Disparos de grueso calibre fiscal
Revista Siempre / Félix Fuentes
Mediante disparos de grueso calibre son sometidos los contribuyentes y quedan mal heridos debido a los impactos del IETU, predial, cuotas de agua, tarifas eléctricas y elevados precios de productos básicos.
El fuego intenso perfora a la economía de familias pobres e igual sucede a pequeñas y medianas empresas, agobiadas por elevados impuestos que ideó el secretario de Hacienda, Agustín Carstens. El predialazo del perredista capitalino, Marcelo Ebrard, es un obús devastador.
De plano se dan por muertos los campesinos ante la plena apertura de artículos agrícolas procedentes de Canadá y Estados Unidos. Los infelices carentes de recursos para adquirir fertilizantes o maquinaria agrícola están condenados a ser esclavos de las naciones imperiales del norte y seguir usando el ancestral arado egipcio.
Sobre eso sale al aire la propaganda estridente de poblaciones que supuestamente viven felices y gozan de elevado tren de vida, ¡gracias al Tratado de Libre Comercio! Es una desvergüenza de corte foxista. Y de la escalada de precios hasta de 20 por ciento, no hay spots publicitarios.
Patrones de medio nivel están azorados por el ametrallamiento del IETU —Impuesto Empresarial de Tasa Unica— tres veces más oneroso, comparado con el Impuesto Sobre la Renta, según manifiestan especialistas en asuntos fiscales.
Propietarios de negocios que sobreviven a duras penas no aguantarán en este 2008 el peso de los arteros golpes hacendarios y se verán obligados a tirar la toalla. No les queda alternativa frente a la despiadada competencia de empresas trasnacionales y del contrabando, procedente en primer término de China.
Sin apoyos a productores del campo y a pequeños industriales, el desplome del empleo es irremediable. El presidente Felipe Calderón culpa la caída de mano de obra al “hipotético” escenario de recesión estadounidense, sin considerar que la planta productiva nacional está por los suelos. La correduría Merrill Lynch ha declarado la recesión en Estados Unidos.
El calderonismo insiste que durante su primer año generó 750 mil trabajos, según números laborales del IMSS, pero la cifra es engañosa porque la mayoría de esas plazas corresponde al comercio informal, al ambulantaje.
Cree el presidente Calderón en la solidez de la economía debido al incremento en el precio del petróleo y las reservas del Banco de México, de más de 70 mil millones de dólares, pero eso no es eterno. Un país de escasa producción y dependiente de artículos extranjeros para su alimentación y vestido es un país a la deriva, a punto del naufragio.
El cuadro de represión fiscal lo completa el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien se siente Luis XVI y aplica severos impuestos a los capitalinos. En las mal llamadas zonas residenciales, con calles y avenidas que lucen baches por doquier y continúan plagadas de vendedores ambulantes y limosneros, duplicó el predial y quintuplicó tarifas de agua.
Una mujer sola que el año pasado pagó 36 mil pesos de predial en las Lomas de Chapultepec, esta vez le llegó el recibo por 66 mil pesos. Es la historia de “cobrar más a quienes más tienen”. Pero peor les va a los pobres, cobrándoles tres y cinco veces más, de un período de otro. ¿Tanto dinero necesita Ebrard para su campaña presidencial, ya iniciada vía Televisa?
Mediante disparos de grueso calibre son sometidos los contribuyentes y quedan mal heridos debido a los impactos del IETU, predial, cuotas de agua, tarifas eléctricas y elevados precios de productos básicos.
El fuego intenso perfora a la economía de familias pobres e igual sucede a pequeñas y medianas empresas, agobiadas por elevados impuestos que ideó el secretario de Hacienda, Agustín Carstens. El predialazo del perredista capitalino, Marcelo Ebrard, es un obús devastador.
De plano se dan por muertos los campesinos ante la plena apertura de artículos agrícolas procedentes de Canadá y Estados Unidos. Los infelices carentes de recursos para adquirir fertilizantes o maquinaria agrícola están condenados a ser esclavos de las naciones imperiales del norte y seguir usando el ancestral arado egipcio.
Sobre eso sale al aire la propaganda estridente de poblaciones que supuestamente viven felices y gozan de elevado tren de vida, ¡gracias al Tratado de Libre Comercio! Es una desvergüenza de corte foxista. Y de la escalada de precios hasta de 20 por ciento, no hay spots publicitarios.
Patrones de medio nivel están azorados por el ametrallamiento del IETU —Impuesto Empresarial de Tasa Unica— tres veces más oneroso, comparado con el Impuesto Sobre la Renta, según manifiestan especialistas en asuntos fiscales.
Propietarios de negocios que sobreviven a duras penas no aguantarán en este 2008 el peso de los arteros golpes hacendarios y se verán obligados a tirar la toalla. No les queda alternativa frente a la despiadada competencia de empresas trasnacionales y del contrabando, procedente en primer término de China.
Sin apoyos a productores del campo y a pequeños industriales, el desplome del empleo es irremediable. El presidente Felipe Calderón culpa la caída de mano de obra al “hipotético” escenario de recesión estadounidense, sin considerar que la planta productiva nacional está por los suelos. La correduría Merrill Lynch ha declarado la recesión en Estados Unidos.
El calderonismo insiste que durante su primer año generó 750 mil trabajos, según números laborales del IMSS, pero la cifra es engañosa porque la mayoría de esas plazas corresponde al comercio informal, al ambulantaje.
Cree el presidente Calderón en la solidez de la economía debido al incremento en el precio del petróleo y las reservas del Banco de México, de más de 70 mil millones de dólares, pero eso no es eterno. Un país de escasa producción y dependiente de artículos extranjeros para su alimentación y vestido es un país a la deriva, a punto del naufragio.
El cuadro de represión fiscal lo completa el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien se siente Luis XVI y aplica severos impuestos a los capitalinos. En las mal llamadas zonas residenciales, con calles y avenidas que lucen baches por doquier y continúan plagadas de vendedores ambulantes y limosneros, duplicó el predial y quintuplicó tarifas de agua.
Una mujer sola que el año pasado pagó 36 mil pesos de predial en las Lomas de Chapultepec, esta vez le llegó el recibo por 66 mil pesos. Es la historia de “cobrar más a quienes más tienen”. Pero peor les va a los pobres, cobrándoles tres y cinco veces más, de un período de otro. ¿Tanto dinero necesita Ebrard para su campaña presidencial, ya iniciada vía Televisa?