FeCAL, EL HOMBRCILLO ESPURIO SENTADO SOBRE DINAMITA
Apenas Prendió la Mecha, La Bomba de Tiempo Llamada México
Por Lázaro Minero
Los conflictos sociales y la represión que hasta ahora hemos visto, pueden ser apenas una probada de lo que serán los próximos años con el gobierno impuesto de Felipe Calderón (FeCal) y la ultraderecha moviéndole los hilos.
El rechazo popular y la falta de legitimidad del próximo gobierno “oficial”; sumados a la creciente ola de protestas sociales causadas por el empobrecimiento, la marginación y la sordera gubernamental son un caldo de cultivo. A esto se suman los antecedentes represivos como medida para “solucionar” los conflictos sociales; SICARTSA, Atenco y Oaxaca, son los ejemplos más recientes. Ambos factores anuncian un gobierno que a falta de control y credibilidad empleará la fuerza para sostenerse.
Podemos sumar a esto, que el gobierno de FeCal entrará con menos margen de maniobra que cualquier otro gobierno en muchos años: han tenido que ser muchos los compromisos con las cúpulas de la clase política, con la iglesia y diversos grupos de poder económico, tanto nacionales como extranjeros que, el gabinete, las reformas estructurales, el presupuesto, y en general las tareas de dicho gobierno deberán estar a la medida de los patrocinadores y cómplices del fraude ultraderechista.
Los estallidos sociales podrán sucederse, al intento de pretender aprobar las reformas estructurales, o de elevar impuestos a los sectores desprotegidos, de intentar reformar la Ley Federal del Trabajo y a todo intento de aprobar cualquier medida o ley que favorezca a los adinerados del país y del extranjero.
FeCal tendrá que intentar algunas medidas que le sirvan para calmar el descontento social, sin embargo, el margen de maniobra tan reducida que tendrá no le permitirá hacer –aún en el caso de que lo quisiera– muchas concesiones a los intereses de las mayorías. Calderón no dará el ancho para calmar el descontento social, se debatirá entre una salida pacífica para sosegar los ánimos sociales y la defensa rabiosa de los intereses de sus cómplices y patrocinadores; cosas por definición, radicalmente opuestas. Si negocia, gana legitimidad, pero afecta los intereses de sus “padrinos”, si reprime, conseguirá más rechazo social, pero quedará bien con sus “patrocinadores”.
Es probable además que, como se ha hecho antes, pretenda comprar con dádivas y concesiones a algunos sectores o grupos que, “débiles” estén dispuestos a apoyar de manera abierta o soterrada a un gobierno urgido de adeptos y simpatizantes. Así comprando fidelidades, poniendo de ejemplo a los “buenos” que sí negocian, golpearía a los que no acepten sus “ofertas” “civilizadas”.
Además de neoliberal y por ello antipopular, el gobierno de FeCal nace sin legitimidad ni base social, y sin posibilidades de recomponer sus condiciones adversas, nace muerto; sin esperanza de ser siquiera como el anterior; si compra adversarios, no tendrá lo suficiente para comprarlos a todos, no puede dar concesiones suficientes a las demandas populares, y si reprime, tendría que devastar masivamente para ganar su tranquilidad, la tranquilidad de las armas.
Haga lo que haga, este gobierno espurio no sólo enfrentará a un movimiento popular encolerizado, sino que augura engrandecerlo aún más. Queda la moneda en el aire, se abre la puerta institucional para un régimen de corte fascista en nuestro país, pero simultáneamente se abre otra con la esperanza de sacudirnos tantos años de neoliberalismo devastador.
MacheTearTe
Por Lázaro Minero
Los conflictos sociales y la represión que hasta ahora hemos visto, pueden ser apenas una probada de lo que serán los próximos años con el gobierno impuesto de Felipe Calderón (FeCal) y la ultraderecha moviéndole los hilos.
El rechazo popular y la falta de legitimidad del próximo gobierno “oficial”; sumados a la creciente ola de protestas sociales causadas por el empobrecimiento, la marginación y la sordera gubernamental son un caldo de cultivo. A esto se suman los antecedentes represivos como medida para “solucionar” los conflictos sociales; SICARTSA, Atenco y Oaxaca, son los ejemplos más recientes. Ambos factores anuncian un gobierno que a falta de control y credibilidad empleará la fuerza para sostenerse.
Podemos sumar a esto, que el gobierno de FeCal entrará con menos margen de maniobra que cualquier otro gobierno en muchos años: han tenido que ser muchos los compromisos con las cúpulas de la clase política, con la iglesia y diversos grupos de poder económico, tanto nacionales como extranjeros que, el gabinete, las reformas estructurales, el presupuesto, y en general las tareas de dicho gobierno deberán estar a la medida de los patrocinadores y cómplices del fraude ultraderechista.
Los estallidos sociales podrán sucederse, al intento de pretender aprobar las reformas estructurales, o de elevar impuestos a los sectores desprotegidos, de intentar reformar la Ley Federal del Trabajo y a todo intento de aprobar cualquier medida o ley que favorezca a los adinerados del país y del extranjero.
FeCal tendrá que intentar algunas medidas que le sirvan para calmar el descontento social, sin embargo, el margen de maniobra tan reducida que tendrá no le permitirá hacer –aún en el caso de que lo quisiera– muchas concesiones a los intereses de las mayorías. Calderón no dará el ancho para calmar el descontento social, se debatirá entre una salida pacífica para sosegar los ánimos sociales y la defensa rabiosa de los intereses de sus cómplices y patrocinadores; cosas por definición, radicalmente opuestas. Si negocia, gana legitimidad, pero afecta los intereses de sus “padrinos”, si reprime, conseguirá más rechazo social, pero quedará bien con sus “patrocinadores”.
Es probable además que, como se ha hecho antes, pretenda comprar con dádivas y concesiones a algunos sectores o grupos que, “débiles” estén dispuestos a apoyar de manera abierta o soterrada a un gobierno urgido de adeptos y simpatizantes. Así comprando fidelidades, poniendo de ejemplo a los “buenos” que sí negocian, golpearía a los que no acepten sus “ofertas” “civilizadas”.
Además de neoliberal y por ello antipopular, el gobierno de FeCal nace sin legitimidad ni base social, y sin posibilidades de recomponer sus condiciones adversas, nace muerto; sin esperanza de ser siquiera como el anterior; si compra adversarios, no tendrá lo suficiente para comprarlos a todos, no puede dar concesiones suficientes a las demandas populares, y si reprime, tendría que devastar masivamente para ganar su tranquilidad, la tranquilidad de las armas.
Haga lo que haga, este gobierno espurio no sólo enfrentará a un movimiento popular encolerizado, sino que augura engrandecerlo aún más. Queda la moneda en el aire, se abre la puerta institucional para un régimen de corte fascista en nuestro país, pero simultáneamente se abre otra con la esperanza de sacudirnos tantos años de neoliberalismo devastador.
MacheTearTe