AMLO NO PIDE LISMOSNA SINO JUSTICIA
Voto por voto, demanda "legítima y racional" para limpiar los comicios, afirma AMLO desconoce recuento parcial y, advierte que no aceptará imposición
Acusa a algunos medios de comunicación de actuar como "alcahuetes de la derecha"
La democracia, única vía de los pobres para que alcance el poder alguien que los represente
ENRIQUE MENDEZ Y ANDREA BECERRIL
Andrés Manuel López Obrador advirtió que no acepta el recuento parcial que se inició ayer, porque la demanda "legítima y racional de que se cuente voto por vo- to y casilla por casilla" es lo mínimo, ya que la elección del 2 de julio fue fraudulenta de principio a fin y se ejecutó desde el Estado. "¡No estamos pidiendo limosna; estamos pidiendo justicia!", exclamó.
Deploró que no se haya aceptado la salida que propuso para limpiar los comicios y terminar con las movilizaciones, e hizo una fuerte crítica a algunos medios de comunicación que "se han subordinado y aceptado el papel de alcahuetes de la derecha" para convalidar el fraude electoral.
Por ello, pidió a los miles de simpatizantes que ayer se reunieron de nueva cuenta en el Zócalo capitalino para escucharlo que repartan casa por casa los volantes con las diez razones del movimiento y contrarrestar así la campaña de desinformación y de linchamiento en su contra que se da en radio, televisión y prensa.
Aclaró que "hay honrosas excepciones", e invitó a los medios de comunicación que le hacen el juego a la derecha a rectificar y asumir su responsabilidad, porque si continúan en esa actitud de "hacerle el servicio (a Calderón), de portarse muy bien y hacerle la barba, van a perder credibilidad, se los aseguro".
Entre gritos de "¡fraude, fraude, fraude!", López Obrador aclaró que la coalición Por el Bien de Todos aceptó acudir al recuento de las 11 mil 839 casillas, ordenado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tan sólo para no abrir otro frente "y que nuestros adversarios no tengan elementos para vociferar que somos irrespetuosos de la ley. Ya ven cómo usan todo para cuestionarnos".
Por eso, insistió, decidieron asistir bajo protesta al recuento parcial, cuyo resultado no será admitido porque su demanda "legítima, racional y justa es el recuento de todos los votos, casilla por casilla".
Aunque, dijo, lo acusen de terco e intransigente, se olvidan que él ofreció aceptar el resultado -aunque no le fuera favorable- del conteo voto por voto. "¿Qué más querían? No puede haber una propuesta más generosa que esa y, sin embargo, no la aceptaron. ¿Dónde está la autoridad moral y la autoridad política de nuestros adversarios? ¿Cómo pueden decir que ganaron si no aceptan el recuento de los votos?", cuestionó.
Indignación por las anomalías
La información que previamente dieron Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum sobre las irregularidades que han detectado en el conteo parcial de votos dejó a la gente indignada y los coros de "¡fraude, fraude, fraude!" se repetían una y otra vez, seguidos de la consigna "¡voto por voto, casilla por casilla!"
En ese ambiente, el tabasqueño resaltó que se olvida que él hizo a un lado todo lo que significó el fraude de Estado para ofrecer el fin del movimiento a cambio del recuento total de los sufragios.
"Cómo no va a ser fraude -se preguntó- el que se haya utilizado al gobierno, los recursos del gobierno, para obtener los votos. Claro que es un fraude el que el Presidente de la República haya decidido intervenir de manera directa en el proceso electoral, que haya sentenciado, y tengo pruebas de lo que estoy diciendo, que por ningún motivo iba a permitir que yo ganara la Presidencia de la República".
Cómo no va a ser fraude, insistió, si se usaron todos los programas sociales, incluidos los listados de los beneficiados por Oportunidades y las becas, para favorecer al candidato de la derecha, y que el Consejo Coordinador Empresarial gastara 130 millones de pesos en anuncios en su contra, y que Calderón destinara otros 700 millones de pesos sólo para propaganda en radio y televisión en Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal, como lo certificó la empresa Ibope.
E insistió: "cómo no va a ser un fraude la guerra sucia que dejó pasar el Instituto Federal Electoral. ¿Saben ustedes que nunca va a tener legitimidad si tratan de imponer al candidato de la derecha, entre otras cosas porque no actuaron con honorabilidad?"
López Obrador expresó su orgullo, como el que deben tener sus seguidores, porque su voto y el de ellos "no fueron obtenidos a cambio de nada material" y no fueron resultado de la difamación ni de la guerra sucia contra sus adversarios.
Advirtió que actualmente hay una campaña de desprestigio en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, impulsada por organizaciones vinculadas al PAN, que son las mismas que estuvieron detrás de los promocionales que lo presentaban a él como un peligro para México.
Las elecciones fueron fraudulentas, añadió, como sabe "cualquier licenciado en derecho con un poco de luz en la frente", y advirtió que por ello no permitirá la imposición de Felipe Calderón.
El candidato de la coalición resaltó que la Constitución establece con claridad que los procesos electorales deben llevarse a cabo bajo los principios de certeza, equidad y legalidad, que "han sido violados hasta el extremo".
"No podemos permitir el fraude y la imposición, porque estaríamos aceptando entonces la democracia como farsa, como simulación. Estaríamos aceptando que unos cuantos decidieran sobre el destino de todos los mexicanos", reiteró.
Defendió nuevamente el sentido de la democracia que, dijo, no es sólo una forma de gobierno y de alternancia de los partidos en el poder, sino también una forma de vida, sobre todo "en un país como el nuestro, donde es la única posibilidad que tienen los pobres" de que llegue al poder alguien identificado con sus necesidades y demandas.
"Para algunos la democracia puede ser algo abstracto; inclusive ahora los más reaccionarios pueden estar pensando que la democracia es un estorbo. ¡Qué barbaridad! ¡Cuántas molestias! Se les olvida que para millones de mexicanos, para la mayoría, la democracia es un asunto de sobrevivencia. Por eso vamos a seguir en este movimiento. ¡Ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso!".
LA JORNADA
Acusa a algunos medios de comunicación de actuar como "alcahuetes de la derecha"
La democracia, única vía de los pobres para que alcance el poder alguien que los represente
ENRIQUE MENDEZ Y ANDREA BECERRIL
Andrés Manuel López Obrador advirtió que no acepta el recuento parcial que se inició ayer, porque la demanda "legítima y racional de que se cuente voto por vo- to y casilla por casilla" es lo mínimo, ya que la elección del 2 de julio fue fraudulenta de principio a fin y se ejecutó desde el Estado. "¡No estamos pidiendo limosna; estamos pidiendo justicia!", exclamó.
Deploró que no se haya aceptado la salida que propuso para limpiar los comicios y terminar con las movilizaciones, e hizo una fuerte crítica a algunos medios de comunicación que "se han subordinado y aceptado el papel de alcahuetes de la derecha" para convalidar el fraude electoral.
Por ello, pidió a los miles de simpatizantes que ayer se reunieron de nueva cuenta en el Zócalo capitalino para escucharlo que repartan casa por casa los volantes con las diez razones del movimiento y contrarrestar así la campaña de desinformación y de linchamiento en su contra que se da en radio, televisión y prensa.
Aclaró que "hay honrosas excepciones", e invitó a los medios de comunicación que le hacen el juego a la derecha a rectificar y asumir su responsabilidad, porque si continúan en esa actitud de "hacerle el servicio (a Calderón), de portarse muy bien y hacerle la barba, van a perder credibilidad, se los aseguro".
Entre gritos de "¡fraude, fraude, fraude!", López Obrador aclaró que la coalición Por el Bien de Todos aceptó acudir al recuento de las 11 mil 839 casillas, ordenado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tan sólo para no abrir otro frente "y que nuestros adversarios no tengan elementos para vociferar que somos irrespetuosos de la ley. Ya ven cómo usan todo para cuestionarnos".
Por eso, insistió, decidieron asistir bajo protesta al recuento parcial, cuyo resultado no será admitido porque su demanda "legítima, racional y justa es el recuento de todos los votos, casilla por casilla".
Aunque, dijo, lo acusen de terco e intransigente, se olvidan que él ofreció aceptar el resultado -aunque no le fuera favorable- del conteo voto por voto. "¿Qué más querían? No puede haber una propuesta más generosa que esa y, sin embargo, no la aceptaron. ¿Dónde está la autoridad moral y la autoridad política de nuestros adversarios? ¿Cómo pueden decir que ganaron si no aceptan el recuento de los votos?", cuestionó.
Indignación por las anomalías
La información que previamente dieron Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum sobre las irregularidades que han detectado en el conteo parcial de votos dejó a la gente indignada y los coros de "¡fraude, fraude, fraude!" se repetían una y otra vez, seguidos de la consigna "¡voto por voto, casilla por casilla!"
En ese ambiente, el tabasqueño resaltó que se olvida que él hizo a un lado todo lo que significó el fraude de Estado para ofrecer el fin del movimiento a cambio del recuento total de los sufragios.
"Cómo no va a ser fraude -se preguntó- el que se haya utilizado al gobierno, los recursos del gobierno, para obtener los votos. Claro que es un fraude el que el Presidente de la República haya decidido intervenir de manera directa en el proceso electoral, que haya sentenciado, y tengo pruebas de lo que estoy diciendo, que por ningún motivo iba a permitir que yo ganara la Presidencia de la República".
Cómo no va a ser fraude, insistió, si se usaron todos los programas sociales, incluidos los listados de los beneficiados por Oportunidades y las becas, para favorecer al candidato de la derecha, y que el Consejo Coordinador Empresarial gastara 130 millones de pesos en anuncios en su contra, y que Calderón destinara otros 700 millones de pesos sólo para propaganda en radio y televisión en Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal, como lo certificó la empresa Ibope.
E insistió: "cómo no va a ser un fraude la guerra sucia que dejó pasar el Instituto Federal Electoral. ¿Saben ustedes que nunca va a tener legitimidad si tratan de imponer al candidato de la derecha, entre otras cosas porque no actuaron con honorabilidad?"
López Obrador expresó su orgullo, como el que deben tener sus seguidores, porque su voto y el de ellos "no fueron obtenidos a cambio de nada material" y no fueron resultado de la difamación ni de la guerra sucia contra sus adversarios.
Advirtió que actualmente hay una campaña de desprestigio en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, impulsada por organizaciones vinculadas al PAN, que son las mismas que estuvieron detrás de los promocionales que lo presentaban a él como un peligro para México.
Las elecciones fueron fraudulentas, añadió, como sabe "cualquier licenciado en derecho con un poco de luz en la frente", y advirtió que por ello no permitirá la imposición de Felipe Calderón.
El candidato de la coalición resaltó que la Constitución establece con claridad que los procesos electorales deben llevarse a cabo bajo los principios de certeza, equidad y legalidad, que "han sido violados hasta el extremo".
"No podemos permitir el fraude y la imposición, porque estaríamos aceptando entonces la democracia como farsa, como simulación. Estaríamos aceptando que unos cuantos decidieran sobre el destino de todos los mexicanos", reiteró.
Defendió nuevamente el sentido de la democracia que, dijo, no es sólo una forma de gobierno y de alternancia de los partidos en el poder, sino también una forma de vida, sobre todo "en un país como el nuestro, donde es la única posibilidad que tienen los pobres" de que llegue al poder alguien identificado con sus necesidades y demandas.
"Para algunos la democracia puede ser algo abstracto; inclusive ahora los más reaccionarios pueden estar pensando que la democracia es un estorbo. ¡Qué barbaridad! ¡Cuántas molestias! Se les olvida que para millones de mexicanos, para la mayoría, la democracia es un asunto de sobrevivencia. Por eso vamos a seguir en este movimiento. ¡Ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso!".
LA JORNADA