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México Necesita Que Lo Gobierne Las PUTAS, Porque Sus Hijos Le Fallaron

M O R E N A (MOvimiento de REgeneración NAcional)

Blogeando Desde Zacatecas En Pie De Lucha Rumbo Al 2012, AMLO PRESIDENTE

domingo, 24 de abril de 2011

El horror cotidiano

Revista Proceso

La morgue de Matamoros es una sucursal del purgatorio. Tras hacerse público el hallazgo de fosas llenas de cadáveres en San Fernando, Tamaulipas, cientos de personas de todo el país acudieron para saber si sus desaparecidos –de los que no habían hecho la denuncia por puro temor– están ahí, entre los ejecutados. Los trámites son lentos y dolorosos... más cuando las respuestas tardan en llegar y más aún cuando se sabe que muchos cuerpos fueron enviados al Distrito Federal porque esta ciudad, “La Meca” de los desaparecidos, ya no se da abasto...

MATAMOROS, TAMPS., 16 de abril (Proceso).- El hedor traspasa las paredes de la morgue. Se cuela por escuelas, negocios y casas, impregna la ropa, atasca las gargantas, encoge la nariz, provoca náusea, obliga a apurar el paso. En el edificio blanco donde se origina la peste hay 71 cuerpos en el piso, unos sobre otros, que esperan su turno para la autopsia.

En el estacionamiento, un tráiler de esos que podrían transportar frutas, sirve como depósito para otros 74 cadáveres envueltos en bolsas de basura y amortajados con cinta adhesiva que lleva escrito el lugar de su hallazgo.

Las carrozas fúnebres llegan cada tanto con otros cuerpos recién desenterrados. En el último conteo eran 145.

Los cementerios clandestinos descubiertos en el municipio bisagra de San Fernando –que une a Reynosa y Matamoros con Ciudad Victoria– evidencian el nivel de descomposición de la narcoguerra.

Cada fosa es prueba del encubrimiento oficial a la anormalidad cotidiana: las carreteras controladas por criminales, las matanzas cotidianas, el subregistro de muertos, las desapariciones masivas de personas, la primitiva barbarie de los grupos enfrentados, el reclutamiento forzado de jóvenes para la guerra, la cómplice indiferencia de la justicia y el obligatorio silencio ciudadano.

“Hasta ahora se dieron cuenta de lo que pasa. ¿Ya cuándo?, si mi marido y su compadre iban a León a dejar unos carros y nunca llegaron a Victoria y vivo sin una noticia, ¡nada!”, reclama una rubia con lentes oscuros y palabras atascadas por las lágrimas.

Estamos cercanos al infierno: “El Cochiloco

Revista Proceso

ZACATECAS, Zac., 22 de abril (apro).- “Si pensamos y vemos los encabezados de los periódicos y vemos que hay unas fosas donde se están encontrando 172 cadáveres, yo no puedo pensar en otra cosa más que en el hecho, de que en México, en este momento estamos en alguno de los círculos cercanos al infierno”, reflexiona el actor Joaquín Cosío, quien dio vida al personaje de El Cochiloco en la película de “El Infierno” de Luis Estrada.

Cosío se encuentra en Zacatecas para apadrinar el tercer festival “contracultural” organizado por un grupo de jóvenes artistas del colectivo “Hasta que los cerdos vuelen”, mismo que se contrapone al festival oficial que ofrece el gobierno local en estas mismas fechas.

Reconocido por sus actuaciones en los filmes El Mascarita, Matando Cabos o el General Medrano, el actor disfruta la fama, cuando la gente se le acerca para felicitarlo, tomarse la foto y pedirle un autógrafo. Muchos ignoran su nombre real, pero todos le llaman El Cochiloco.

Contrario al desalmado sicario que representa en El Infierno, Cosío, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, es en la vida real una persona tranquila.

En entrevista, se da tiempo para denunciar y hablar de los graves problemas sociales que tiene el país.

Hace tres años emprendió junto con Héctor Bonilla, entre otros actores, una activa campaña por la defensa del petróleo y ahora, en lo personal, dice estar “en contra de la impunidad absoluta y la corrupción policiaca”.

Consciente de la tragedia social que se vive en muchas ciudades y estados por la violencia, El Cochiloco lamenta “el discurso oficial que se rehúsa a aceptar su responsabilidad en relación a la seguridad, y se une al clamor de la gente con el lema ¡Ya Basta de Violencia!, cuando el asunto es ¡Ya Basta de Impunidad!”.

Dice:

“La impunidad es justamente lo que aviva la impresionante ola de violencia en la que vivimos: No hay Justicia, no hay policía, no hay seguridad para nadie, y una responsabilidad fundamental del estado y de los estados, que es brindarnos seguridad, nos la escamotean con una facilidad impresionante”.

Sin rodeos, El Cochiloco asegura que quienes están al frente del gobierno y sus instituciones le están fallando a la gente. “Estoy hablando del presidente, del gabinete de seguridad, es decir, nos escamotean ese derecho que tenemos como mexicanos, echándole la culpa a algo abstracto que ellos le llaman ‘la violencia’”.

El propio Joaquín Cosío se muestra asombrado por la capacidad del director Luis Estrada para reproducir “un espejo donde la realidad inmediata que vivimos se refleja de una manera muy clara”, en alusión a la cinta El Infierno.

Y agrega:

“Si recordamos La Ley de Herodes, estamos hablando de las postrimerías, los últimos momentos agónicos de un sistema que retrata con mucha valentía y que finalmente generó un escándalo terrible y que también se convirtió en un éxito de taquilla, y en una de las películas más vistas y más recordadas”.

En cambio, dice, ahora con El Infierno ocurre algo similar, y creo que eso también pudo haber pasado con Un Mundo Maravilloso, que es la otra película que completa la trilogía de Luis Estrada sobre temas sociales y políticos.

Este es un cine que, añade, conjuga los elementos que te planteo: nunca olvida que es cine, y que por lo tanto pretende ser arte, y antes que otra cosa, -antes que ser denuncia política y ser un elemento de reflexión-, es una película que divierte, que fascina, que cumple con los elementos del lenguaje cinematográfico.

Al actor juarense se le recuerda cómo, en un pasaje de El Infierno, el experimentado actor Salvador Sánchez -quien interpreta a El Padrino, dueño de una vulcanizadora venida a menos-, pronuncia una frase demoledora a propósito de la complicada situación económica y social que se vive en México: “…en este país no haces lo que quieres, sino lo que puedes”, y Cosío admite:

“Si, si, pues desde luego esa es una premisa totalmente clara y obvia, y que nos muestra donde estamos como país: no hay posibilidad alguna de tener una perspectiva de vida, personal, porque los elementos para ello no los tenemos al alcance de nuestras manos”.

Abunda: “estamos completamente subordinados a una realidad que está muy acotada por elementos que no hemos pedido: por la violencia, por el desempleo, por la miseria, por la desigualdad social, por la corrupción”.

También se le recuerda a propósito de la corrupción, que en El Infierno incluso se muestra el increíble sincretismo entre lo religioso y lo mafioso, una suerte de “creer en Dios y comulgar con el Diablo”, cuando en una escena aparece un cura, bendiciéndole las pistolas a los narcos en el atrio de una iglesia.

“Bueno que Luis Estrada construye toda una cosmovisión, un universo donde no deja títere con cabeza, es decir, no hay nadie que se escape… y obviamente no podía faltar la iglesia, un elemento crítico que a todos también nos sorprende.

“La iglesia ya no es de ninguna manera lo que era hace 40 años. La iglesia ahora es una institución acusada en los tribunales de pederastia, de fraude, de sacerdotes incriminados en delitos, en fin, me parece coherente que aparezca en el cine de Luis Estrada, como un elemento fundamental en su crítica, la iglesia”.

¿Tú crees que tengamos una salida en México, para este marasmo de corrupción en el que vivimos?, se le pregunta.

Cosío responde:

“Es una pregunta muy complicada, quisiera responder y decirte que sí, que sí lo veo. Pero no, realmente mi panorama personal es muy pesimista, porque estamos ante una estructura del poder empecinada en negar una realidad obvia y evidente. Con un gobierno que se niega a aceptar su responsabilidad y que deja a los ciudadanos totalmente indefensos y expuestos a la violencia absoluta de los cárteles y de sus propios policías.

“Entonces no veo yo por lo pronto a mediano plazo una salida, el próximo año va a ser determinante y crucial, pero también va a ser un año muy peligroso, un año absolutamente peligroso porque las responsabilidades de los funcionarios se van a debilitar y diluir, entonces quien sabe como nos vaya a ir a los ciudadanos. ¡Si ahora, durante todo este tiempo, hemos estado expuestos a la muerte, al riesgo de morir, quien sabe que vaya a pasar el año que entra!”.

El capo del PAN y Los Zetas

Revista Proceso

MÉXICO, D.F.; 23 de abril (Apro).- En la “guerra a las drogas” de Calderón sí hay un claro vencedor: Joaquín El Chapo Guzmán, el jefe del cartel de Sinaloa. Pero la consolidación de esa victoria antes de que sus tácitos aliados panistas dejen el poder depende de lo que suceda con el cartel de Los Zetas.

El pasado jueves 21, la firma texana Stratfor, dedicada al análisis de inteligencia de los conflictos en el mundo, confirmó lo que muchos, de diversas maneras, han dicho en México desde hace tiempo, que El Chapo y el cartel de Sinaloa son los beneficiados de la violenta estrategia de Calderón.

Después de pasar como el narco del sexenio de Vicente Fox, a quien “se les escapó” del penal de Puente Grande en cuanto el primer panista llegó a Los Pinos, El Chapo es a ojos de todo el mundo el ganador hasta ahora de la campaña sangrienta propiciada por Calderón.

Más testarudos que los dichos del ocupante de Los Pinos de que su estrategia está dirigida a todos los carteles de la droga, los hechos revelan cada vez más la apuesta del gobierno panista por el modelo Sinaloa de narcotráfico.

Hay un acuerdo de facto: debilitar a las organizaciones rivales, reducir la violencia y luego entonces estabilizar de nueva cuenta el mercado ilegal de las drogas pero con un grupo hegemónico, el de Sinaloa.

Esa estrategia ha sido explícita por parte del cartel de Sinaloa, que en mantas desplegadas en varias partes del país le ha pedido a Calderón que le ayude a acabar con Los Zetas para acabar con la violencia.

Funcionarios de Calderón han hecho saber más o menos lo mismo al extranjero. En enero del año pasado, un “alto funcionario de seguridad” le dijo a la revista inglesa The Economist: que ni con 100 mil hombres del Ejército se podría detener al Chapo. En otras palabras: mejor ni dar esa pelea. Además, reconoció su capacidad de operación internacional y, cerca del elogio, dijo que se concentraba en el tráfico de drogas, a diferencia de otras organizaciones delictivas que atentan contra la sociedad.

Ahora, los informantes gubernamentales fueron más explícitos. Aunque la firma usó el término “aparentemente”, dice que el gobierno mexicano está dispuesto a continuar la actual guerra de desgaste entre los cárteles y dejar que el de Sinaloa se fortalezca como de hecho ha ocurrido durante el gobierno de Calderón.

Más clara no pudo ser la empresa en la que trabajan exagentes de seguridad e inteligencia estadunidenses: la desestabilización que comenzó en 2006 con la campaña anticárteles de Calderón rompió el equilibrio entre los grupos y creó vacíos de poder.

Añade: Con la posible excepción de Los Zetas, la fragmentación y vacíos de poder han debilitado o destruido algunos cárteles, mientras que el de Sinaloa no ha sido afectado y es el primer beneficiario.

Stratfor sistematiza los avances del Chapo en los pasados cuatro años: Primero, desplazamiento, aun no acabado, del cartel de Juárez para controlar la principal salida de drogas a Estados Unidos en la frontera con Texas.

Segundo, consolidación de su presencia en la costa del Pacífico, con el empequeñecimiento del cartel de Tijuana, una alianza con lo que resulte de la evolución de La Familia Michoacana y según estima una próxima “conquista” del puerto de Acapulco.

En tercer lugar, el reforzamiento de su presencia en el Golfo de México a través de su alianza con el cartel del Golfo al que refuerza en su batalla contra el cartel paramilitar de Los Zetas. Y como coronación, mayor presencia en la ciudad de México; es decir, en el centro político, económico y militar de México.

Es obvio que el gobierno calderonista no pretende acabar con los cárteles de la droga; sencillamente nadie en el mundo puede ni pretende terminar con el tráfico de drogas y el lucrativo mercado que significa.

Lo que queda, por tanto, es reducir lo más pronto posible la violencia. Pero no será fácil, por lo menos en lo que resta del sexenio y tal vez ya entrado el siguiente, pues la última palabra la tienen por ahora Los Zetas, el cartel que por su extracción militar es el más difícil de enfrentar.

“El Chapo” es inmune a la guerra de Calderón, revela Stratfor

Revista Proceso

MÉXICO, DF, 21 de abril (apro).- El cártel de Sinaloa, que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán, permanece intocable ante los embates de la guerra contra el narcotráfico del gobierno de Felipe Calderón, revela el nuevo reporte Stratfor, la prestigiada consultora de seguridad estadunidense.

Más todavía, asegura que el de Sinaloa se mantiene como el cártel más grande, cohesionado y en constante crecimiento sobre territorio de grupos contrarios.

Y su expansión ha sido más notoria en Durango, Michoacán, Ciudad de México y Guerrero. En este último estado, el puerto de Acapulco destaca como el territorio más disputado.

El estudio actualizado sobre las organizaciones mexicanas del narcotráfico incluye, por primera ocasión, los movimientos del Cártel Independientemente de Acapulco (CIDA), e identifica al grupo de La Familia michoacana como los Caballeros Templarios.

El reporte de Startfor sostiene que “mientras luchas internas y presiones externas de los militares mexicanos y de agencias federales de aplicación de la ley han debilitado a todos los otros cárteles, la Federación Sinaloense ha probado ser inmune al desorden y está creciendo”.

La consultora subraya que el cártel de Sinaloa es el líder regional en la parte oeste de México y expande “activamente” su territorio.

El texto advierte que “la Federación de Sinaloa será la única que continúe inmune a los esfuerzos del gobierno (para frenar al crimen organizado). Es además la organización que con mayor seguridad asumirá la posición dominante en el panorama de los cárteles de la droga, situación que le dará el poder de forzar una reducción en los índices de violencia”.

La firma, con sede en Austin, Texas, asegura que el cártel de El Chapo, gracias a su organización bien cimentada y sus diversas fuentes de ingresos, el se mantiene incólume ante la escalada de violencia que afecta a todo el país.

Su hegemonía en el occidente del país le permite, además, respaldar al cártel del Golfo en su cruenta batalla contra Los Zetas.

“Con sigilo ‘estrangula’ a la organización de Vicente Carrillo Fuentes en Ciudad Juárez, Chihuahua; domina por completo el corredor de Tijuana, Baja Clifornia, y pelea por hacerse de la supremacía en Acapulco”, detalla Stratfor.


“Guerra de desgaste”

En su reporte, Stratfor incluye un apartado de previsiones en las que refiere que, en un periodo de tres a seis meses, el cártel de Sinaloa tomará el liderazgo total en Acapulco y Durango.

Si ello ocurre, pronostica que El Chapo redistribuirá a sus sicarios de ciudades que ya tiene afianzadas a esos dos estados para asegurar victorias “rápidas y contundentes”.

Al hacer una balance del combate al crimen organizado, la consultora resalta que la prioridad de Calderón ahora no es acabar con los cárteles de la droga, sino frenar los altos índices de violencia, pues mientras algunas organizaciones se debilitan o son absorbidas por otras, no es posible eliminarlas a todas y mucho menos frenar el negocio del tráfico de drogas en México.

Por último, denuncia que la corrupción oficial permite que los grupos delictivos sigan funcionando y por eso el gobierno ha decidido reorientar la estrategia y desplegar una “guerra de desgaste”, eliminando a los objetivos más fáciles y dejando que el cártel de El Chapo Guzmán haga el resto

Narcofosas y Calderón, mensajes frente al horror

Revista Proceso

MÉXICO, DF, 19 de abril (apro).- El mismo día que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lanzó un duro comunicado de condena al Estado mexicano por el hallazgo de 145 cadáveres en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, el presidente Felipe Calderón hacía uso de su nueva estrategia de comunicación (o incomunicación) en su cuenta de Twitter y escribió el siguiente mensaje:

“Muchas felicidades a las Fuerzas Armadas por la captura de El Kilo y toda su banda de Zetas, autores de la masacre de migrantes ahí”.

A las 11:17 horas del lunes 18 de abril, el mandatario mexicano insistió en la alabanza:

“La detención de El Kilo y Los Zetas de San Fernando, fue el resultado de una gran coordinación de fuerzas federales”.

Ni una sola palabra presidencial de apoyo a los cientos de personas que han acudido a la morgue para saber si entre esos cadáveres se encuentra algún familiar. Tampoco ningún compromiso por investigar si existen otros cuerpos hallados en fosas similares. Mucho menos referencia alguna a lo expresado por la CIDH.

La Comisión Interamericana instó al Estado mexicano “a esclarecer lo ocurrido, identificar a las víctimas y sancionar a los responsables, así como a adoptar en forma urgente las medidas necesarias a fin de evitar que estos hechos sigan repitiéndose”. El Estado mexicano no ha respondido formalmente a este llamado.

La pesadilla de las narcofosas apenas empieza a desentrañarse y el gobierno federal insiste en asumir como “logros” lo que es una demostración de la impunidad generalizada, con un alto grado de responsabilidad de los tres niveles gubernamentales (estado, municipios y Federación).

El incómodo blog del narco publicó el mismo día que la Secretaría de Marina presumió ante los medios la detención de Martín Estrada Luna, El Kilo, que “fuentes anónimas y confiables” indicaron que se encontraron 55 cuerpos más en una nueva narcofosa, donde existen cuerpos de bebés, niños y jóvenes “quienes fueron ejecutados con brutalidad extrema”.

En su edición de este martes 19, el periódico Reforma realizó un recuento para señalar que en cinco años se han hallado 156 fosas en todo el país, con un total de 645 cadáveres, diseminados en 22 entidades de la República y el Distrito Federal. En Tamaulipas, Guerrero y Chihuahua se ha encontrado más de 60% de estos cuerpos. Lo peor de estos hallazgos es que la gran mayoría de los restos humanos no han sido plenamente identificados.

En otras palabras, apenas estamos en el umbral de un escándalo internacional que ya comenzó a generar notas muy duras en las cadenas televisivas internacionales como Telesur, CNN o las agencias informativas europeas y estadunidenses.



El sicario y sus víctimas



“No puedo decir con precisión cuánta gente fue ejecutada... Es imposible saberlo. Yo estuve una vez en la ejecución de cien personas. Todas fueron enterradas en un lugar específico; pudieron ser miles de ejecuciones”.

Este es el testimonio de El sicario, libro y documental del mismo título realizados por los periodistas Charles Bowden y Molly Molloy, cuyo adelanto se publica en la edición de Proceso de esta semana.

Las palabras de este asesino a sueldo, de Ciudad Juárez, Chihuahua, sólo confirman el horror que está por venir. El protagonista del documental insiste: “Bueno, digamos que hay por lo menos cien narcofosas, de las cuales posiblemente sólo cinco o seis han sido descubiertas”.

El menciona tan sólo las fosas existentes en la frontera de Ciudad Juárez y Estados Unidos. Además de estos cementerios clandestinos, en Tamaulipas, en Nuevo León, en Durango y en Coahuila se calcula que pueden existir decenas o cientos de estos sitios.

El país apenas entrará a las compuertas de este horror, uno de los verdaderos rostros de la espiral de brutalidad, violencia, impunidad y miedo que ha acarreado la guerra entre los cárteles, la persecución contra migrantes y contra la gente humilde, sin rostro, sin nombre.



Más de 3 mil desaparecidos



En la misma edición de la revista Proceso, la reportera Gloria Leticia Díaz cita el cálculo del Grupo de Trabajo sobre la Desaparición Forzosa o Involuntaria (GTDFI) de las Naciones Unidas en México. En su informe preliminar del 31 de marzo pasado, este organismo advierte que “más de 3 mil personas habrían desaparecido desde 2006” en todo el país.

El recuento hemerográfico realizado por Proceso señala que se han descubierto 718 cadáveres en 47 fosas clandestinas en Guerrero, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán, Chihuahua, Oaxaca, Coahuila, Guanajuato, Zacatecas, Durango, Sinaloa, Sonora, Baja California, Campeche, Quintana Roo, Jalisco e Hidalgo.

La reportera Marcela Turati, en su recorrido por la morgue de Matamoros, Tamaulipas, relata en la misma edición de Proceso que el Servicio Médico Forense (Semefo) está desbordado y más de 400 personas han acudido a este sitio –provenientes del mismo estado y de otros como Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Distrito Federal, Zacatecas, Michoacán y Jalisco-- en busca de sus familiares desaparecidos.

Un investigador, entrevistado por Turati, describe así el perfil de las víctimas:

“Algunos de los muertos tienen ropa de invierno. Casi todos eran pobres (‘no tenían para pagar casetas, para vías más rápidas y nadie quiso enterarse porque no eran hijos de ningún famoso’, dice la fuente).

“--¿Por qué los habrían matado? –se pregunta al investigador.

“--A todos los hombres, jóvenes, en edad de enrolarse, los ven como potenciales enemigos. Podría ser que están tan desesperados que los matan previniendo que se hagan sicarios del Golfo. Además, así les impiden llegar a Matamoros y Reynosa, que controlan los sicarios”.

Esos son los muertos sin nombre. Sus cuerpos apenas comienzan a descubrirse.

Sin embargo, para ellos no hay palabras de consuelo ni de compromiso contra la impunidad del presidente de la República.

domingo, 10 de abril de 2011

Muere comandante y ministerial en balacera

Periodico Imagen


ZACATECAS.- Un grupo de hombres armados agredieron esta tarde a comandante de la Policía Ministerial del Estado, dándole muerte a él y a otro elemento de la corporación que lo acompañaba.

Según informó un boletín proporcionado por el Gobierno del Estado, los hechos ocurrieron cerca de las 4 de la tarde en el boulevard Adolfo López Mateos, en el carril de Guadalupe a Zacatecas, a la altura de la empresa Megacable.

Los agresores viajaban a bordo de dos vehículos en los que perseguían a los elementos policiacos, cerrándoles luego el paso, se bajaron y después les dispararon con armas de alto poder, haciendo 22 impactos.

El comandante que perdió la vida es Alfonso Carmona del Muro y la ministerial Leslie Salazar.

En el lugar los delincuentes dejaron abandonados una Cheyenne verde de doble cabina y un vehículo Sentra blanco, dándose a la fuga en otras unidades.

Elementos de la Policía Ministerial y de la Secretaría de Seguridad Pública de inmediato llegaron al lugar de los hechos, aseguraron la zona e iniciaron patrullajes para tratar de dar con los agresores.

En el boulevard trabajan peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado PGJE), que ya inició la investigación correspondiente, y la vigilancia estrecha de la policía se mantiene.

jueves, 7 de abril de 2011

Narrar el fracaso


1. Lo que un país dice de sí mismo es lo que es y lo que volverá a intentar ser. Los políticos estadunidenses afirman, en cada discurso donde requieren de un momento retórico que eleve el entusiasmo del auditorio, que Norteamérica es la Nación más creativa del mundo y de la Historia. El resto de los bípedos pensantes del planeta podemos entrecerrar los ojos por la pena ante la arrogancia, pero los estadunidenses vuelven a afirmar en el siguiente discurso esa muletilla, esa creencia que cifra su identidad y les da un rumbo común.

Europa la antigua, Europa la apocada por dos guerras terribles el siglo pasado, Europa la humanista, se dice a sí misma que es el enlace de la tradición y de la invención de un mundo más piadoso y digno. Y la creación de la Unión Europea, cuya meta no es la hegemonía mundial, sino el bienestar y la dignidad de cada individuo, da a Europa su sentido presente y su programa futuro.

¿Qué nos decimos los mexicanos de los mexicanos? Acá hay que pisar con sumo cuidado, andar de puntitas, porque nuestra narrativa de nosotros mismos condena de antemano cualquier afirmación que use el plural de la primera persona.

Nos decimos que no podemos fraguar una narrativa común. Nos repetimos que no nos alcanza el talento ni el amor por el prójimo ni la consistencia para narrarnos y luego ser los que hemos narrado. Somos los relatores, una y otra vez, del fracaso común. Somos los historiadores de nuestro desencanto. Somos los engañados desengañados, cuya muy mexicana sobriedad es un estilo de la tristeza de ser nosotros. Y como cualquier Nación, aplicamos la meta-narrativa en que estamos insertados, a todo evento.

No es casual que el libro que aún presentamos a los extranjeros como aquel que nos descifra sea El laberinto de la soledad, que nos narra en la alta prosa de un premio Nobel como hijos de la madre indígena chingada, es decir violada por el conquistador, y en ruta directa al infierno de la Chingada de volver a jodernos a nosotros mismos.

2. ¿Cuál fue el último discurso en el que te sentiste profundamente emocionado y lleno de entusiasmo por el porvenir? La pregunta se la he hecho durante los últimos meses a mexicanos de todas las filiaciones ideológicas.

La respuesta más común señala el año de 1999: Vicente Fox apalabró entonces un sentir común innegable y una ruta de futuro posible, las dos condiciones de una narrativa compartible. Es verdad, su legado no fue una larga narrativa, memorables Fox dejó apenas unos cuantos momentos lingüísticos, pero contundentes. “Hoy, hoy, hoy”. “Saquemos al PRI de Los Pinos”. “A mí tal vez se me quite lo majadero, pero a ustedes lo maloso y lo corruptos, no se les va a quitar nunca”.

La segunda respuesta más frecuente señala el 2006, al discurso de Andrés Manuel López Obrador en un Zócalo de la Capital repleto hasta los copetes de los edificios que lo circundan. El justamente famoso discurso que llamaba a la moratoria de los odios entre los mexicanos, y terminó con un relámpago verbal. “Los amo, desaforadamente”. (Guardo como un tesoro la imagen de Carlos Monsiváis en un balconcito estrecho del Hotel Majestic, murmurando a la par de AMLO, del otro lado de la plaza, palabra por palabra de ese discurso que acaso redactó él o por lo menos corrigió hasta volverlo propio.)

3. Toda identidad nacional es hija de la Historia y de una ensoñación del Futuro. Por tanto, los mexicanos somos huérfanos: carecemos de un Futuro apalabrado y consentido, y vivimos oprimidos por la narrativa de un pasado de impotencia. De cierto, las últimas tres décadas vividas bajo el gobierno del PRI desbarataron nuestra fe en los grandes proyectos nacionales. La oratoria priista, rica en vocabulario e ideas, adolecía de la inverosimilitud. Narraba un México mentido y un México futuro increíble. En los rieles de la simulación, los largos y sonoros discursos del PRI no podían capturar la emoción de los ciudadanos ni avivar su entusiasmo. Para colmo, parte de la dinámica del priismo suponía la breve temporalidad de sus narrativas. Pasado su sexenio, el gran orador, el Presidente, era descabezado por el nuevo presidente y su retórica era empaquetada y lanzada al olvido.

Paralelo a las sucesivas narrativas priistas, se fue fraguando un discurso ciudadano del rechazo al poder. Ser intelectual y ser creíble en las postrimerías del siglo pasado, incluía un gran No al gobierno y apenas un manojo de aspiraciones positivas. La fe en la democracia y en el reconocimiento de la diversidad social y la urgencia de un México menos pobre.

Así nos encontró la democracia. Sin una narrativa ciudadana de largo aliento para el momento en que los ciudadanos sí pudiéramos, nuestros anhelos encarnados por nuestros elegidos para el Poder; y sin una narrativa para el Poder, donde el Poder sí se ejerciera para el bien común.

4. Henos aquí, ahora, atrapados todavía en el Gran No. En la costumbre del rechazo mecánico a cualquier otro. En la descreencia del prójimo. En el descabezamiento de cualquier evento que sobresalga. En el remache cotidiano del desencanto. En la sobriedad del desengañado, esa austera tristeza reaccionaria.

No es casual que en este 2011 avancemos hacia una nueva sucesión presidencial entre discursos políticos que oscilan entre el repudio de los otros bandos y, al momento de trazar un futuro, un minimalismo patético. Aterrados por la guillotina que es la opinión pública, hasta hoy ningún precandidato se atreve más que a apalabrar sus odios (que no vuelva el PRI; que se vaya el PAN; qué susto el populismo de la Izquierda) y a balbucear lugares comunes sobre el futuro.

Si ningún nuevo aspirante nos asombra, para el 2012 podremos elegir entre candidatos que nos garantizan una sola cosa: que los otros candidatos no serán electos.

5. Cuéntame una nueva historia, le pide el Sultán a Scherezada en Las mil noches y una noche de Vargas Llosa. Asómbrame, sácame de la sombra del pasado. Cuéntame de un lugar iluminado a donde tú y yo podamos caminar sin que tú o yo saquemos de entre nuestras ropas una cimitarra para cortarle al otro la cabeza.

miércoles, 6 de abril de 2011

Destrucción de una candidatura

Marco Rascón

Las alianzas electorales en el México de hoy son reflejo de la transición fallida; son consecuencia del sistema de partidos que tenemos, de la despolitización que ellos mismos han propiciado, de su incapacidad para construir una reforma del Estado, que los cambiaría a ellos mismos y los obligaría a ser definidos ideológicamente. Las elecciones no son para ellos una tarea democrática, sino simples maniobras de operarios de mercancías.

Como vamos, para la elección de 2012 iremos al mismo escenario de 2000 y 2006, en que hubo alternancia de siglas y polarización, pero no hubo los cambios en la forma de gobierno que corresponderían a la nueva realidad política. Resultado de todo eso fue la paralización del país, cambios en favor del conservadurismo y la democracia aparente, que propone como única opción el regreso al régimen de los mismos intereses monopólicos y oligárquicos.

En la tarea de reformar han fracasado la derecha, el partido del viejo régimen y lo que se dice la izquierda; han fracasado los intelectuales del país, más interesados en las disputas por el poder y sus alineamientos que en construir conceptos e ideas contra los vacíos de la transición fallida. Los intelectuales orgánicos de los partidos no van adelante en pensamientos, van atrás justificando las maniobras, por burdas que sean.

En este país inmóvil las derrotas son un buen negocio y hoy se fabrican deliberadamente con toda impunidad y se ofrecen como victorias o resultado de una política de principios. Los que ocuparon la izquierda se hicieron mañosos: ponen lo táctico como estratégico y donde la batalla exige flexibilidad, se actúa con rigidez y sectarismo.

Hoy el PRI tiene 18 gubernaturas ganadas, el PAN seis y dos el PRD. Resultados del pragmatismo y las alianzas entre PAN y PRD hay cinco. Eso mismo se refleja en el Congreso aventajando al PRI como primera minoría, pues ninguno alcanza 51 por ciento. El resto de partidos viven y parasitan en torno a PRI, PAN y PRD, pues ni por asomo se plantean o trabajan por un candidato propio (¿para que existen entonces?); por tanto: éste es un sistema electoral de alianzas pragmáticas, que sirven a los partidos, pero no a la sociedad, y son incapaces de llevar a cabo las reformas que el país necesita. No hay uno que no se haya aliado con su enemigo.

De qué pureza ideológica se habla, cuando los mismos actores actuales en el estado de México, en 1999, en Coahuila, presentaron un frente opositor de todos contra el PRI, en el que se sumaron el PAN, con Luis Felipe Bravo Mena como presidente de ese partido; el PRD, presidido por Andrés Manuel López Obrador; el PT, de Alberto Anaya; Convergencia, con Dante Delgado; el Partido Verde, de la familia González, y Manuel Camacho, del Partido Centro Democrático. Se asomaba para entonces el “voto útil” donde un radical antialiancista del PT como es hoy Porfirio Muñoz Ledo celebró y colaboró con la derecha panista y se hizo icono de las alianzas espurias. Los personajes con sus historias también suelen ser fraudulentos.
Para 2012, viendo los números electorales que favorecen al PRI, se debería pensar como objetivo estratégico que el PRI fuera derrotado en el estado de México. Sería un objetivo táctico para el estratégico 2012 y tener poder para hacer las reformas. Pero no. Luego de que llevan haciendo 12 años política pragmática, alianzas electorales y legislativas, como las que ahora se cocinan y repudian en el estado de México, se hicieron puros. ¿Qué hace al estado de México diferente a las anteriores? ¿Es en realidad política de principios o una alianza con el PRI para fabricar una derrota y restaurar el viejo régimen?

Si Alejandro Encinas ganara la gubernatura del estado de México, tendría tanto peso en derrotar a Enrique Peña Nieto y lo que representa, que se convertiría automáticamente en una opción como candidato a la Presidencia. Sería un peligro para algunos. Si el PAN apoyara a Alejandro Encinas, un hombre de izquierda, ¿por dónde se votaría mayoritariamente, por el PAN o por el PRD? ¿Es un problema que la derecha se rinda y reconozca que un hombre de izquierda es mejor que todas sus propuestas? ¿Por qué repudiar, sin pensar, que el PAN reconoce como mejor candidato a Encinas? ¿Es congruencia restarle posibilidades?

Pareciera que el fin es acabar con Encinas, pues con alianza o sin ella en el PRD todos lo apoyan como candidato. Prueba de esta sospecha es la licencia pedida al Senado por Yeidckol Polevnsky hace algunos días, para estar en condiciones de cumplir los requisitos y ser registrada como candidata, sustituyendo a Encinas, diputado actual por el DF y con compromisos con su electorado aquí.

Ojalá no fuera así, pero de suceder, sería que se está construyendo una nueva derrota en favor del PRI y que la supuesta pureza ideológica contra las alianzas no fue más que otra maniobra, una burda tranza en favor de Peña Nieto, que festeja ante un PRD sin identidad propia, que resta y presta su fuerza alegremente y garantiza la derrota de su candidato, entregándolo como ofrenda para 2012.

martes, 5 de abril de 2011

EU no veía mal la llegada de López Obrador a Los Pinos

Wikileaks en La Jornada

* El embajador Garza consideraba que AMLO estaba en camino de “construir un gobierno fuerte”

* Washington tendrá que jugar un papel determinante en sus programas, recomendaba el diplomático

Martes 5 de abril de 2011

La impresión que causó el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, en su primer encuentro cara a cara con el embajador de Estados Unidos, Anthony Garza, y sus asesores, el 23 de enero de 2006 –casi al arranque de la campaña electoral–, parecía haber conjurado el temor del gobierno de George W. Bush de estar confrontando a un político que, de llegar a la presidencia, sumaría un gobierno de izquierda más en Latinoamérica. Esta percepción moderada se sintetiza en el título del despacho que los diplomáticos enviaron a Washington: AMLO, Apocalypse not.

Después de conversar extensamente con el candidato de la izquierda sobre cómo sería el papel de México en la arena internacional bajo su mando, el republicano Garza concluye que López Obrador “está trabajando y poniendo las piezas en el lugar correcto para construir un gobierno fuerte”, según el cable 06MEXICO505, filtrado por Wikileaks. Sin embargo, advierte que “para que su gobierno sea efectivo va a necesitar que Estados Unidos juegue un papel determinante en sus programas”.

Al día siguiente de este desayuno, los asesores políticos de la embajada invitaron al coordinador de la campaña de AMLO, Jesús Ortega, quien les dio la impresión de no estar al tanto de todos los asuntos importantes relacionados con la agenda lopezobradorista. Ni siquiera tenía idea de que su candidato se había reunido la víspera con el embajador. Después de una extensa plática, los estadunidenses dudan: “No sabemos si será un buen contacto” para mantener informada a la embajada sobre el curso de la campaña, según el cable 06MEXICO536. Piensan que a la luz de las divisiones dentro del partido, “el nombramiento de Ortega como coordinador de campaña fue para aplacar a su fracción”.

A raíz del primer encuentro, los estadunidenses califican a López Obrador de “modesto, cordial” y “político experimentado”, a pesar de su visión divergente de la del gobierno de George W. Bush.

Esta opinión cambiará sustantivamente en las siguientes semanas, en la medida en que la campaña avanza y las definiciones de AMLO se distinguen claramente del modelo neoliberal que los conservadores estadunidenses defienden como una doctrina inamovible.

Al desayuno AMLO llegó puntual, acompañado por sus asesores José María Pérez Gay y Rogelio Ramírez de la O. Por la contraparte estadunidense estuvieron los consejeros político y económico de la misión y el director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).

Así fue como interpretaron sus palabras: AMLO dijo que su diplomacia sería “prudente, consistente con los logros internos”. Interrogado por Garza sobre su posición frente a Cuba, Venezuela y Bolivia (temas que generalmente López Obrador no aborda en público), el candidato explicó que cada caso es distinto, que no existe una sola “izquierda” y que no había que olvidar que también Brasil, Argentina y Chile (en ese momento) eran gobiernos de izquierda. Ante la insistencia del embajador de que México, por su tamaño y su economía, tenía que ser fiel de la balanza en la región latinoamericana, López Obrador aclaró que no le interesaba encabezar iniciativas ni sumarse a los bloques regionales, “específicamente los bloques anti Estados Unidos o anti Mercosur”. Concluyó aclarando que para él no resulta especialmente placentero viajar y que no conocía en persona a Hugo Chávez, a Fidel Castro ni a Evo Morales.

En el tema de la seguridad, Garza señaló de entrada que la próxima administración en México debía dar prioridad al “combate al narcotráfico y al terrorismo”. López Obrador explicó su estrategia de dos carriles. Primero, una reforma constitucional para otorgar al Ejército “más poder y autoridad” en la lucha contra los traficantes de drogas porque –dijo, según este reporte– “los militares son menos corruptos que las demás agencias de seguridad y pueden ser más efectivos”. Esto, añadió, también acotaría la influencia de la PGR, “demasiado corrupta”, según la redacción del cable.

Segundo, AMLO se proponía una restructuración total del aparato de justicia, consolidando todas las agencias, incluida la policía federal y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, teniendo como eje a la Secretaría de Gobernación.

Sobre migración, expuso que la mejor forma de contener el flujo de trabajadores hacia el norte era promover el desarrollo de proyectos productivos e infraestructura en gran escala, por parte del sector privado con cooperación estadunidense, especialmente en el sureste, donde se originan las nuevas oleadas de migrantes.

En su comentario final, la embajada estima que si bien AMLO está dando los pasos correctos hacia la conformación de un gobierno fuerte, “va a necesitar que Estados Unidos juegue un papel relevante.

“Él cree que crear empleos en México para contener la migración será una rama de olivo para llegar a Estados Unidos a negociar la regularización o amnistía de los mexicanos que ya están ahí.”

El cierre de campaña de AMLO en el Zócalo de la ciudad de México, el miércoles 28 de junio de 2006, reunió a una multitud y echó por tierra el pronóstico de diplomáticos estadunidenses de que se “quedaría sin gasolina” antes de las eleccionesFoto Alfredo Domínguez

Los funcionarios de la embajada volvieron a sacar a colación el tema de negociar la legalización de los migrantes indocumentados al día siguiente con Jesús Ortega. “Le explicamos –dice el cable correspondiente– que la inmigración y la regularización son asuntos internos (de Estados Unidos) y no son negociables. Le propusimos que sería mejor que México se centre en controlar su frontera y en utilizar todas las posibilidades de la migración legal. Aparentemente Ortega entendió y se comprometió a debatir el tema con los suyos.”

No transcurre ni un mes cuando ya los consejeros de la embajada estadunidense se empiezan a poner nerviosos por el contenido de la campaña del candidato, que en febrero de 2006 supera por diez puntos a todos sus contrincantes.

“Parece que se está inclinando por una retórica populista”, advierte un consejero (cable 06MEXICO953) cuando López Obrador descalifica las reformas fiscal y energética del foxismo señalando que son dictadas por los organismos financieros internacionales y de efectos regresivos. El candidato de la izquierda denuncia que la reforma fiscal favorecerá a los grandes evasores y la reforma energética pretende privatizar el sector. “Habrá que ver más adelante –dice el comentario del cable– si éste es el verdadero AMLO o si se trata solamente de una táctica de campaña para consolidar su base popular.”

Al mes del primer y último encuentro AMLO-Garza, otro despacho (06MEXICO680) se aboca a analizar una terna de posibles integrantes del gabinete de AMLO, mencionados por el propio candidato en un programa de televisión. “Ninguno de ellos es radical”, dicen los analistas de la embajada con relación a Rogelio Ramírez de la O (quienes puede tender puentes con el sector privado, que desconfía del tabasqueño), Juan Ramón de la Fuente y José María Pérez Gay, “un crítico consistente del neoliberalismo”.

En su cable de marzo (06MEXICO1311) la embajada reconoce que López Obrador tiene un apoyo consolidado del electorado, que el entusiasmo de las multitudes en los mítines no decrece y que lo más probable es que los priístas decepcionados virarán su voto hacia el PRD, no hacia el PAN. La apuesta de EU es que, como comentan algunos informantes, a un ritmo de cinco mítines al día AMLO “se quede sin gasolina” antes de las elecciones.

Lo que termina por espolear la desconfianza estadunidense fue la iniciativa de Porfirio Muñoz Ledo que creó el Consejo Consultivo para un Proyecto Alternativo de Nación. La embajada sigue con atención todas sus intervenciones y opina que Muñoz Ledo logró reunir “a los académicos más izquierdistas” del PRD y el PRI. “Sus propuestas son una receta para el desastre”, escriben en el cable 06MEXICO1476. “Pero no creemos que AMLO vaya a apoyar las ideas más radicales.”

El “confiable” Ramírez de la O les asegura, en público y en privado, que su candidato conducirá la economía responsablemente. Y en abril (cable 06MEXICO1797), cuando López Obrador declara que el “muy respetado” –según los estadunidenses– gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz debería renunciar, el mismo Ramírez tranquiliza a sus interlocutores de la embajada y les dice que solamente es “retórica de campaña”.

En mayo, ya en la recta final de las campañas, la embajada envía a Washington un muy detallado informe sobre los planes de la tercera etapa de la carrera lopezobradorista con datos de informantes “del interior de la campaña”. El cable 06MEXICO2702 indica que López Obrador “abandonará los municipios aislados y pobres, donde se siente cómodo, para embarcarse en actos de mayor calado en los centros urbanos”, para tratar de conquistar el voto de la clase media. Frente a lo que reconoce como “estrategia exitosa” del PAN –la propaganda negra que machacaba diciendo que AMLO era un “peligro para México”–, los asesores políticos comentan que el tabasqueño “jugará el papel de víctima ante sus inescrupulosos opositores”, porque es una táctica que le ha funcionado en el pasado, por ejemplo, durante el desafuero.

Los informantes del PRD mantienen al tanto al personal de la embajada sobre la rivalidad de Muñoz Ledo y Manuel Camacho Solís, quienes intentaron “bombardear” la posición del posible futuro canciller Pérez Gay. “Pero por el momento su lugar parece seguro”, concluyen.