ACADEMICOS PREVEEN UNA CRISIS SI SE DA EL CALDERONAZO

■ Catedráticos y universitarios analizan la crisis sociopolítica de México en foroMás allá de la CND es necesaria la organización ciudadana para afrontar la imposición: académicos

■ Urge reivindicar a los diferentes movimientos sociales en la misma lucha, enfatizan

ANTONIO AGUILERA

Se vienen días arduos, inéditos, feroces. La conclusión a la que llegaron estudiantes y académicos reunidos en el Foro Movimiento Social y Democracia: “Una mirada universitaria 2006”, da cuenta que la lucha contra el fraude electoral ya rebasó las coyunturas y comisuras electorales, y después de la Convención Nacional Democrática del próximo 16 de septiembre, más allá del posible presidente alterno que se elija, lo que resta es la organización popular, la capacidad de entendimiento de los sedimentos sociales y la búsqueda de una transformación del país a través de una revolución civil.Convocados por académicos de la Maestría en Desarrollo Rural Regional de la Universidad Autónoma de Chapingo, por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y por el Centro de Investigaciones en Ecosistemas, la Sala Ex Rectores del Centro Cultural Universitario fue sede del abrevadero de análisis, propuestas, posicionamientos y expresión del acontecer político actual.Varias aristas formaron parte de la agenda, varios puntos de flexión y análisis sociológico dieron cuenta del debate: las estructuras democráticas, los desafíos históricos del fraude electoral, la desobediencia civil, los partidos políticos y los movimientos sociales, el estado violador de derechos, la pobreza rural, la resistencia civil, la formación de la opinión pública y otros, todos reunidos en tres páneles, a saber: “Democracia e instituciones: un debate contemporáneo”, “Movimientos sociales en la coyuntura actual” y “Democracia: ¿construcción o deconstrucción?”.Víspera de incertidumbrePara Raúl García Barrios, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, pese a que no se puede aventurar un escenario político distendido en el corto plazo, muy probablemente se pueden avecinar desde escenarios caóticos hasta un virtual golpe de Estado, que será desestructurante, virtual e institucionalizado. “No se vislumbra un golpe militar, toda vez que Estados Unidos no permitirían un golpe militar, pero en México hemos tenido varios golpes mediáticos, virtuales, bajo el amparo de las instituciones. Se sabe manipular de manera dictatorial con mano blanda y la flexibilización de los principios democráticos fundamentales y de las leyes y sus interpretaciones ortodoxas”.Sin descartar las tentaciones y tentativas represivas por parte del gobierno de Vicente Fox, a fin de avalar el gobierno de Felipe Calderón, el analista universitario señaló que descarta los estadios de represión militar al movimiento social, ello por meras coyunturas económicas que generaría, pero sí habrá muchos otros factores que generarán sufrimiento en lo tocante a las organizaciones sociales, y si no se define un esquema programático por parte de la desobediencia civil, el movimiento podía desembocar en un salinismo político.AMLO irreversibleEl sociólogo de la UNAM destacó que existe una esperanza en la línea de Andrés Manuel López Obrador, “toda vez que él mismo se está obligando a seguir las ideas de Martin Luther King y Gandhi, es decir, pasar a la desobediencia civil, pero de forma no violenta, sin dañar al contrario”.Raúl García Barrios subrayó que López Obrador no es un revolucionario, un subversivo, un jefe guerrillero, toda vez que el político tabasqueño sabe dónde está situado en términos de las relaciones con Estados Unidos, en relación con las fuerzas empresariales mexicanas, la fluctuación de la Bolsa de Valores. El analista destacó que el 2 de diciembre tendremos en el país un poder de facto, pero que para entonces se registrará “un choque de trenes, ya que habrá una dicotomía de donde surgirán dos poderes, pero si no existe una visión más allá de lo coyuntural, pasaremos por varios meses de sufrimiento social, pero luego encontrarán una vía de concertación social que puede desembocar en un neoliberalismo heterodoxo, que fue la herencia de Carlos Salinas”, ya que para el analista la presencia de ex salinistas en los equipos de López Obrador y Felipe Calderón dan cuenta de ello.“López Obrador va a evitar el choque violento, y si existe agresión a los simpatizantes de él, no van a responder, ya que si logran mantener el movimiento pacífico, va a cambiar el rumbo de este país; ya no hay vuelta atrás para AMLO, él ya asumió un rol histórico del cual ya no es posible salirse”.Agora privatizadaPara los estudiantes de Historia de la Universidad Michoacana, la participación de los medios informativos en el actual proceso comicial está jugando un “triste papel”, ya que impiden que la esfera pública funcione como debe hacerlo. “Los medios están actuando de forma torpe, ya que nos es necesario lo que se está haciendo y están dejando que en el sistema se acumule demasiada presión en contra de una forma expresión social, cuando en realidad si se destapara el problema y se diera una libre expresión, no llegaríamos al caos donde los medios nos pretenden meter”.A contrario de lo que sucedía en el ágora griega, la plaza pública de la toma de decisiones de la democracia helénica, ahora este espacio fue subrepticiamente ocupado por los medios informativos, fundamentalmente electrónicos y algunos escritos. “Se trata de una plaza privada que trata de hacerse pasar por pública y se vende como tal”, destacó Quetzal Argueta.Sin embrago, destacó que al efectuar un análisis demoscópico del papel desempeñado de los medios y su impacto en la toma de conciencia social, aquel papel distractor que pretendían asumir, para minimizar las asambleas de López Obrador y exaltar supuestas virtudes de Calderón, el hartazgo social obligó a apagar los televisores y las radios.“Los medios ya no transmiten información, ya no son canales de comunicación, sino formadores de opinión, orientadores ideológicos y meros editorialistas de intereses económicos, de los cuales se ven beneficiados. Ya no se puede distinguir cuándo es información y cuándo opinión editorial; son partidos políticos con espectadores”. La tentación del absolutismo Una irreversible tendencia se está presentando en la actualidad política mexicana, destacó la filosofa de la UMSNH Rosario Herrera Guido, y es que están proliferando los discursos proautoritarios que buscan a toda costa la imposición de sistemas económicos y políticos.“El teórico del nazismo Carl Schmidt en su libro El concepto de lo político define una sistematización de la intolerancia y el orden. Este autor esgrime en su concepción filosófica de política la inexistencia de ésta si no se concibe un ‘enemigo’ (sin enemigo no hay política). De esta forma, ante la presencia de un enemigo no cabe otra postura que la concepción de la lucha. El ‘enemigo’, el ‘otro’, el ‘distinto’, el ‘extraño’ debe ser eliminado”. Se desprende entonces de este darwinismo social que pretende imponer el PAN y los sectores empresariales que se estaría determinando la instrumentación de un derecho electoral, penal e institucional autoritario, con menos garantías, con más penas.“Esta teorización de amigo y enemigo, que baraja el maniqueísmo panista, dará lugar a un poder punitivo que irá creciendo y ya no se podrá detener. El respeto a las instituciones, la institucionalización del poder se exhibe entonces con menos garantías, con más poder (siempre irracional) que conllevará hacia la eliminación total de quienes afecta la ‘pureza’ de la institución, llámese Trife, llámese figura presidencial, llámese estado de derecho. Otra vez, el discurso jurídico es sostén del poder; otra vez se revela la dependencia del saber respecto del poder”, enfatizó la filósofa.Ya lo decía Foucault, el poder necesita crear a sus propios sabios para que les brinden los argumentos “científicos” que otorguen legitimidad a sus irracionalidades. Ocurre con el poder punitivo y con cualquier otro fenómeno de poder. Ergo, resulta muy interesante la lógica discursiva de lo institucional. Ya que hay que destacar que la lógica discursiva de Carl Schmitt posibilitó la justificación del nazismo y sus aberraciones.México, última democracia de ALEn voz del especialista en política latinoamericana, el nicolaita Salvador Morales, el efecto retardado para que nuestro país reaccione en su base social a las políticas neoliberales, cuando la movilización ya cumple una década en el hemisferio, se debe a dos razones: la cercanía y la intervinculación económico-cultural de México con Estados Unidos, y en una segunda instancia es que al amparo de esta relación se cuajó una serie de intereses sectoriales y egocéntricos de los sectores de poder en el país, sin atender las expectativas de la comunidad entera.“El México que había cultivado una reputación y una imagen de peso en América Latina poco a poco la ha ido abandonando, y para las naciones hermanas, nuestro país ya le dio la espalda a los latinos. Esto quedó en demasiada evidencia cuando Vicente Fox trató de defender el ALCA en su visita a Argentina y se asumió como el Caballo de Troya del neoliberalismo en la región”.El doctor en Historia destacó que la relación con Estados Unidos, emprendida en los últimos años, es a tal punto delicado que al desarrollarse la campaña electoral el mismo programa de López Obrador incurrió en silenciar la relación con América Latina.“El movimiento que encabeza Andrés Manuel viene a encabezar un enfrentamiento al sistema económico neoliberal, que en última instancia significa una confrontación contra el sistema capitalista mundial. Pero hizo muy mal en silenciar que la reacción mexicana frente a estos estragos se inserta en un movimiento general frente al neoliberalismo en América Latina, y solamente al intentar deslindarse de un financiamiento imaginario de Hugo Chávez y no asumir plenamente que la resistencia civil forma parte de un movimiento que se generaliza en el hemisferio contra el capitalismo –encabezado por la izquierda reformista– lo hace caer un error”.Destacó que si los grandes poderes identifican a López Obrador con la izquierda reformista latinoamericana, ya sea por boca de Donald Rumsfeld o de John Dimitri Negroponte, o del propio George W. Bush, no altera en nada sus objetivos, ya que desde lo más recóndito estos personajes son los principales operadores para que el proyecto alternativo de AMLO no se concrete en nuestro país.“Entonces, quitémonos las caretas y luchemos en el terreno ideológico y político limpio, cara a cara, y con todos los elementos con los que se tiene que luchar frente a un sistema, frente un modelo opresor y empobrecedor”, enfatizó el historiador.La resistencia civil y la Otra campañaA juzgar de Patricia Avila, académica del CIEco de la UNAM, la capacidad organizativa de muchas organizaciones sociales que forman parte de los campamentos en la ciudad de México yacen en su pertenencia a la Otra campaña, que emprendió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional desde principios de año, pero parece ser que “el PRD no lo ha querido detectar u lo omite”.En su lectura del matiz y el crisol de organizaciones, que están denunciando el fraude electoral y que pugnan por el voto por voto, la científica de la UNAM señaló que los movimientos sociales deben superar los liderazgos personalizados, ya en AMLO o en el subcomandante Marcos, y deben plantearse un proyecto político de país y propugnen por una agenda que incorpore la reivindicación de todos los sectores sociales, que generarán entonces más espacios democráticos.Y es que para la académica de la UNAM, la resistencia civil pacífica y la Otra campaña están llamadas a desembocar en el mismo abrevadero social actual, toda vez que en la Convención Nacional Democrática del 16 de septiembre surgirá un programa político alterno a lo institucional al que el propio AMLO debe sumar otras vertientes, otros líderes, otros sectores.“En estos momentos las organizaciones sociales adherentes a la Otra campaña están alimentando la resistencia civil, esto indica que tienen un objetivo en común y es necesario que, para el éxito del movimiento, ambos proyectos se entrelacen y propongan una agenda alterna, de autonomía, de autogestión y de capacidad de resistencia”.

LA JORNADA DE MICHOACAN