cual los presuntos empleados del IFE salieron del lugar y se retiraron a bordo de un Platina color arena, con placas 706 SWX. Un empleado de Hiperlumen dijo a los ciudadanos que no habían sacado las fotocopias solicitadas porque el papel original era muy transparente, aunque "otro nos comentó que esta situación -sacar fotocopias de actas electorales- había estado ocurriendo desde el lunes 3 de julio". Los testigos de este incidente fueron Libertad Argüello, Ximena García, Lucía Sánchez T., Priscila Melo Martínez y Héctor Sáenz... Muy oportuno el episodio didáctico en que Oscar Espinosa ha sido declarado por la Corte inocente del cargo de peculado. Técnicamente, el ex regente de la ciudad de México no ha cometido ese delito, aunque la percepción social generalizada es la de que durante su administración hubo un manejo escandalosamente irregular de recursos públicos. Pero el recuento judicial, expediente por expediente, arroja una verdad jurídica: inocente, igual que Raúl Salinas de Gortari, por ejemplo... ¡Hasta mañana!
EL ASTILLERO
Julio Hernández López
Gatopardismo electoral
Recontar para que nada cambie
Paquetes abiertos, boletas voladoras
Alcahuetes, centros de EU y fotocopias
Un nuevo episodio de simulación para efectos propagandísticos. Seleccionados y maquillados, los paquetes electorales comparecen ante la augusta revisión institucional, que detecta fallas e irregularidades pero, mediante la magia del cinismo discursivo, convierte en simples detalles menores que finalmente no afectan el resultado calderónico previamente establecido ni significan desgaste o desdoro para el aparato judicial-electoral gatopardista.
Entretenimiento aritmético mientras los opositores al fraude practican tonos cada vez más arriesgados de la partitura rebelde y mientras los dueños del poder expropiado van armando expedientes jurídicos que den paso a la represión cada día planeada (concentración de fuerzas armadas en la capital del país, infiltración en los campamentos lopezobradoristas, histeria en la mayoría de los medios electrónicos de comunicación).
El presunto beneficiario del golpismo electoral se asoma a la posibilidad de realizar una gira nacional de agradecimiento a sus electores, pero todo queda, por lo pronto, en una comida en Toluca, porque sabe que ni siquiera sus presuntos acompañantes oficiales (Los Pinos y el CEN del PAN) están apostando a su triunfo. El Estado Mayor Presidencial organiza los actos de Calderón con un entusiasmo y una disposición de fuerzas que no permitirían a nadie suponer que, según el tribunal electoral federal, no hay todavía un ganador, y que incluso se están haciendo nuevos ejercicios de ábaco para definir resultados.
López Obrador acera el discurso. Descalifica por completo el recuento parcial y denuncia las maniobras mediáticas que pretenden lincharlo. Alcahuetes llama a los medios de comunicación que, con excepciones, estarían "haciéndole el juego a la derecha". Pero esos medios -en especial los electrónicos, y aún más Televisa y Televisión Azteca- siguen con el guión de la crítica extrema a una de las partes y la aterciopelada comprensión cómplice con lo hecho por la otra parte. Nadie quiere recordar ante micrófonos el despilfarro gubernamental, la injerencia presidencial, el gasto social convertido en electoral, el factor Hildebrando ni la terrible y criminal campaña propagandística negativa que desarrollaron personajes extranjeros en el país.
En ese contexto, llama la atención que el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas -"no partidario e independiente", según su propia descripción-, con sede en Washington, ha hecho un "análisis del recuento de casillas en México" en el que se critica en general la falta de transparencia y la tardanza de las autoridades electorales en informar sobre el primer recuento de votos que ya ha habido (el que comenzó el pasado 5 de julio y terminó al siguiente día, cuando a pesar de la consigna del IFE se abrieron 2 mil 864 paquetes electorales).
El mencionado centro -que tiene entre sus principales patrocinadores a The Ford Foundation y a The Rockefeller Brothers Fund y The Rockefeller Foundation- señala en el estudio realizado por Mark Weisbrot, David Rosnick, Luis Sandoval y Carla Paredes-Drouet que, en realidad, "los cambios más importantes en la votación", que se dieron en ese recuento del 5 de julio, ocurrieron no en los 2 mil 864 paquetes electorales revisados, sino solamente en 116 casillas, es decir, "en el 4.05 por ciento de las casillas donde hubo recuento".
El propio Weisbrot -codirector del centro antes referido- dijo: "Es desafortunado que el tribunal federal electoral haya tomado una decisión sobre las casillas en que se llevará a cabo un recuento, antes de que los resultados del primer recuento parcial fueran explicados al público. Además, si este nuevo recuento no se conduce de manera muy diferente al primero, es difícil ver cómo pueda ser útil en obtener un resultado creíble" (el informe completo está disponible en http://www.cepr.net/publications/mexico_recount_2006_08_espanol.pdf).
La inutilidad de los malabares contables y la falta de credibilidad en los resultados son fantasmas que no podrán ser abatidos a golpes mediáticos ni con propaganda fascistoide, patrocinada por inexistentes organizaciones dizque de la sociedad civil que abrevan en el erario federal o en las chequeras blanqueadas de los empresarios cada vez más irritados. Contar y recontar (votos) para que todo siga igual...
Astillas:
La noche del pasado viernes 7 de julio (un día después de que terminaran los cómputos en los distritos electorales del país), dos hombres y dos mujeres sacaban fotocopias de actas electorales para diputados, senadores y presidente de la República, en un establecimiento particular, el Hiperlumen de San Angel, en Insurgentes Sur. Cinco ciudadanos se acercaron a preguntar la razón de que las actas estuviesen fuera de sus paquetes y sin vigilancia oficial. "Visiblemente nerviosos", quienes sacaban fotocopias dijeron que eran empleados del IFE, específicamente que trabajaban a las órdenes del licenciado Angel García Benítez, consejero presidente del distrito XX, y que se les había descompuesto la fotocopiadora de la oficina. Dos de ellos llevaban gafetes a nombre de Luis Gerardo Espejo Flores y Víctor Eduardo Yáñez García. Los ciudadanos pidieron que llamaran a patrulleros para que dieran constancia de los hechos, ante lo cual los presuntos empleados del IFE salieron del lugar y se retiraron a bordo de un Platina color arena, con placas 706 SWX. Un empleado de Hiperlumen dijo a los ciudadanos que no habían sacado las fotocopias solicitadas porque el papel original era muy transparente, aunque "otro nos comentó que esta situación -sacar fotocopias de actas electorales- había estado ocurriendo desde el lunes 3 de julio". Los testigos de este incidente fueron Libertad Argüello, Ximena García, Lucía Sánchez T., Priscila Melo Martínez y Héctor Sáenz... Muy oportuno el episodio didáctico en que Oscar Espinosa ha sido declarado por la Corte inocente del cargo de peculado. Técnicamente, el ex regente de la ciudad de México no ha cometido ese delito, aunque la percepción social generalizada es la de que durante su administración hubo un manejo escandalosamente irregular de recursos públicos. Pero el recuento judicial, expediente por expediente, arroja una verdad jurídica: inocente, igual que Raúl Salinas de Gortari, por ejemplo... ¡Hasta mañana!
EL ASTILLERO