Bloggeando desde Zacatecas

El Sr. López| El Fraude Electoral|La Verdad Sea Dicha|Las Protestas|Foxilandia|El Fraude Según Fox
BLOG En Constante Actualización, F5 Para Recargar

México Necesita Que Lo Gobierne Las PUTAS, Porque Sus Hijos Le Fallaron

M O R E N A (MOvimiento de REgeneración NAcional)

Blogeando Desde Zacatecas En Pie De Lucha Rumbo Al 2012, AMLO PRESIDENTE

martes, 25 de marzo de 2008

México: Consejo zacatecano para la defensa del petróleo

DECLARACIÓN DE ZACATECAS

CONSEJO ZACATECANO PARA LA DEFENSA DEL PETRÓLEO*

Nos hemos dado cita en este tradicional recinto universitario para fortalecer nuestras convicciones patrióticas y acordar las acciones que pondremos en marcha para defender nuestro petróleo.

Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el petróleo se convirtió en el elemento más importante para propulsar el desarrollo de la economía. Nada importante puede hacerse, en los planos de la industria, los servicios y el mejoramiento material de la convivencia colectiva, si no se tiene acceso a este recurso. El petróleo mueve al mundo y lo seguirá impulsando al menos por los siguientes treinta años. Por esta razón es un recurso que tanto y tantos ambicionan, que causa la desgracia o asegura la felicidad de los pueblos que lo poseen.

Consciente de su enorme significación y apoyándose en la organización y la movilización de los trabajadores del campo y de las ciudades, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, tomo la histórica determinación de expropiar la industria petrolera en 1938, que hacía décadas se encontraba en manos de poderosas empresa extranjeras, las cuales la explotaban en su exclusivo beneficio.

Desde que el ilustre político michoacano restituyó a la nación el dominio sobre su petróleo, que le había sido arrebatado por la dictadura de Porfirio Díaz, se abrió el camino de la segunda independencia nacional y México pudo pasar, en breve lapso, de país semifeudal y primitivo, exportador de minerales, a otro de gran desarrollo democrático, agrícola e industrial, con claras perspectivas de progreso.

A lo largo de los años, la industria nacionalizada del petróleo se constituyó en la herramienta propulsora de la industria nacional, creó y perfeccionó su propia tecnología para la exploración y la explotación de los hidrocarburos, construyó refinerías y plantas de petroquímicos básicos, redes de ductos y complejos industriales impresionantes, propulsó el desenvolvimiento acelerado de la industria, así como de otros sectores económicos importantes, como ¡a petroquímica derivada, ¡a industria metal mecánica, los fertilizantes para el agro, la construcción, la ingeniería, el transporte, contribuyó a la generación de empleos, incentivó la inversión pública y privada y ayudó al desarrollo social. Asimismo, dio un impulso muy grande a la política de nacionalizaciones, que hizo posible la creación de importantísimas empresas públicas descentralizadas que abarcaron a todas las ramas de la producción, los servicios y el crédito.

Durante más de cuatro décadas, apuntalada fundamentalmente en el petróleo, la economía de México creció a tasas de 6.3 por ciento y en dos señaladas ocasiones a más del ocho por ciento. El país tomo por largo tiempo el camino de un desarrollo nacional intenso, con formas de vida modernas y civilizadas.

Sin embargo, cuando ese camino se abandonó y fue suplantado por un conjunto de políticas ajenas y aún contrarias a los intereses populares y nacionales, el país retrocedió y ahora enfrenta el riesgo de caer en la misma situación en que se encontró a principios del siglo pasado: riqueza de pocos y pobreza de la gran mayoría; aparato productivo dependiente de intereses extranjeros; sectores enteros de la economía bajo control del capital financiero internacional; riesgo de una nueva y colosal concentración de la tierra; implacable presión de poderosos empresarios beneficiarios de la privatización de la riqueza nacional, empeñados en acrecer sus privilegios y liquidar las conquistas históricas de los trabajadores del campo y de las ciudades; gobierno de derecha subordinados a los círculos conservadores de los Estados Unidos.

Veinticinco años dura ya la noche neoliberal en México. En ese lapso el modelo neoliberal, apoyado por cinco sucesivos gobiernos de derecha -cualquiera que sea el signo partidista que los haya cobijado- hizo crecer la concentración de la riqueza y el ingreso, el desempleo y la falta de fuentes de ocupación, también la pobreza -que ya se extiende a sesenta millones de mexicanos, a 24 por ciento de las familias que subsisten con apenas dos dólares diarios-, mientras que 40 hombres de negocios y sus familias concentran una riqueza calculada en 124,000 millones de dólares, de los cuales uno sólo atesora 60,000 millones de dólares, lo que lo convierte en el segundo hombre más rico del planeta.

El más grave de los efectos derivados de la aplicación de aquel modelo es la desincorporación en masa de empresas públicas, como eufemísticamente llaman sus ejecutores a la enajenación y ruina del patrimonio nacional. De 1175 empresas estatales o de participación estatal -muchas de ellas estratégicas para el desarrollo del país- que había en 1982, el número se redujo a solamente 173 en 2003 y, aunque se podría argumentar y con razón que no todas las empresas integrantes del sistema de empresas públicas se justificaban, lo cierto es que ante su drástica e indiscriminada reducción, la participación del sector público en la economía también disminuyó en 50 por ciento, lo que explica el desplome del crecimiento a un ridículo dos por ciento promedio anual durante el ciclo de gobiernos neoliberales.

Felipe Calderón pretende ahora abrir a los consorcios extranjeros la participación ventajosa en lo último que queda del patrimonio nacional: el petróleo, tratando de disimular la intención en una supuesta quiebra virtual de la paraestatal en caso de no recurrir al capital, la tecnología de punta y los mercados atractivos que la asociación con consorcios extranjeros le aseguraría.

Frente a esta absurda pretensión, a los hombres y fuerzas democráticas y progresistas, a todos los que amamos a nuestra patria y queremos verla más grande, justa, libre y generosa, a los que no admitimos se nos engañe o utilice para fines antipatrióticos, corresponde frenar esta absurda tentativa que, de prosperar, terminaría de liquidar al Estado mexicano, pues éste, ya sin poder económico, quedaría a merced de las minorías opulentas y sus amos del exterior.

Tenemos los argumentos, las cifras y conocemos los hechos, que son indispensables para informar, orientar, crear conciencia entre la población y culminar con bien nuestra tarea.

Empecemos por presentar las "razones" del gobierno que ocupa Felipe Calderón:

"Los mexicanos -dice Calderón, un michoacano muy distinto del revolucionario expropiador- somos dueños de una gran riqueza petrolera, pero buena parte de ella se encuentra en aguas profundas, desde donde no podemos extraerla porque no contamos con la tecnología adecuada, tampoco con los recursos para ello y menos con la organización para tarea tan complicada ...por lo tanto, no queda otro camino que asociarnos y concertar alianzas estratégicas con empresas calificadas, naturalmente extranjeras, que nos ayuden a aprovechar esa riqueza para construir con ella más escuelas y hospitales, más presas y carreteras, crear empleo y hacer crecer la economía. No pretendo privatizar Pemex -asegura Calderón- , sino solo permitir el paso a las compañías extranjeras en las tareas de exploración en aguas profundas y, por supuesto, en las rentas que se obtengan del petróleo que se encuentre. Además, es necesario recordar-añade- que desde hace catorce años empresas extranjeras han venido realizando trabajos de exploración en zonas transfronterizas del Golfo de México y que en 2010 termina la moratoria, en razón de lo cual dichas compañías podrían empezar a extraer petróleo a partir de esa fecha. La explicación concluye con esta frase intimidatoria: O nos asociamos con quienes nos pueden ayudar o perderemos la gran oportunidad de beneficiarnos con esa riqueza que yace en la profundidad del océano".

Será casualidad o mera coincidencia, pero Calderón reproduce -en esencia- los argumentos del presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, quién en el año de 1946, recién concluida la segunda guerra mundial, expresó: "Pemex ha demostrado ser incapaz de desarrollar los recursos petroleros del país, ni eficientemente ni con utilidades. En el caso de que el gobierno mexicano estime conveniente invitar al capital extranjero a volver a México para ayudar otra vez a su industria petrolera, es importante que todas las empresas petroleras, legítimamente, (es decir, con una legislación a modo) tengan igual oportunidad."

Nosotros afirmamos que el verdadero propósito de los cinco gobiernos de la derecha que han estado en el poder desde hace veinticinco años, ha sido el de debilitar la industria petrolera y limitar el desarrollo de Pemex, con la finalidad de que, una vez menguadas, se entreguen a los capitales y consorcios extranjeros a precios de remate. Lo mismo que ocurrió con la minería, la obra carretera, las instituciones financieras, los teléfonos y las telecomunicaciones, los puertos y ios aeropuertos, ios ferrocarriles, y muchas otras empresas y actividades estratégicas: en todos los casos, ha sido el pueblo mexicano el que ha tenido que pagar de sus bolsillos, con sus impuestos, con el sacrificio de sus niveles de vida y la declinación de sus derechos soberanos, el costo de la corrupción galopante y el entreguismo a intereses extranjeros, que son consustanciales a los gobiernos y los funcionarios del régimen neoliberal.

Afirmamos, asimismo: a) que Pemex cuenta con el respaldo de técnicos, investigadores, trabajadores, e instituciones educativas de primer nivel, para proceder a su recuperación, reorganización y mejoramiento integral; b) que tiene los recursos suficientes para su modernización y demás actividades, pues para probar lo dicho basta con un dato: el costo de producción por barril mexicano de petróleo es de sólo 4.50 dólares, mientras que ese mismo barril se vende actualmente en el mercado a más de 80 dólares; y c) que la empresa está capacitada para generar u obtener en el mercado la tecnología apropiada para explorar en aguas someras, en tierra, en aguas profundas y en aguas ultraprofundas, sin tener que recurrir a "alianzas estratégicas" ni asociaciones ruinosas con empresas extranjeras.

Antes de cada intento por privatizar, reprivatizar o virtualmente regalar a los socios nacionales o extranjeros una empresa o actividad parte del patrimonio nacional, los voceros gubernamentales nos dijeron, una y otra vez, en un intento por justificar la entrega, que aquéllas eran presa de la corrupción, ineficientes, onerosas, por lo mismo, inútiles, y con Pemex repiten la estrategia. Sólo que ahora el 70 por ciento de los mexicanos les decimos: "NO PASARAN".

A todos queda claro que el debilitamiento de Pemex y la industria petrolera no ha sido propiciado por la incapacidad, el desinterés o la negligencia de los trabajadores, los técnicos y los funcionarios que han servido a esta empresa, sino por impúdicos gobiernos neoliberales empeñados en difundir entre la población la patraña de que lo mejor para el país es deshacernos de aquellos pesados fardos y entregarlos a quienes pueden hacerlos funcionar y aprovecharlos, es decir, a las mismas compañías que expropió el General Lázaro Cárdenas en 1938. Si bien es cierto que la industria petrolera nacionalizada atravesó hacia los finales de un sexenio gubernamental precedente al de los neoliberales, por un período de severa crisis, motivado por el súbito desplome de los precios del producto, que echó por la borda estrategias y políticas económicas ancladas en aquélla expectativa, así como por desórdenes administrativos y conductas indebidas que afectaron sus finanzas, no es sino con el arribo de los neoliberales al poder, cuando inicia el verdadero y grave desplome de la industria.

En congruencia con una estrategia tendente a desmantelar el sistema de empresas públicas, los gobiernos neoliberales no elaboraron, jamás, política alguna encaminada al aprovechamiento sustentable, en beneficio del desarrollo nacional y la preservación del medio ambiente, de los hidrocarburos.

Al contrario, en la primera mitad de los años noventa, los neoliberales iniciaron el deterioro y el virtual desmantelamiento de la petroquímica estatal, redujeron deliberadamente la capacidad de refinación del crudo y aumentaron la producción para la exportación, en demérito del mercado interno, con el fin de satisfacer los requerimientos de consumo de los países desarrollados. Impusieron a Pemex un régimen fiscal que le privó de recursos para invertir en mantenimiento de sus instalaciones y expansión de su capacidad de exploración, producción y refinamiento; e hicieron del ingreso por divisas petroleras, el insumo principal de las finanzas públicas, en las que apuntalaron el desordenado crecimiento de la burocracia y el gasto corriente del gobierno. Esa es la verdadera historia que inició en 1992 y continúa hasta hoy. "Es -como lo dice un distinguido mexicano- la historia de nuestro petróleo en las administraciones neoliberales."

Más adelante, desmembraron a la administración de Petróleos Mexicanos con la finalidad de facilitar la privatización de sectores clave de la industria, impusieron esquemas violatorios de la Constitución para la explotación de gas, como lo son los llamados contratos de servicios múltiples, obligaron a Pemex a recurrir a patrones de crédito de alto costo, redujeron drásticamente el monto de los recursos destinados a la exploración, no elaboraron proyecto alguno ni pusieron en práctica una sola medida de impacto para ampliar la capacidad de refinación, la petroquímica, las recles de ductos y el control de los flujos, la renovación y el incremento de la flota, o impulsar la investigación y el desarrollo de tecnología a cargo del Instituto Mexicano del Petróleo.

Los recursos obtenidos de la actividad petrolera durante el sexenio del señor Vicente Fox, que alcanzaron la fantástica cifra de 2.2 billones de pesos, la más alta en la historia del país, se diluyeron en gasto corriente, corrupción rampante, pago anticipado de deuda, y nadie sabe en qué más...y muy poquito para Pemex, menos de la tercera parte de lo ingresado. Y un hecho aún más insólito, si no es que perverso, es que se obligó a la paraestatal a mantener un superávit primario superior a los 100 mil millones de pesos, al tiempo que se le empujó al endeudamiento para cubrir necesidades, ya no de inversión sino inclusive de mantenimiento básico. Como resultado de tales procederes, la capacidad de producción, reposición de reservas y sostenimiento de los niveles de extracción, disminuyó considerablemente, lo que se confirma nuevamente con un solo dato, pues mientras que el promedio internacional de reposición de reservas es del 80 por ciento, en nuestro país escasamente es de la mitad: un 40 por ciento.

La realidad descrita lleva a una sola conclusión: es urgente y necesario sustituir el modelo energético en vigor, por otro que permita la recuperación acelerada de la industria petrolera y su revinculación con los intereses populares y nacionales.

Al respecto y luego de ponderar con seriedad los diversos planteamientos que se han hecho acerca de esta importante actividad, los integrantes del Consejo Zacatecano para la Defensa del Petróleo, que hoy se ha constituido, acordamos lo siguiente:

Primero: La nacionalización de la industria petrolera, es una decisión fundamental del pueblo mexicano y, por lo tanto, inamovible, irrenunciable e irreversible. Luego, por elemental congruencia, antes de siquiera proponer la modificación del basamento legal en que aquélla se sustenta, el gobierno federal y el Congreso de la Unión, conjuntamente, deben saber lo que piensan y opinan las fuerzas políticas, las organizaciones sociales y empresariales, las instituciones de educación superior, y los investigadores especializados en la materia, acerca de la situación de la industria y de los caminos que estiman convenientes a su mejoramiento, reorganización y fortalecimiento, con la finalidad de aprovechar racionalmente la cuantiosa riqueza de hidrocarburos con la que cuenta el país y asegurar que ella sirva verdaderamente a los superiores intereses de todos los mexicanos.

Segundo: A reserva del destino que corra la propuesta que antecede, este Consejo concluye que es indispensable, con respecto a la industria de los hidrocarburos, adoptar las siguientes medidas:

1. La elaboración por consenso, democráticamente, de una política energética integral que consolide a la industria en su condición de nacionalizada; asegure su rescate y reorganización, recupere su función de promotora del desarrollo económico, industrial, de servicios, social y cultural de los mexicanos; conduzca al aprovechamiento racional y sistemático de las reservas probadas; aumente la capacidad de exploración y de reposición de las reservas, y, asimismo, de refinación del crudo producido; garantice a las empresas estatales que operan en el ramo de la energía, un régimen fiscal idóneo a su sano desenvolvimiento, con autonomía presupuestal y de gestión, sujeta al control legislativo y auditoría social, para evitar o combatir resueltamente toda forma de corrupción interna, y facilitar, así, el cumplimiento estricto de las funciones y compromisos con el país que les competen; fomente la petroquímica básica y la derivada, apoye nuevamente la producción de fertilizantes, produzca combustibles de calidad y a precios razonables, fundamentalmente destinados al mercado nacional; contribuya a preservar y enriquecer los ecosistemas de México y el mundo; incentive la investigación hacia el empleo de fuentes alternativas de energía; y asegure que los ingresos provenientes de la exportación se canalicen, invariablemente, al crecimiento y consolidación de la propia industria petrolera, así como al progreso del país y de su población.

2. Si fuese necesario convenir la asociación o el establecimiento de alianzas estratégicas, ello debería de realizarse preferentemente con empresas estatales, de América Latina en primer término y luego con las demás de la misma naturaleza que se estime conveniente, con las cuales se pueda -en condiciones de mutuo beneficio-, intercambiar tecnología, defender mercados, estabilizar precios y acordar políticas del sector.

Bajo ninguna circunstancia podrá Petróleos Mexicanos celebrar contratos de riesgo con empresas extranjeras, no sólo porque ello contraviene lo establecido por nuestra Ley Suprema, que expresamente lo prohibe en su artículo 27, sino por representar una práctica inconveniente a la operación autónoma de la empresa. Muy por el contrario, consideramos que ésta debe cancelar los contratos contraídos con esa modalidad. Es obvio que toda actividad que Pemex no pueda realizar por sí mismo, y que sean necesarias y convenientes para su operación, podrá contratarlas en donde mejores condiciones le garanticen, pero jamás bajo el supuesto de ceder participación a empresas privadas -extranjeras o nacionales- en el producto obtenido o las ganancias que resulten de su venta.

Ante la eventual carencia de recursos para sostener sus obligaciones, en lugar de recurrir a la sangría tradicional de las divisas provenientes del petróleo, el gobierno tendrá expedito el camino, así como presta nuestra solidaridad, para emprender una reforma financiera y fiscal -pospuesta desde hace largo tiempo- que grave en la proporción debida ingresos y riqueza -en lugar de preferentemente consumo- y aligere la carga a los contribuyentes cautivos, trabajadores, profesionistas, clases medias, pequeños y medianos comerciantes y empresarios.

En la nueva estrategia energética de México, el petróleo debe recuperar su condición de herramienta de solidaridad con los países en vías de desarrollo, cambio que deberá iniciar con la restitución y aplicación del Pacto de San José, vital para el sano desenvolvimiento de las naciones centroamericanas y caribeñas. El petróleo debe ser, asimismo, fuente de fortalecimiento del pacto federal. En consonancia, demandamos gasoducto para Zacatecas, energético fundamental para propulsar el desarrollo industrial de la entidad.

De lo expuesto se percibe claramente que la industria petrolera nacionalizada tiene muchos más caminos abiertos para su desarrollo y consolidación que el único que nos proponen recorrer los enemigos del país: lisa y llanamente, revertir la más valiosa de las riquezas nacionales a rentable negocio particular -como ocurría en los albores del siglo XX bajo la ominosa dictadura de Porfirio Díaz-.

Dado en la ciudad de Zacatecas a los ocho días del mes de marzo de 2008

*El Consejo Zacatecano está conformado por el exgobernador Lic. Arturo Romo Gutiérrez, el exrector de la UAZ Ing. Rogelio Cárdenas Hernández; los presidentes estatales del PRD y PT, por el exsenador y dirigente barzonista Juan José Quirino Salas y por el M. en C. Efráin Arteaga Domíguez en representación del Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP**), así como otras personalidades de la cultura, la inlectualidad, y sectores de la industria y el comercio en Zacatecas.

Dicho documento se suscribió el pasado sábado 8 de marzo en el Teatro Claderón de la ciudad de Zacatecas en donde la actriz Jesusa Rodríguez tomó protesta a dicho Consejo.

** Integrantes del Frente Social por la Soberanía Popular:

Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE); Sección 46 del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM); Sección 34 del SNTE-CNTE; Sindicato Único de Trabajadores de la UTEZ (SUTUTEZ); Sindicato Único de Trabajadores de CONALEP (SUTACZ); Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo de COBAEZ (SUPDACOBAEZ); Sindicato de Trabajadores de la UAZ (STUAZ); Coordinadora del Magisterio Democrático de Zacatecas, Secc. 58; Sindicato de Trabajadores de CECyTEZ (STCECyTEZyEMSAD); Sindicato de Trabajadores de Confianza de CECyTEZ (SITCOCECyTEZ); Secciones 95, 201, 166 y 62 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros; Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMySRM); Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la SEMARNAT (SNTSEMARNAT); Sección 29 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS); Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC); Movimiento del Sindicalismo Revolucionario (MSR); Frente Nacional de Organizaciones Braceroproa, A.C.; Asociación Civil "5 de Mayo de Guadalupe y Zacatecas; Solidaridad Cívica Zacatecana, A. C.; Agrupación Política Nacional (APN) "Nueva Democracia"; Promotora por la Unidad Nacional Contra el Neoliberalismo (PUNCN); Colectivos y trabajadores de la Otra Cultura; Federación de Organizaciones Sociales del Estado de Zacatecas-Movimiento Avance por la Democracia (FOSEZ); Barzón Zacatecas; Frente Popular de Lucha de Zacatecas-Coordinadora Nacional Plan de Ayala (FPLZ-CNPA); Jóvenes por el Socialismo (JPS); Alianza Ciudadana de Comunidades Urbanas y Rurales, A. C. (ACCUR, A.C.); Integradora Estatal de Productores de Frijol; Comercializadora "Alfonso Medina" SPR de RI; E.I.S.A.; Enlace al Campo SPR de RI; Los Ejidos SPR de RI; Vaqueros de La Cocinera SPR de RI; Tianguis La Campesina; Sección 32 del Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación para Adultos (SNTEA).