Ciudad Perdida
Miguel Angel Velázquez
Se cocina estrategia contra el fraude
No tomar posesión, en la imaginaria perredista
Recomendación mediática de la derecha de EU
La idea comienza a tomar forma y seguramente sería la respuesta más seria, más estricta en contra del fraude electoral del 2 de julio pasado. Aún no está totalmente cocinada, pero seguramente será aceptada por todos los perredistas en la ciudad de México y por muchos otros en el país.
Resulta que de los jefes delegacionales perredistas electos -14 en total-, más los diputados locales también electos, e incluso el virtual jefe de Gobierno, ninguno tomaría posesión del cargo que les confirió la ciudadanía el 2 de julio, en protesta por el fraude perpetrado por la autoridad electoral y el gobierno federales, en contra del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador.
Como decíamos al principio, no se trata de una decisión tomada, pero la medida ya empieza a ser una idea fija entre los perredistas que obtuvieron cargos de elección, que ven en ello una forma de resistencia que reflejaría con certeza su voluntad firme de hacer respetar el sufragio de millones de mexicanos que pretende ser birlado.
Por lo pronto la idea ya dejó de ser un simple comentario de pasillo y empieza a discutirse en los más altos niveles de ese partido, aunque, como siempre, se teme que algunos de los electos pretendan no poner en riesgo su cargo y rechacen la opción.
Para ninguno será fácil, ni para quienes han vivido de las tareas legislativas durante los últimos años, ni tampoco para quienes se estrenan en cargos públicos, pero en muchos casos el compromiso de esos políticos parece ir más allá de la posición política, y empieza a sonar como un acción conjunta que pondría en jaque todo el sistema político de la ciudad, y del país.
Parece así, como hasta ahora se los hemos contado, una acción peligrosa para quienes la quieran emprender, pero para eso ya se inició la consulta con abogados constitucionalistas, entre otros, para tener el apoyo legal que sustente la medida.
Según se nos ha explicado, Marcelo Ebrard, virtual jefe de Gobierno del Distrito Federal, se ha comprometido con los más importantes jefes políticos del PRD para poner en suspenso la toma de posesión del cargo que ganó en las elecciones, aunque no se ha tenido una confirmación de tal especie del círculo más cercano al político defeño.
En fin, cierto o no, hasta el momento la opción parece ser la única forma de protesta efectiva que se encontró entre los políticos del sol azteca en el DF, opción que por otra parte podría extenderse a todos los ámbitos del país, es decir, si la medida se amarra en la ciudad, podría llegar hasta los diputados federales y los senadores electos, lo que significaría la crisis política más profunda de México desde los tiempos de la revolución.
Bush y Gore
Nada más faltaba que otro periódico de la derecha estadunidense sugiriera que para que los ánimos se calmen y la lumbre no llegue a los aparejos se siga la fórmula por la que George W. Bush llegó a la presidencia de su país.
Es decir, recomienda que Andrés Manuel López Obrador le regale el poder al panista. Dicho de otra manera, que traicione a los millones de mexicanos que votaron por él.
Para muchos este sería un buen camino, lo malo es lo que nos dice la experiencia. Estados Unidos está quebrado en sus finanzas como país, aunque existan algunas empresas muy boyantes, la gente cada día es más pobre, pero además Bush los ha metido en un guerra donde el terror es la fórmula para evitar que los estadunidenses tomen conciencia de lo que les pasa.
¿Eso es lo que se pretende? Desde luego, para Feli-pillo sería "casi el paraíso", pero eso no va a suceder. ¡Lástima señores!
ciudad perdida
Se cocina estrategia contra el fraude
No tomar posesión, en la imaginaria perredista
Recomendación mediática de la derecha de EU
La idea comienza a tomar forma y seguramente sería la respuesta más seria, más estricta en contra del fraude electoral del 2 de julio pasado. Aún no está totalmente cocinada, pero seguramente será aceptada por todos los perredistas en la ciudad de México y por muchos otros en el país.
Resulta que de los jefes delegacionales perredistas electos -14 en total-, más los diputados locales también electos, e incluso el virtual jefe de Gobierno, ninguno tomaría posesión del cargo que les confirió la ciudadanía el 2 de julio, en protesta por el fraude perpetrado por la autoridad electoral y el gobierno federales, en contra del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador.
Como decíamos al principio, no se trata de una decisión tomada, pero la medida ya empieza a ser una idea fija entre los perredistas que obtuvieron cargos de elección, que ven en ello una forma de resistencia que reflejaría con certeza su voluntad firme de hacer respetar el sufragio de millones de mexicanos que pretende ser birlado.
Por lo pronto la idea ya dejó de ser un simple comentario de pasillo y empieza a discutirse en los más altos niveles de ese partido, aunque, como siempre, se teme que algunos de los electos pretendan no poner en riesgo su cargo y rechacen la opción.
Para ninguno será fácil, ni para quienes han vivido de las tareas legislativas durante los últimos años, ni tampoco para quienes se estrenan en cargos públicos, pero en muchos casos el compromiso de esos políticos parece ir más allá de la posición política, y empieza a sonar como un acción conjunta que pondría en jaque todo el sistema político de la ciudad, y del país.
Parece así, como hasta ahora se los hemos contado, una acción peligrosa para quienes la quieran emprender, pero para eso ya se inició la consulta con abogados constitucionalistas, entre otros, para tener el apoyo legal que sustente la medida.
Según se nos ha explicado, Marcelo Ebrard, virtual jefe de Gobierno del Distrito Federal, se ha comprometido con los más importantes jefes políticos del PRD para poner en suspenso la toma de posesión del cargo que ganó en las elecciones, aunque no se ha tenido una confirmación de tal especie del círculo más cercano al político defeño.
En fin, cierto o no, hasta el momento la opción parece ser la única forma de protesta efectiva que se encontró entre los políticos del sol azteca en el DF, opción que por otra parte podría extenderse a todos los ámbitos del país, es decir, si la medida se amarra en la ciudad, podría llegar hasta los diputados federales y los senadores electos, lo que significaría la crisis política más profunda de México desde los tiempos de la revolución.
Bush y Gore
Nada más faltaba que otro periódico de la derecha estadunidense sugiriera que para que los ánimos se calmen y la lumbre no llegue a los aparejos se siga la fórmula por la que George W. Bush llegó a la presidencia de su país.
Es decir, recomienda que Andrés Manuel López Obrador le regale el poder al panista. Dicho de otra manera, que traicione a los millones de mexicanos que votaron por él.
Para muchos este sería un buen camino, lo malo es lo que nos dice la experiencia. Estados Unidos está quebrado en sus finanzas como país, aunque existan algunas empresas muy boyantes, la gente cada día es más pobre, pero además Bush los ha metido en un guerra donde el terror es la fórmula para evitar que los estadunidenses tomen conciencia de lo que les pasa.
¿Eso es lo que se pretende? Desde luego, para Feli-pillo sería "casi el paraíso", pero eso no va a suceder. ¡Lástima señores!
ciudad perdida