SORPRESAS CALDERONISTAS EN EL EL BICENTENARIO
Linea Directa
Un inusitado boletín de prensa oficial circuló el fin de semana pasado en los medios de comunicación en el cual daban cuenta de la participación de ejércitos extranjeros “amigos” en los festejos del bicentenario de la Guerra de Independencia en México, los cuales están siendo invitados a participar en el desfile militar del próximo 16 de septiembre.
A la Secretaría de Marina, como se ha hecho costumbre, le toca hacer el trabajo sucio, por lo cual cursará invitaciones a Colombia, Chile, Brasil, Panamá y Guatemala. A la Sedena la segunda instancia para cursar invitaciones le tocará cursarlas a algunos países europeos, para que según su grado de “afinidad” con nuestro ejército elabore y envíe las invitaciones a los países “amigos”. La invitación a los EE. UU. será tratada en forma especial, debido a su numerosa participación en invasiones y agresiones a nuestro país. Así lo dispuso el señor Felipe Calderón Hinojosa al girar las órdenes respectivas del caso.
No deja de llamar la atención que estando México en medio de una aguda crisis económica disponga de recursos para el fausto de una celebración que en México no acostumbramos. Más del 80 por ciento de los municipios del país muestran vacías sus arcas para poder sobrevivir y, sin embargo a Calderón, o alguno de sus brillantes chicos, se le ocurrió la puntada de invitar a contingentes de ejércitos para que vengan a desfilar bajo el balcón de Palacio Nacional, cuando más del 50 por ciento de la población rural y urbana en México se está muriendo de hambre.
Por poner un ejemplo en la Procuraduría de Justicia estatal de Baja California Sur, al no contar con recursos suficientes, los agentes judiciales han recibido línea, para realizar sus “búsquedas” y complementar sus ingresos con actos plenamente delictivos, como le extorsión y en ocasiones con el descarado robo a miembros de la población a los que acusan sin tener pruebas y los detienen y extorsionan, en flagrante abuso de autoridad. Todo apoyado por una maquinaria de justicia, donde jueces y juezas, están al servicio de los atropellos y despojos.
Con todo, los efectos más comunes de la carencia de recursos se dan debido a los compromisos que tienen signados los ayuntamientos con sus proveedores y no pueden solventar porque, al parecer, el año de Hidalgo comenzó en el sistema de gobierno panista, desde hace meses y con una desmedida voracidad desaparecieron, como por arte de magia lo que quedaba de los ya de por sí exiguos presupuestos.
El caso es que no hay dinero para cumplir con los sueños calderonistas de formar ambientes propicios para el militarismo en México, mientras la pobreza alcanza a las clases más desprotegidas, las cuales, por cientos de miles de habitantes que las forman, padecen las ineficiencias del régimen blanquiazul y es una salvaje incongruencia el dispendio en fastuosas celebraciones que, además de estúpidas, son superfluas. Así el ejército mexicano se
ganará, una vez más, el repudio del pueblo.