PRESIDENTES PANISTAS Y SUS SUEÑOS GUAJIROS
Felix Fuentes
O están marcadas por maleficios o son pésimamente diseñadas las giras internacionales de presidentes panistas, empeñados en el disfrute de la pompa europea y el choque de copas con reyes, presidentes y primeros ministros, en cuanto inician su gestión bajo el lema de atraer inversiones a México.
Ni recordar los ridículos en el Viejo Continente de Vicente Fox, quien sigue exhibiéndose. El lunes pasado, en Los Ángeles, California, propuso que América Latina huya de la “dictadura perfecta, como lo dijo el premio Nóbel de Literatura colombiano Mario Vargas Llosa”.
En 14 palabras expresó tres falacias. Vargas Llosa es peruano, no es Nóbel literario y cuando habló de la “dictadura perfecta” se refirió a México, no a América Latina. A la vez, Fox amenazó con escribir dos libros, sin aclarar si serán de frases cómicas o propias para retardados.
Este lego que nos ‘gobernó’ seis años se atrevió a decir en el Dorothy Chandler Pavillion que cuando Marta Sahagún fue su portavoz, la atacaron duramente porque tuvo el valor de terminar con la era de ‘cochupos’ con la prensa.
Pues el régimen de Felipe Calderón podría destapar las mismas del sexenio pasado relacionadas con la prensa, entre otras la cancelación de los 12.5 minutos de tiempos oficiales en medios electrónicos, la Ley de Radio y Televisión y los espléndidos obsequios a algunos editores para acallar voces críticas. De todo esto, de descomunales ‘cochupos’, falta mucho por dilucidar y escribir.
Semejantes habladurías no benefician al régimen actual. ¿Tiene sentido que Calderón siga los pasos de Vicente Fox y soporte críticas, algunas hirientes, como las expresadas en su primera gira por Europa?
Cientos de emigrantes tacharon al ex mandatario de traidor porque durante su mandato consiguió expulsar a 4.5 millones de mexicanos por falta de empleos. “Me da asco escuchar a Vicente Fox decir que gracias a él la democracia en México se consolidó...”, dijo Tina Calles, estudiante indocumentada.
“Es una vergüenza que venga como campeón de los derechos humanos”, expresó Manuel Cevallos, luego de que Fox llamó “mis héroes” a los emigrantes, sin haber hecho algo por ellos.
Si Calderón se ciñe a actitudes foxistas se oscurecerá su futuro. ¿Por qué imitar al frustrado aspirante presidencial Jorge G. Castañeda, quien fracasó en su propósito de romper relaciones con Cuba, a cambio de bendiciones políticas de Washington?
¿Debió Calderón atacar a Hugo Chávez y a Evo Morales y recibir la respuesta de que ‘este caballerito va por el mismo camino de su antecesor’? Frente a esto, el jefe del Ejecutivo planteó en Londres brindar prosperidad a los pueblos, sin juicios sobre las personas, en particular los gobernantes.
Hugo Chávez llamó a Vicente Fox ‘cachorro del imperio’, y éste hizo válido el calificativo cuando intentó el Acuerdo de Libre comercio de las Américas (ALCA) como caballo de Troya con las siglas de USA. Quizá Calderón no quiera verse en ese espejo.