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Se descubren dos cadáveres en Monterrey

Revista Proceso

Monterrey, N.L., 9 de abril (apro).- Los cadáveres de dos personas ejecutadas fueron localizados este lunes por la mañana en diferentes puntos del centro de Monterrey, informó la Agencia Estatal de Investigaciones.

A las 7:00 de la mañana, fue encontrado el cadáver del propietario de la franquicia de una cadena de tacos con una cuchillada en la yugular, en la colonia Tecnológico.

La víctima fue identificada como Rafael González Elizondo, de 49 años de edad, quien fue encontrado debajo de unas mesas en el establecimiento denominado Tacos del Julio, que abre las 24 horas, en la avenida del Estado y calle Filósofos, de la mencionada colonia.

Las primeras investigaciones señalan que el o los homicidas conocían a su víctima, pues en el lugar del crimen se encontraba una mesa con tres sillas dispuestas, por lo que se presume que antes de morir, González Elizondo departió con sus victimarios.

La policía sospecha que el móvil robo, pues en la caja registradora no fue encontrado el dinero de las ventas de la noche anterior que, se supone, el hombre asesinado había colectado antes de retirarse del lugar.

En otro hecho, un hombre fue encontrado muerto a las 7:30 de la mañana en el interior de un local comercial ubicado en el número 22 de la calle Aldama, entre Ocampo e Hidalgo.

La víctima, quien fue identificada únicamente como Santiago, se encontraba atada de pies y manos y, al parecer, pereció por estrangulamiento, aunque los Servicios Periciales investigan las contusiones profundas que presentaba en el cráneo las cuales pudieron causarle la muerte.

El local donde fue encontrado el hombre, quien, al parecer, era originario de Oaxaca, pertenece a un sindicato que fue identificado como FLCO, que se encarga de colocar a trabajadores inmigrantes en Estados Unidos.

Santiago tenía dos meses de vivir en ese lugar, informó José Lima Briones, presunto encargado del establecimiento y quien es interrogado por la Agencia Estatal de Investigaciones.

La víctima había trabajado durante algunos años en Carolina del Norte, y era una de las personas encargadas de reclutar a los trabajadores que emigraban.

Los detectives buscan a Cástulo Benavides, quien era velador del lugar y que no ha sido localizado después del crimen.