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viernes, 28 de diciembre de 2007

2007: Paradojas de la libertad de expresión

jenaro villamil

México, D.F., 27 de diciembre (apro).- El pasado 21 de diciembre, un grupo de escritores y comentaristas televisivos se unieron a la condena contra la reforma electoral con el mismo argumento planteado por la Coparmex, el Consejo Coordinador Empresarial, la Canacintra y las dos grandes empresas televisivas: los cambios constitucionales “conculcan la libertad de expresión”.

Ejemplificaron su queja de esta manera:

“Si sale un candidato racista o un xenófobo donde sea, no podríamos salir a rentar un spot y decir que estamos en contra”, afirmó Federico Reyes Heroles, conductor del programa de análisis político en Canal 13, de TV Azteca.

En otras palabras, la supuesta libertad de expresión conculcada por las reformas aprobadas en el Congreso se trata, en realidad, de la imposibilidad de comprar tiempo-aire en las estaciones televisivas y radiofónicas.

¿No se les ocurrió a los promotores de esta carta que los noticiarios de radio y televisión tendrían la obligación de difundir e informar sobre los puntos de vista sin necesidad de pagar?

Paradójicamente, los autonombrados guardianes de la libertad de expresión –con cargo a las cuentas publicitarias de Televisa y TV

Azteca-- no se escandalizaron con la resolución de la Suprema Corte de Justicia que exoneró al gobernador precioso Mario Marín de cualquier responsabilidad en el secuestro, acoso y persecución política en contra de la periodista Lydia Cacho.

Si un expediente está vinculado a la defensa de la libertad de expresión es el de Lydia Cacho. La reportera y directora de un centro de atención a mujeres en Cancún, por ejercer su libertad de expresión y el derecho a investigar sobre un asunto de múltiples aristas –las redes políticas y económicas de la pederastia--, ha sido perseguida políticamente por Marín, por el empresario Kamel Nacif y por una red tan amplia como poderosa que llega a la Cámara de Diputados y a varios gobernadores.

Seis de los cuatro ministros del pleno de la Suprema Corte consideraron que no hubo violación alguna a los derechos humanos de la autora de Los demonios del edén.

La airada reacción social no se hizo esperar a esta resolución. La sentencia de la Suprema Corte en el caso de Lydia Cacho ha constituido la peor crisis de credibilidad para los ministros frente a la opinión pública. No se necesitaron cartas de Héctor Aguilar Camín, Federico Reyes Heroles, Luis González de Alba, Ramón Xirau o de Jorge Castañeda, para que una enorme franja de la población se diera cuenta de que, en la escandalosa exoneración a Mario Marín, se marcaban los límites de este sexenio a la libertad de expresión.

Y aquí está la segunda paradoja de este año: los mismos ministros que tuvieron la claridad, la valentía y el interés para estudiar la acción de anticonstitucionalidad de la Ley Televisa, los mismos integrantes del Poder Judicial que enmendaron con su resolución la sumisión absoluta del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo a las presiones de la empresa mediática más importante de América Latina, retrocedieron de manera clara en el caso de Lydia Cacho.

En el balance de este año, las deliberaciones y la resolución adoptada por la Suprema Corte en junio de 2007, en torno a la Ley Televisa, quedarán como uno de los debates más claros y pedagógicos sobre el derecho a la información, la libertad de expresión y el futuro de la radiodifusión y las telecomunicaciones en nuestro país.

La respuesta de Televisa y de TV Azteca frente a la osadía de los ministros, fue brutal. El linchamiento mediático salió a relucir. En especial, en la pantalla de Ricardo Salinas Pliego, que se plegó así a los intereses de Emilio Azcárraga Jean para demostrar que el duopolio cierra filas en momentos claves. Una serie de “reportajes” de Canal 13 insistieron durante varios días que, con su resolución, la Suprema Corte de Justicia provocó que en México retorne al “presidencialismo autoritario”, ya que “atentó contra organismos autónomos”, estableciendo una “neodictadura”.

Por supuesto, el mensaje iba dirigido también al presidente Felipe Calderón. El reproche de ambas televisoras es que no ejerció los privilegios de ese presidencialismo autoritario para frenar la resolución de la Corte.

La carta que tardíamente promovieron “los intelectuales” apadrinados por las televisoras, tuvo un antecedente singular: la rebelión de los principales comentaristas de televisión y radio contra la reforma constitucional en materia electoral. El 11 de septiembre, las torres gemelas de TV Azteca y Televisa –más las principales cadenas radiofónicas-- sumaron sus fuerzas para acudir a la sesión de comisiones dictaminadoras en el Senado y echar abajo las reformas mediante un singular reality show en cadena nacional, durante tres horas y media.

El resultado fue contrario al que pretendían las empresas al mandar al matadero a sus comentaristas estelares. En lugar de exhibir “la censura”, “la intolerancia” y “la partidocracia”, la transmisión de aquella sesión dejó claro que los representantes de los concesionarios y los dueños mismos de las estaciones de radio y televisión no tenían argumentos contundentes en contra de la reforma. Ignoraban su contenido, inventaron amenazas pero, sobre todo, exhibieron que la información en los medios electrónicos, especialmente la política y la electoral, es un negocio y no un derecho.

Con la ingenuidad que da el desconocimiento, la productora y conductora de Ventaneando, Patricia Chapoy fue la más clara de todo aquel selecto grupo de conductores y concesionarios. Su temor era que ya no pudiera decirle “guapo” en sus emisiones a Enrique Peña Nieto, gobernador mexiquense, a partir de la reforma. La respuesta fue clara por parte de Ricardo García Cervantes, senador del PAN: decirle guapo o feo a un gobernante no se prohibirá. Lo que queda prohibido es facturar, cobrar, vender esos comentarios casuales, aparentemente ingenuos, que forman parte de la mercadotecnia de los políticos mexicanos y del gran negocio electoral subrepticio de las televisoras.

Peña Nieto ha sido uno de los más generosos en materia publicitaria. Entre 2006 y 2007, según los datos oficiales del estado de México, erogará un total de 266 millones 603 mil 840 pesos, de los que 53 por ciento ha sido para Televisa y 17.23 por ciento para TV Azteca. Esto, sin contabilizar los contratos con empresas “pantalla” de los directivos de Televisa, como TV Promo, que Proceso documentó en 2005.

A través de TV Promo. Peña Nieto tiene acceso privilegiado, todas las noches, a los espacios informativos nacionales como si se tratara de una figura relevante. No hay día en que Canal 2 no nos informe “desinteresadamente” de lo que hace el Golden Boy mexiquense. Se calcula que el convenio con TV Promo fue superior a los 700 millones de pesos.

De ese tamaño es el negocio de la publicidad disfrazada de información de las televisoras. El último intento de Televisa y TV Azteca para frenar la reforma constitucional se produjo entre el 12 y 20 de septiembre de este año. En una reunión de emergencia, convocada por los altos ejecutivos de Televisa y TV Azteca, el consejo directivo de la CIRT difundió en cadena nacional una reunión para condenar los cambios y, a propuesta de Sergio Sarmiento, convocar a un “referéndum por la libertad” en las entidades para que los cambios constitucionales se frenaran en los congresos estatales.

La convocatoria resultó un fiasco. Nadie salió a las calles y plazas del país para defender el derecho mercantil vulnerado de las televisoras. Ningún ciudadano medianamente informado se tragó el cuento de que se trataba de una violación a la libertad de expresión.

La reforma a nueve artículos constitucionales fue aprobada por la mayoría de los congresos estatales –sólo el de Coahuila votó en contra--, y con ello automáticamente quedó configurado lo que se convertirá en un giro de 180 grados en la relación entre medios electrónicos-elecciones-partidos. Se prohíbe explícitamente la compra de tiempo-aire; se privilegia el uso de los tiempos fiscales; se le otorgan al IFE facultades para distribuir ese tiempo; se prohíbe que terceros puedan comprar tiempo en estos medios para denostar o defender a algún candidato, y se prohíben explícitamente las campañas publicitarias de guerra sucia.

La brutal reacción de resistencia de las televisoras, que ahora se extiende hacia los “terceros” (Consejo Coordinador Empresarial, Coparmex e intelectuales circundantes) demuestra lo importante y necesaria que era esta reforma y el tamaño de los intereses afectados.

No obstante que este año disminuyó la ola de crímenes contra periodistas que caracterizó al sexenio de Vicente Fox, por lo menos 11 reporteros, directivos y colaboradores de medios impresos fueron asesinados. El ambiente de impunidad, las amenazas contra medios y periodistas, la violencia prevaleciente, no han disminuido. Por el contrario, la vulnerabilidad se incrementó.

Particularmente grave es la situación en entidades donde el pleito entre las bandas criminales se cruza con la disputa política-electoral: Baja California, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, por mencionar las entidades más señaladas en el fuego cruzado del narcotráfico y de los operativos del Ejército.

En 2007, todos fuimos testigos del escándalo Zhen Li Ye Gon, el empresario que llegó de Shangai a construir un emporio a partir del tráfico de la pseudoefedrina, pero los fuegos artificiales informativos no se han correspondido con una sola detención e investigación profunda por parte de las autoridades. A los reporteros que se han involucrado en este expediente, las presiones han surgido de inmediato por el lado tanto de gobernadores priistas involucrados, como de autoridades federales.

La paradoja más grave es que existe suficiente tela de donde cortar en materia de investigación periodística, pero el mensaje de la Suprema Corte en el caso de Lydia Cacho fue sumamente ominoso: aquellos reporteros que decidan investigar las redes del crimen organizado, pasarán de víctimas a inculpados en estos casos.

Quizá este es la peor señal que heredamos de 2007 en materia de derecho a la información, periodismo y comunicación.

Libertad de expresión a la Goebbels

Conjeturas

Con su derecho, no precisamente corporativo como lo quiere presentar el Consejo Coordinador Empresarial, sino individual, de cuestionar ante los tribunales la Reforma Electoral aprobada por el Congreso General y los Congresos de la Federación en su función de Constituyente para introducir reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, buscan los empresarios presentar un alegato de supuestas violaciones a la libertad de expresión, el derecho a la información y el derecho de tomar parte en los asuntos políticos del país.

Lo anterior fundado, sesudamente, dicen, en que les impiden financiar propaganda electoral, particularmente en el duopolio televisivo y sus ramales radiofónicos, en los términos de ataques virulentos contra los partidos y los candidatos que no sean de su agrado ideológico. Los intereses creados entre esos sectores para, finalmente, pagar agresiones propagandísticas, como sucedió en la pasada campaña electoral que ha dejado a la nación muy polarizada tras una elección reñida que dejó serias dudas sobre su legalidad y legitimidad, es lo que de nueva cuenta buscan concesionarios de esos medios de comunicación y quienes tienen dinero de sobra para comprar propaganda perversamente antidemocrática.

Se trata de cobijarse con los derechos a la libertad de expresión, de información y de participación política, para emprender los abusos contra esos derechos.

Los empresarios con dinero para pagar propaganda, pseudoargumentan que les impiden a los ciudadanos en general ejercer la libertad de expresión al impedirles que puedan financiar, directa e indirectamente, contracampañas electorales, como las que llevaron a cabo en la última elección presidencial que llegó a extremos neofascistas, nazis, en los términos de la propaganda que implantó el teórico de Hitler y ministro de Propaganda del nacioalsocialismo Joseph Goebbels.

Existe mucha literatura sobre el uso de la propaganda para difamar a los adversarios; pero, sobre todo, sobresalen las investigaciones de esa peste publicitaria durante el nazismo. Un ensayo esclarecedor sobre el tema es el de Leonard W. Doob: Goebbels y sus principios propagandísticos, arsenal de quienes ahora atacan las reformas constitucionales, como lo hicieron en su momento los seguidores de Hitler para acabar con la Republica y la Constitución de Waimar.

Así que lo que está en marcha es el enésimo golpismo mediático de las televisoras, éstas tratan de amedrentar al Congreso General y de las entidades que se constituyeron en Constituyente para reformar con innovaciones democráticas el uso de la propaganda y cortaron de tajo el botín multimillonario que pagaban para revivir a Goebbels.

Con la esperanza de que en el 2008 todos soñemos nuestro Año Verde

Ricardo Andrade Jardí

Nada bueno anuncian los vientos del 2008: el gasolinazo, la sordera tecnocrática, la reforma judicial que terminará por militarizar a un país dividido por el odio y el miedo, un país donde la mentira gobierna y la desfachatez empresarial se apodera de todos los rincones públicos e impone su voluntad barnizada, eso sí, de democracia. Son tiempos en los que la esperanza se antoja difícil, pero la virtud de la esperanza es justamente su terquedad utópica que, frente a los nubarrones tempestuosos, surca siempre, claros de dignidad, que poco a poco impulsan las subjetividades de resistencia y rebeldía que, a fin de cuentas, escriben la historia de los pueblos.

Para este fin de año, nos parece apropiado (al colectivo El Teatrito) compartir con todos, un pequeño y hermoso cuento de Elsa Bornemann, publicado en un libro de cuentos llamado Un elefante ocupa mucho espacio, a mediados de los años setenta en Argentina, el que, a finales de esa década, fue prohibido por la dictadura militar, por encontrarlo ofensivo para "la moral familiar" y subversivo. Curiosa forma de ver el mundo que tiene la derecha, que arrebata a los niños de sus padres biológicos, y asesina a éstos en las cárceles clandestinas de la dictadura, para dar a los bebés en adopción a familias "conservadoras" y a modo, fracturando para siempre toda una generación y dejando una cifra de 30 mil desaparecido y cerca de 500 niños secuestrados y separados de su origen y familia.

Pero, necios como somos y sin renunciar a la esperanza de que este año que viene con todos sus presagios, y antes de que la "nueva reforma judicial" pretenda censurar y quemar libros, sea nuestro Año Verde, compartimos con ustedes, estimados lectores y amigos, este pequeño cuento para que nos ayude a soñar ese otro mundo posible que cada día pretenden arrebatarnos.

Sea pues y, dentro de lo que cabe, un feliz año nuevo:

El Año Verde Un cuento de Elsa Bornemann

Asomándose cada primero de enero desde la torre de su palacio, el poderoso rey saluda a su pueblo, reunido en la plaza mayor. Como desde la torre hasta la plaza median aproximadamente unos setecientos metros, el soberano no puede ver los pies descalzos de su gente.

Tampoco le es posible oír sus quejas (y esto no sucede a causa de la distancia, sino, simplemente porque es sordo...)

-- ¡Buen año nuevo! ¡Que el cielo los colme de bendiciones! --grita entusiasmado, y todas las cabezas se elevan hacia el inalcanzable azul salpicado de nubecitas esperando inútilmente que caiga siquiera alguna de tales bendiciones...

-- ¡El año verde serán todos felices! ¡Se los prometo! --agrega el rey antes de desaparecer hasta el primero de enero siguiente.

-- El año verde... --repiten por lo bajo los habitantes de ese pueblo antes de regresar hacia sus casas --El año verde...

Pero cada año nuevo llega con el rojo de los fuegos artificiales disparados desde la torre del palacio... con el azul de las telas que se bordan para renovar las tres mil cortinas de sus ventanas... con el blanco de los armiños que se crían para confeccionar las puntosas capas del rey... con el negro de los cueros que se curten para fabricar sus doscientos pares de zapatos... con el amarrillo de las espigas que los campesinos siembran para amasar --más tarde-- panes que nunca comerán...

Cada año nuevo llega con los mismos colores de siempre. Pero ninguno es totalmente verde... Y los pies continúan descalzos... Y el rey sordo.

Hasta que, en la última semana de cierto diciembre, un muchacho toma una lata de pintura verde y una brocha. Primero pinta el frente de su casa, después sigue con la pared del vecino, estirando el color hasta que tiñe todas las paredes de su cuadra, y la vereda, y los cordones, y la zanja... Finalmente hunde su cabeza en otra lata y allá va, con sus cabellos verdes alborotando las calles del pueblo:

--¡El aire ya huele a verde! ¡Si todos juntos lo soñamos, si lo queremos, el año verde será el próximo!

Y el pueblo entero, como si de pronto un fuerte viento lo empujara en apretada hojarasca, sale a pintar hasta el último rincón. Y en hojarasca verde se dirige luego a la plaza mayor, festejando la llegada del año verde. Y corren con sus brochas empapadas para pintar el palacio por fuera y por dentro. Y por dentro está el rey, que también es totalmente teñido. Y por dentro están los tambores de la guardia real, que por primera vez baten alegremente anunciando la llegada del año verde.

-- ¡Que llegó para quedarse! --gritan todos a coro, mientras el rey escapa hacia un descolorido país lejano.

Ese mes de enero llueve torrencialmente. La lluvia destiñe al pueblo y todo el verde cae al río y se lo lleva el mar, acaso para teñir otras costas... Pero ellos ya saben que ninguna lluvia será tan poderosa como para despintar el verde de sus corazones, definitivamente verdes. Bien verdes, como los años que --todos juntos--han de construir día por día.

La realidad, canija que es

María Teresa Jardí

Los países como las personas, a veces, se tornan en mejores y otras en espacios o seres irreconocibles. A veces pasa, incluso, con los familiares más cercanos y con el país donde se vive y eso es lo que ha sucedido con México o quizá, lo que sucede es que siempre fueron así, las personas y los países, y algunos quisimos verlos como lo que no estaban destinados a ser y la realidad, canija que es, acabó por abrirnos los ojos de manera, a veces, terriblemente dolorosa.

Llevo años escuchando que estoy equivocada cuando digo lo que veo venir, que no es el momento de actuar, que hay que tener tranquilidad, que hay que saber esperar, que la paciencia es una virtud y la indignación un defecto, etc.

Por estos días, curiosamente he recibido llamadas y correos de los más inteligentes, azorados, por fin, por lo que les han dicho, otros, que viene. Un amigo me decía que le habían susurrado que, a partir de enero, se iba a militarizar el país. Alguno de ellos, de los que no quisieron antes escuchar, incluso nos envió un generoso y agradecible regalo para que no pasáramos la Navidad tan pobres. Otros, incluso familiares, siguen tirando a la basura todo lo que escribo y lo que escriben otros que también les envío. No quieren enterarse de lo que ya está aquí y piensan que comprando, comprando, comprando, como les indica la telebasura que hagan, las cosas van a seguir siempre bien para ellos.

Claro también están los pensantes que, como yo, vieron siempre lo que venía y lo denunciaron, y no se asombran y buscan, con otros, también pensantes, cómo enfrentarlo. Son los menos, pero son aquellos con los que se van haciendo más grandes cada día los afectos y los que generan la esperanza de que, pese a todo, el otro mundo posible puede construirse incluso en México.

Algo similar es lo que ocurre con López Obrador incluso con los miembros de su propio partido, los que, además, necesitan los votos del movimiento ciudadano, seguidor de AMLO, inclusive para prevalecer como partido.

Los clasemedieros intelectuales a modo del sistema pagan desplegados porque "se les cancela el derecho de comparar a AMLO con Chávez", mientras Chávez, a quien los intelectuales a modo mexicanos le dan risa, concretiza la hazaña de la entrega de rehenes a pesar de la oposición del colombiano Uribe, otro a modo, como FeCal, del imperio yanqui.

No es un Chávez AMLO. Ojalá y lo fuera. No, no es un Chávez y quién sabe si tenga madera para convertirse en el conductor que el país necesita. AMLO se equivocó al no llamar a tomar puentes cuando se nos imponía a un usurpador legalizando el fraude y a la vista están ya, incluso, para los que se niegan a ver las consecuencias que vienen.

Por querer quedar bien con los corruptos empresarios, se cegó AMLO en el momento justo de tomar decisiones valientes de cara a no hacer vivir al pueblo la militarización que se avecina, como regalo de un año que pinta para ser, en todos sentidos, nefasto para los mexicanos.

No es que enero vaya a ser un mes negro para los mexicanos. Para México vienen muchos años negrísimos:

de represión y más pobreza para millones y más corrupción e impunidad para las mafias gobernantes.

Y, sí, Marx, más vigente que nunca, probará nuevamente que tenía razón en lo de que: las propias contradicciones del sistema son las que acaban con el sistema. Y, sí, efectivamente, también se anuncia que lo que viene es el principio del fin del imperio yanqui, pero a un costo altísimo, por culpa de loas imperdonables apátridas tecnócratas neoliberales, que el pueblo mexicano no tenía por que padecer.

Ni Guantánamo es suficientemente malo para que paguen ahí por sus graves crímenes Salinas, Zedillo, Fox y Calderón.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Historia de un crimen

Revista Proceso

COLIMA, Col., 26 de diciembre (apro).- El pasado 27 de octubre, Francisco Chamery Méndez, miembro del Supremo Consejo de la Gran Logia del Sutroeste, se despidió de sus amigos luego de haber presentado su novela, titulada Toño Latas, en la que denuncia cacicazgos y corrupción con el tráfico de tierras y recursos naturales en el ejido Plan de Méndez, en la zona de conflicto limítrofe entre Colima y Jalisco.

Eran casi las 11 de la noche, cuando subió a su camioneta y enfiló rumbo a su casa. Sin embargo, nunca llegó a su destino.

Su cadáver fue encontrado ocho días después, el 5 de noviembre, en un paraje cercano al poblado de Mazamitla, Jalisco, y su vehículo fue ubicado en Poza Rica, Veracruz.

La Procuraduría General de Justicia del Estado pronto dio con los presuntos responsables del crimen de Chamery Méndez: Telésforo Hernández Hernández y/o Francisco Cortés Atzim y su pareja, María del Rocío Martínez Elizondo, quienes, según la PGJE, cometieron el asesinato en venganza porque el escritor se había negado a pagarles algunos trabajos de costura que le hicieron.

Las autoridades un par de datos más: que los presuntos asesinos vaciaron la tarjeta de crédito que llevaba consigo su víctima y que, además, vendieron la camioneta, de ahí que ésta haya aparecido en Poza Rica. El pasado martes 18, un juez dictó orden de formal prisión a Telésforo Hernández Hernández y/o Francisco Cortés Atzim y María del Rocío Martínez Elizondo,.

La investigación del caso no satisfizo a compañeros de trabajo y amigos cercanos de Chamery.

Por ejemplo, el catedrático universitario, Ricardo Ante Villalobos, una de las últimas personas que vio con vida a Chamery, pone en duda el trabajo desarrollado por la procuraduría estatal, a partir de que, dice, la la investigación se dirigió sobre una línea nada más.

Apuntala su hipótesis con datos duros. Afirma que Chmery era cinta negra, el más alto grado en la disciplina de karate, por lo cual se le hace difícil suponer que dos personas lo hayan podido someter. “Para mí, eso es ilusorio. Creo que de menos fue golpeado, lo que me hace pensar que hubo más gente en su secuestro y asesinato, y que los detenidos, a final de cuentas, sólo fueron empleados de otros más poderosos que acabaron con su vida por haber afectado sus intereses”, dice.

Ante Villalobos, quien prestó su domicilio para la presentación del libro de su amigo aquel 27 de octubre, refiere, en entrevista, que Chamery era un hombre honesto. Por esa razón, le cuesta trabajo creer la versión de la procuraduría estatal de que debía dinero a sus victimarios.

Apunta: “A aquellos que tratan de ensuciar su nombre diciendo que no pagaba por un trabajo, les digo que no, que eso es ridículo”.

Sostiene que la muerte de Chamery está vinculada con sus actividades como luchador social. Recuerda que su amigo estorbaba a grandes intereses y, como ejemplo, menciona el papel que desempeñó en el conflicto limítrofe entre los estados de Colima y Jalisco, detrás del cual, subraya, están la disputa por 55% de las reservas probadas de mineral de hierro.

Originario de Uruapan, Michoacán, Francisco Chamery residía en Colima desde 1980, a donde llegó como delegado del Programa Nacional de Desarrollo Forestal, en el sexenio de la gobernadora Griselda Álvarez Ponce de León. Con título de maestro normalista, en 1972 se graduó como ingeniero agrónomo en la Universidad Autónoma Chapingo, especializándose en la protección de los bosques.

En 1990, dejó el servicio público e incursionó como empresario en el ramo de la construcción y compañías madereras. En esa actividad estuvo poco tiempo. Retirado de los negocios, empezó a escribir y fundó una empresa editorial denominada Lugachamery, a través de la cual publicó la tesis de filosofía de su hija Adriana, un ensayo histórico propio sobre las luchas liberales de occidente y su novela Toño Latas.

Según sus familiares y amigos, Chamery dejó dos libros inéditos: uno sobre Ramona Murguía, la mujer que asesinó al guerrillero Vicente el Indio Alonso, y otro llamado La espada del general, sobre la presencia de Lázaro Cárdenas en Colima, quien donó una espada a la logia de esta localidad.



“Si habla como pato…”

Miembro de la masonería desde hace casi 30 años, Chamery ocupó, dentro de la Logia Suroeste, a mediados de los noventas, el puesto de “Muy Respetable Gran Maestro” y, posteriormente, se incorporó al Supremo Consejo de esa organización en Colima.

Enrique Ceballos Ramos, fundador de la editorial independiente Tierra de Letras, otra de las personas que estuvieron en la presentación de la novela Toño Latas, coincide con Ricardo Ante en que no se puede descartar la posibilidad de que la muerte de Chamery esté relacionada con la denuncia que hizo en su libro.

“Reza el dicho que ‘si habla como pato y camina como pato, puede ser que sea pato’, y lo digo porque resulta extraño que su asesinato haya ocurrido precisamente en esta coyuntura, el mismo día que presenta el libro. A lo mejor hubo problemas de índole personal. Queda la posibilidad de seguir investigando”, indica.

A juicio de Valentín Arreola Mendoza, autor del prólogo de la novela de Chamery, el personaje central, Toño Latas, representa a un hombre “vengativo, tendencioso, corrupto, rencoroso, caprichoso, falaz, deshonesto”, que es el “jefe real, verídico y actual, que toma las decisiones más importantes en el ejido Plan de Méndez. Además, continúa con la descripción, compra voluntades en las altas esferas gubernamentales y es dueño casi absoluto de una zona rural, motivo en la actualidad de un grave conflicto de límites entre colimenses y jaliscienses”.

Añade que, a pesar de las condiciones sociales, económicas y políticas que prevalecen en la disputa territorial y que, según él, responden a turbios intereses empresariales, turísticos, mineros, industriales y comerciales, el autor de la novela “resalta un fenómeno latente aún en esta región del país: la supervivencia de los cacicazgos rurales, desgraciadamente nefastos para el progreso de la importante población marginada y empobrecida del municipio de Minatitlán”.

Ricardo Ante sostiene que la novela de Chamery tiene para esta región la importancia que tuvo la Rosa Blanca, de Bruno Traven, donde denunciaba a las compañías petroleras que despojaban de sus propiedades a los rancheros y se cometían crímenes.

“Hay algo irregular en la apropiación de los terrenos de los ejidatarios en Minatitlán, Plan de Méndez y Ayotitlán, donde, por medio de un comisariado ejidal apócrifo, consiguen actas de asambleas ejidales y en Jalisco se certifican como si fueran válidas: este personaje sí existe, y esto les da a los empresarios de la mina la posibilidad de irse quedando con las parcelas y explotarlas con pagos irrisorios para la gente”, menciona.

--¿A qué atribuye que la procuraduría se haya ido con la primera versión del crimen?

--Ellos están para resolver problemas y, en cuanto pueden, los echan fuera… Los problemas son una brasa para ellos y tratan de quitárselos de encima. No creo que nadie de la procuraduría, de los que llevan el caso, haya leído el libro; que el agente del Ministerio Público lo haya tomado en cuenta.

La familia de Francisco Chamery inicialmente pensó que su muerte estuvo relacionada con la publicación de su libro. Con el paso de los días, sin embargo, esa hipótesis ya quedó atrás. Adriana decidió dejar las cosas en paz, “dejar tranquilo todo”.

Es más, ya manifestaron su agradecimiento a la Procuraduría de Justicia y a los compañeros de su padre en la logia por el “apoyo incondicional”. “Creo que gracias a ellos se encontró a mi papá en el tiempo que se hizo”, dice.

Y explica: “Teníamos la incertidumbre de que no apareciera y de que nunca supiéramos dónde quedó. Entonces, la procuraduría hizo una gran labor, desde detener a las personas, saber quiénes son y que realmente les dijeran dónde estaba. Alguien nos decía que, desafortunadamente, no llegaron a tiempo de que estuviera vivo, pero al menos ya sabemos dónde está. Y se solucionó: están detenidas las personas que deben estarlo”.

La joven añade: “Si lo mataron por lo que escribió o por venganza, eso ya quedó atrás, lo preocupante es la violencia que impera hoy día”.

Adriana Chamery indica que seguramente su padre habría peleado porque se esclareciera un acontecimiento similar, pues “era combativo y no le gustaba dejarse. Pero mi mamá y mi hermano, quieren dejar tranquilo todo”.

El gobierno calderonista intentar cubrir el sol con un dedo

México, S.A.

Debe ser enorme el dedo utilizado por el gobierno calderonista para intentar cubrir el sol que ilustra la realidad del campo mexicano, porque el negro resultado de catorce años de constante deterioro económico y social pretende ser saldado con dos tristes trimestres de resultados positivos, que ni lejanamente resarcen el raquítico comportamiento del producto interno bruto en ese periodo y en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

De proporciones descomunales deber ser, cuando el titular de la Sagarpa, Alberto Cárdenas, celebra que “el campo creció más que el sector industrial” y que 2007 “dejó logros importantes para el campo, por lo que fue un año bueno para el sector rural, pese a las condiciones climáticas, como sequías e inundaciones que afectaron a varios estados del país”.

Dedo gigantesco o cara dura como una piedra la del gobierno calderonista, en especial la del ex caballo negro marca Bimbo, porque el balance de esos catorce años de TLCAN en lo que a la Sagarpa corresponde (agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación) es desastroso, tanto que en ese periodo la tasa promedio trimestral de “crecimiento” del producto interno bruto sectorial apenas si alcanzó 1.88 por ciento, una proporción incluso menor a la de por sí raquítica media registrada para la economía en su conjunto en igual lapso.

Diversas fuentes de información (instituciones y organizamos nacionales e internacionales) han documentado la triste cuan explosiva situación del campo mexicano y la cada vez más peligrosa dependencia alimentaria del exterior, pero el gobierno calderonista, vía Alberto Cárdenas, sale con la batea de que 2007 fue un año de “logros importantes”, porque en el segundo y tercer trimestres del presenta año el PIB sectorial registró incrementos medianamente importantes (3.8 y 5.3 por ciento, respectivamente), lo que resolvería catorce años de deterioro y apagaría de un soplido la mecha de la bomba de tiempo que significa la apertura total y definitiva del sector agropecuario en el marco del TLCAN a partir del primer día de 2008.

Dice el ex caballo negro de la siempre pía familia Servitje que “el gobierno federal nunca dejó de reconocer los problemas y rezagos históricos en el campo” (Notimex), pero lo cierto es que para él y su gobierno no cuenta lo sucedido antes del primero de diciembre de 2006, y como no está en su registro no hay nada que solucionar. Tampoco existe la dependencia alimentaria ni la creciente exportación de viandas del vecino del norte, Sólo tienen ojos para las exportaciones, porque en este renglón México, dice, es “competitivo en los mercados globales”. Y no hay más.

Pues bien, a los dos trimestres positivos de 2007 (el primero del año el PIB sectorial “creció” 0.2 por ciento, contra 9.8 por ciento en el trimestre previo) presumidos por Alberto Cárdenas hay que restar 16 trimestres negativos (7 de ellos en el sexenio foxista) y ponderar otros 5 con resultados menores a uno por ciento. De los 55 trimestres involucrados en el periodo (primero de 1994-tercero de 2007), sólo en dos se registra crecimiento superior a 10 por ciento (el segundo de 1994, con 13.4 por ciento, y el tercero de 1995, con 13.5 por ciento) y la mayoría, en el mejor de los casos, no pasa de 4 por ciento.

Todo ello da como resultado una tasa trimestral promedio de “crecimiento” de 1.88 por ciento, mientras que en igual lapso el indicador para el sector industrial ronda el 3 por ciento, mayor que el “logro” celebrado por Cárdenas, aunque tampoco sea para presumir. Los dos trimestres medianamente positivos que festeja el titular de la Sagarpa tan sólo representan el 3.6 por ciento de los catorce años de vigencia del TLCAN. De ese tamaño es el dedo gubernamental.

Ya en días pasados el (se supone) operador de la “continuidad” en esta materia tuvo un serio encontronazo con priístas y perredistas en San Lázaro, a quienes no pudo convencer de la científica estrategia armada por el gobierno calderonista para enfrentar efectivamente la apertura total del sector agropecuario en el marco del TLCAN: “aquí hay mucho corazón para salir bien librados” (Cárdenas dixit). Lamentablemente, en lugar de aplausos se ganó la exigencia de los legisladores de que presentara su renuncia.

El problema es que en realidad nadie ha hecho mayor cosa para, efectivamente, “salir bien librados” de la citada apertura y del TLCAN en su conjunto, que sólo ha servido como un eficaz medio para concentrar la de por sí concentrada riqueza, agravar el problema del desempleo y estimular la expulsión de mano de obra, principalmente hacia el vecino del norte. De hecho, en el sexenio foxista la tasa oficial de desempleo abierto se duplicó, y un mexicano emigró por minuto a lo largo del “cambio”.

Catorce años transcurridos, cuatro gobiernos involucrados (de Salinas a Calderón), siete titulares de la hoy llamada Sagarpa (de Carlos Hank al caballo negro), cinco legislaturas, muchos partidos políticos… y a punto de abrirse las puertas de par en par apenas si se escuchan sus voces por la “preocupación”, “alerta” y “temor” que les provocan las graves consecuencias para el campo mexicano. A ese paso y con la velocidad de reacción, nos quedaremos sin país.

Las rebanadas del pastel:

El Consejo Nacional de Población reporta que “nueve de cada diez mexicanos que buscan ocuparse en el mercado laboral estadunidense logran hacerlo en los sectores primario, secundario y terciario con un salario promedio anual de 23 mil dólares” (El Universal), lo que equivale a 253 mil pesos por año o 21 mil pesos mensuales, aproximadamente, monto casi 40 por ciento inferior al que obtienen otras minorías migrantes. Qué lamentable, pero días atrás gobierno, empresarios y “líderes” obreros acordaron un salario mínimo promedio de 51 pesos diarios, mil 551 mensuales o 18 mil 615 anuales, es decir, mil 692. 27 dólares por año, una cantidad casi 14 veces menor a la que obtiene la paisanada en el vecino del norte.

La disputa por el IFE

La Jornada Morelos

La verdadera razón por la cual se estancó la elección del nuevo consejero presidente -y dos consejeros más- del Instituto Federal Electoral se encuentra en el interés que existe en los tres principales partidos -PRI, PAN y PRD- de controlar, a través de la imposición de consejeros electorales a modo, dicho órgano electoral; esto de cara a las contiendas electorales futuras, siendo la principal de ellas, por supuesto, la presidencial de 2012.

Ese deseo voraz de control, presente en los tres partidos mencionados -que a su vez operan a través de sus respectivas coordinaciones parlamentarias-, ha sido la causa fundamental del desacuerdo que hoy, por lo pronto, ha sumido al IFE en una circunstancia de creciente incertidumbre. Será hasta febrero cuando se reinicien los trabajos para la renovación del árbitro electoral.

Así, y más allá del punto de que la injerencia partidista en la conformación del nuevo IFE vulnera la autonomía y la esencia ciudadana de este órgano, está el impacto negativo que este hecho producirá en la credibilidad y legitimidad del nuevo IFE, siendo que esa era supuestamente uno de los objetivos que se buscaba combatir.

No se han percatado los partidos que están a punto de cometer el mismo error de 2003, cuando la designación de los nuevos consejeros del IFE (con Luis Carlos Ugalde a la cabeza) produjo un fuerte rechazo por parte del PRD. Esta circunstancia, no debe olvidarse, propició entonces un fuerte problema de legitimidad en el órgano electoral. Problema que, por cierto, prevaleció hasta la elección de 2006, y que se acrecentó con el conflicto postelectoral por todos conocido.

Esto quiere decir que el desacuerdo actual de los tres principales partidos no sólo los indujo a violar los plazos constitucionales por ellos mismos establecidos, y que obligaban la conformación del nuevo órgano electoral este mismo año, sino que además -y esto es lo más grave- podrían con ello minar, una vez más, la legitimidad del IFE que está por nacer.

A estas alturas es sumamente difícil imaginar que en febrero surja un nuevo IFE sin fuertes conflictos políticos de por medio. El PRD difícilmente cederá en su posición de que el ministro Genaro Góngora sea el nuevo consejero presidente. Lo mismo hará el PAN (con el presidente Felipe Calderón tras bambalinas) al buscar que ese cargo lo ocupe Mauricio Merino. Incluso el PRI que, aprovechando la marea de los desarreglos -sumada a la lógica de los chantajes al gobierno que el priísmo ha manejado muy bien-, podría reavivar la candidatura para ese puesto de Jorge Alcocer.

Alguna de las tres fuerzas políticas, o dos de ellas, tendrán que ceder para que pueda verdaderamente desatorarse el proceso de elección de los nuevos consejeros. La clave está en saber hasta dónde esa cesión no significará imposición, y por ende, rechazo por parte del o de los partidos que resulten derrotados en la negociación.

Lo que ha evidenciado este desacuerdo es un enorme desfase entre el discurso y los hechos por parte de los tres principales partidos. Por un lado, no cesan de repetir -en voz de sus principales voceros- que la nueva reforma electoral (la constitucional y la del Cofipe) tiene como fin evitar (en procesos electorales futuros) la incertidumbre y el conflicto postelectoral vividos en la elección de 2006, pero en la práctica pareciera que hacen todo lo posible para sentar las condiciones que los acentúen.

Los partidos políticos estarían así incubando -involuntariamente o no- un nuevo germen que podría, peligrosamente, dar origen no sólo a un engendro de IFE, sino a nuevas circunstancias de polarización política que tanto daño han hecho a la democracia y al país.

Estado ofendido

La Jornada Morelos

Antes de sus vacaciones, el Congreso aprobó las reformas constitucionales en materia de seguridad y justicia solicitadas por el Presidente Calderón. Con ellas, el gobierno tendrá poderes extraordinarios a costa de las garantías individuales, como si fuera el ofendido principal por la inseguridad y no el ciudadano.

La Cámara de Diputados aprobó las reformas con la mayoría del PAN, PRI, el PVEM y Nueva Alianza. El Senado matizó algunos aspectos, pero no modificó la estructura autoritaria de la iniciativa. Son varios los preceptos de las reformas que menoscaban las garantías individuales, los derechos humanos y la seguridad ciudadana misma. Dos ejemplos: La definición de delincuencia organizada como “la concurrencia de tres o más personas para cometer un delito”. Pero ¿qué tipifica la ley como delito? Eso queda a criterio de la autoridad, pues no se definen las conductas criminales ni característica alguna que permita distinguirlas de, digamos, una manifestación o protesta social.

No se trata de una omisión sino de la clara intención de la autoridad de inhibir la protesta social. Hace unos meses, el juez primero penal de Toluca, estado de México, José Blas Hernández, sentenció a Ignacio del Valle Medina, Héctor Galindo y Felipe Alvarez, líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (de San Salvador Atenco) a 67 años y seis meses de prisión. Los inculpados habían retenido a varios funcionarios, en febrero y abril de 2006, durante una movilización social. El juez basó su sentencia en el delito de secuestro equiparado que, según el Código Penal del Estado de México, se define como la acción de quien “detenga en calidad de rehén a una persona para obligar a la autoridad a realizar o dejar de realizar un acto de cualquier naturaleza”.

Es decir, Valle, Galindo y Álvarez merecen igual castigo por haber retenido a funcionarios durante horas para presionar a la autoridad a que respondiera a sus reivindicaciones sociales, que un secuestrador como El Mochaorejas, que actuaba para pedir dinero como rescate de sus víctimas.

La reforma, elevada a rango constitucional para que no haya recurso de amparo ni ninguna otra defensa de las víctimas de arbitrariedades de parte de la autoridad, criminaliza las luchas sociales. En el concepto de delincuencia organizada caben por igual narcotraficantes y guerrilleros, lavadores de dinero y demandantes de tierras, terroristas islámicos y opositores políticos.

Otro ejemplo de cómo las reformas constitucionales que aprobaron diputados y senadores refuerzan al Estado, pero no para proteger a la sociedad, es que bastará la sola presunción de que exista “una amenaza actual o inminente a la vida o a la integridad corporal de las personas” para que sea posible el allanamiento policiaco en caliente, sin el requerimiento de una orden judicial.

Como ha dicho algún jurista, si estuviéramos en Noruega pasa, porque allá los cuerpos policíacos están verdaderamente al servicio de la ciudadanía, pero en México existen más de mil agrupaciones policíacas que se distinguen por su ineptitud, arbitrariedad y corrupción.

El problema de la reforma es que el gobierno ha puesto de un lado la seguridad y el orden como problemas que lo han rebasado y que los presenta en conflicto con la democracia, las garantías y las libertades individuales. Es al revés: a mayor democracia mejor calidad del desarrollo, menos delincuencia y canales instituciones más eficientes para responder a las reivindicaciones sociales.

La triple embestida

La Jornada Jalisco

El año que está por comenzar se augura, como el que termina, negro y lleno de tempestades para los sectores más pobres del país. Ciertamente 2007 significó un constante deterioro en las condiciones de vida y de trabajo de millones de mexicanos. El golpe no fue de un solo tajo como ocurrió con los llamados “errores de diciembre” en 1994; sin embargo, nuestra economía se encuentra casi tan colapsada como en aquellos tiempos y las condiciones de subsistencia de los trabajadores y sus familias están por los suelos.

A pesar de lo anterior el presidente Calderón y la oligarquía que éste representa siguen obcecados en aplicar las políticas neoliberales que en tan solo un cuarto de siglo han destruido a México. Para el año de 2008 el siniestro guión de la tragedia neoliberal tendrá tres capítulos estelares.

1. En primer lugar el gobierno mexicano, apoyado en sus fuerzas de seguridad pública y en los paramilitares de la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC), seguirá aplicando en contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) una doble política consistente en 1) la ocupación –ya sea por la vía “legal” agraria o en forma violenta– de los territorios bajo control zapatista y 2) la aniquilación de las bases de apoyo del EZLN por medio del desmantelamiento físico de las comunidades zapatistas y la dispersión geográfica de la población indígena que habita dichas comunidades; lo anterior sobre todo después de más de una década en que la cooptación de los insurgentes ha resultado en puros fracasos para el gobierno y sus programas de supuesta “asistencia social”.

La feroz ofensiva gubernamental en contra del EZLN no tiene parangón con otras ocurridas en el pasado, pues, se trata de aniquilar la resistencia más importante en contra del poder neoliberal en nuestro país, fuente de inspiración permanente para las luchas anticapitalistas del pueblo de México en contra de quienes lo explotan cotidianamente.

Por lo mismo el gobierno de Calderón, siempre apoyado en el gobierno chiapaneco, no ha dudado en aplicar tácticas militaristas genocidas en contra del zapatismo, comparables con las ejecutadas por Estados Unidos en Vietnam o por el ejército porfirista en contra de la población civil zapatista en el Morelos de la Revolución Mexicana.

La política de “aldeas estratégicas y tierras arrasadas” que hace casi un siglo practicó Victoriano Huerta en contra de Zapata y sus seguidores, en las nuevas y “asépticas” circunstancias de la democracia mexicana, sigue siendo la propuesta de paz de quienes detentan el poder en contra de los indígenas legítimamente sublevados.

2. El régimen calderonista y sus jilgueros, sobre todo Televisa y Televisión Azteca, seguirán insistiendo en la realización inmediata de las llamadas reformas estructurales cuyo fin principal es poner en manos de los grandes capitales trasnacionales el petróleo y la electricidad, recursos que constitucionalmente corresponden al dominio exclusivo de la nación.

De hecho la “aplaudida” reforma a la ley del ISSSTE fue la primera fase en el nuevo capítulo de la entrega del patrimonio nacional. El Fobaproa de Zedillo, el rescate carretero, la simulada “expropiación” de los ingenios cañeros y las incontables transas del matrimonio Fox han demostrado, una y otra vez, que nuestros gobernantes son cómplices, cuando no partes activas, de la rapacidad empresarial en estos tiempos de crudeza neoliberal.

3. La plena apertura comercial del campo mexicano a partir del año 2008, en virtud de lo que estipula el Tratado de Libre Comercio (TLC), no augura sino la destrucción aún más violenta y masiva de la economía nacional y de nuestra soberanía alimentaria, así como la migración, todavía mayor, de la población indígena y campesina.

El gobierno mexicano ha aceptado la entrada en vigor de la nueva fase del TLC a sabiendas de que nuestra economía es incapaz de competir con la de Estados Unidos y con pleno conocimiento de que la agricultura del vecino país del norte se encuentra, a diferencia de la nuestra, fuertemente subsidiada. Luego entonces, la intención de nuestra clase gobernante y de la llamada oligarquía neoliberal no es otra que la destrucción de México para favorecer los gordos intereses del capitalismo mundial.

El año que viene

La Jornada

Resulta realmente difícil mantener los buenos deseos para un año como el 2008 que está por arribar. El pesimismo, en ocasiones como ésta, no es una cuestión de actitud personal, sino de un realismo contundente que nadie puede eludir. Con el primer día del año, por ejemplo, entrará en vigor el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) por lo que se refiere a la apertura total a todas las importaciones de maíz, frijol, leche en polvo y azúcar de caña provenientes de Estados Unidos y Canadá. Si la situación en el campo mexicano es ya de abandono y miseria, con la supresión de todos los aranceles, cuotas y cupos de importación se producirá una crisis terminal en el esquema de pequeños productores y México perderá completamente su autonomía alimentaria.

Abrir los productos del campo mexicano a la competencia internacional es una medida que no puede beneficiarnos en ningún sentido. El gobierno de Estados Unidos les otorga a sus productores hasta 30 veces más de subsidios, de manera que puedan aplastar sin ningún miramiento cualquier tipo de competencia allende sus fronteras. México dependerá también del país del norte en materia de alimentación, algo que ningún gobierno en su sano juicio podría permitirse. Si en la actualidad se importan más de 7 millones de toneladas de maíz de Estados Unidos, es de esperar que a partir del primero de enero de 2008 iniciaremos también una pérdida total de nuestra soberanía y de nuestras raíces históricas. México fue fundado sobre una cultura del maíz. Estamos por perder, entonces, nuestra propia identidad como nación.

Y con el inicio del año entrará también en vigor una gran burla para todos los trabajadores asalariados del país. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos decidió que el aumento para este año que viene será de un 4 por ciento, ya que en ello estima los índices de inflación. Traducido en pesos, no alcanza ni para comprar un cuarto de kilogramo de tortillas. Digo que se trata de una burla infame porque la inflación se ha disparado tanto a finales de este año que ese cuatro por ciento se ha desvanecido en el aire antes de nacer. La realidad que tendremos será la de siempre: todos los precios y servicios, incluyendo los de primera necesidad, suben hasta alcanzar las nubes en tanto que los ingresos de los trabajadores se deprecian hasta alcanzar el fondo del foso. Vivimos en un país cuyo régimen sólo beneficia a un grupo reducido de privilegiados, entre los que se encuentran los grandes dueños del dinero y la clase política gobernante, mientras la inmensa mayoría de la población se debate entre niveles a veces infamantes de sobrevivencia.

Otro regalo de año nuevo será la probable consumación de la reforma judicial. En vez de que los legisladores hagan una reforma en serio para acabar de una vez por todas con la terrible corrupción que impera en el sistema de procuración y administración de la justicia, lo que hacen es favorecer el cierre definitivo de las pocas garantías constitucionales que aún nos quedaban. No se trata sólo de criminalizar los movimientos y las luchas sociales, sobre todo ahora que el descontento se hará mayor, sino de quitarle a la sociedad cualquier protección legal contra los excesos de las corporaciones policiacas, que no tendrán que acudir a juez alguno para irrumpir en los domicilios particulares y cometer los abusos que acostumbran. 2008 será entonces un año aciago en materia de violación de los derechos humanos. Si la ley no ha sido realmente un obstáculo para que los derechos sean violados por los agentes del Estado, lo que se proyecta en el futuro inmediato es la entrada en vigor de un Estado autoritario.

Y el año nuevo nos traerá, asimismo, el incremento a los precios de los energéticos. El anunciado aumento a la gasolina provocará el segundo impacto en el disparo de los precios de todos los artículos y servicios. Esos dos pesos de aumento que recibirán los salarios mínimos –y que será de hecho el tope salarial para los sindicatos– se perderán en medio de una montaña de desesperación e indignación popular. La capacidad adquisitiva de los asalariados se desploma hasta niveles de miseria. Y no hay tampoco empleos suficientes para que la gente pueda vivir con dignidad y no tenga que buscar una suerte distinta al otro lado de la frontera norte. ¿Dónde ha quedado la Presidencia del empleo? Lo más probable es que tampoco en el 2008 la podamos ver. No sería raro que en este año que viene se concretice, ahora sí, la reforma para la privatización total del sector energético. El Estado cuenta ya con los votos sumisos del PAN y del PRI y también de un porcentaje nada despreciable del PRD.

Y el 2008 será también, por cierto, un año de definición sustancial del PRD. ¿Qué clase de partido se propone ser? ¿Un partido que legitima la ilegitimidad en aras de la coexistencia pacífica, de la cohabitación en el gobierno, de la convivencia civilizada entre las distintas vertientes de la clase política? ¿O un partido que se reencuentre con sus orígenes y vuelva a tomar en sus manos el compromiso histórico con la sociedad, con las aspiraciones históricas de la sociedad? ¿Un partido que tenga una memoria frágil, acomodaticia, y que se olvide rápidamente de las afrentas y los agravios contra la voluntad popular para poder gozar de las migajas del poder que le dejan? ¿O un partido que acompañe a los movimientos sociales y se convierta en su mediador? ¿Un partido para la burocracia política o un partido para la democracia y la justicia social? ¿Un partido para apuntalar a la derecha o un partido de izquierda auténtica? Lo veremos.

Claro que el pesimismo no puede ser total. De una realidad adversa como ésta surge necesariamente la necesidad de que los movimientos sociales se mantengan firmes, se consoliden y se multipliquen. Porque ha llegado el momento de tomar conciencia de una realidad ineludible: la defensa de los derechos fundamentales de la sociedad no puede sino ser obra de la propia sociedad.

Los grandes embustes

Desafío

Distrito Federal— Nadie duda que la historia universal está plagada de mentiras e interpretaciones convenientes para quienes ejercen el mando. Detrás de las cortinas de humo, tan altas como los engaños colectivos, los hechos se asoman tímidos al balcón desde el cual la opinión pública mide sus propias expectativas. Y es tal nivel la manipulación que, no pocas veces, acaba por tomarse a mal la verdad y se opta por exaltar lo falso.

En el México profundo, el del andar convulso en busca de un destino visto desde perspectivas encontradas —sin duda, encontrar las líneas de identidad suele ser muy complicado—, aparece cuatro hechos relevantes que exhiben la constancia de los falsarios a pesar de que no existen dudas razonables sobre las consecuencias.

Lo anterior se demuestra al recordarse la ilusión por los imperios de quienes se ofrecieron como postulantes presidenciales con la bandera de Acción Nacional. ¿Ya olvidamos las luengas barbas de Diego Fernández de Cevallos y Vicente Fox Quesada, con las que se presentaban como adalides del cambio exhibiéndose con el perfil del enajenado de Miramar quien se creyó el cuento de que una nación le esperaba ansiosa de ser gobernada por él?

Vayamos a los cuatro sucesos claves que los embusteros han pretendido convertir en verdades inescrutables sin conseguirlo:

1.- La exaltación de Agustín de Iturbide como emperador de México tras el triunfo del Ejército trigarante en 1827. Ante una nación arrasada, hambrienta, sin la tutela española que le proveía de bienes perecederos a cambio de la libertad colectiva, el propósito fundacional del militar ensoberbecido resultaba una completa pantomima destinada a quebrar al país y no a unirlo.

2.- El grotesco engaño de los conservadores antijuaristas quienes con tal de humillar “al indio de Guelatao” no dudaron en ofrecer un trono inexistente a un Habsburgo ambicioso, rubio y barbado, con gesto soñador que despertaría ante la pesadilla de su propia realidad, incapaz de entender la idiosincrasia de una nación a la que se quería imponer la monarquía sin el menor análisis sobre la tremenda y sostenida disputa entre liberales y conservadores que ha marcado la historia patria.

3.- La proclamación del triunfo de una Revolución, iniciada en noviembre de 1910, tras la renuncia del dictador en mayo de 1911 y la consiguiente entrada triunfal del caudillo Francisco I. Madero a la ciudad de México. No hubo entonces ruptura institucional alguna que permitiera registrar la llegada del audaz coahuilense al poder como un hecho revolucionario.

No pocos observadores acuciosos de nuestra historia insisten en que, en tales términos, la Revolución se consumó cuando otro coahuilense ilustre, Venustiano Carranza, tomó las riendas del poder, como jefe del Ejército Constitucionalista, y convocó a la Asamblea Constituyente de Querétaro para comenzar a construir con ella la nueva vida institucional de la nación y, de paso, sepultar la contrarrevolución de Victoriano Huerta al amparo del poder estadounidense y con el sello de la mayor traición de nuestra historia.

DEBATE
La cuarta gran mentira tiene que ver con la democracia y cuenta con varios protagonistas, entre los cuales los más sobresalientes son los tres ex presidentes de actuaciones más recientes. El primero, Carlos Salinas de Gortari, cuya usurpación al poder le obligó a modificar las reglas electorales confluyendo hacia la ciudadanización del órgano comicial y la consiguiente fundación del Instituto Federal Electoral, separándola de la Secretaría de Gobernación que regenteaba las elecciones hasta entonces, no puede decirse demócrata por ello considerando los tremendos antecedentes que le llevaron a la Presidencia en 1988 bajo el escándalo. La civilidad de los opositores, concretamente del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, evitó que la confrontación confluyera hacia la tragedia. No debemos olvidarlo.

El segundo, Ernesto Zedillo, es recipiendario de elogios por haberlo traicionado todo. Llegó al poder presidencial sobre la sangre derramada en Lomas Taurinas, convirtiéndose así en el mayor beneficiario del crimen contra Colosio. Y lo dejó tras haber generado las condiciones para que la ciudadanía reclamara un cambio institucional a fondo ante las evidencias de la elevada corrupción del priísmo gobernante.

Y el tercero, desde luego, es quien conlleva los pecados mayores. Vicente Fox no hizo sino sumarse a la continuidad cuando tanto habló de cambio. No variaron un ápice las políticas financieras ni las relacionadas con la institución presidencial.

Sumó a la plataforma gobernante a todos y cuantos fueron cómplices del régimen anterior, el priísta, hasta convertirlos en sus mejores aliados y acabó utilizando la parafernalia oficial, a la vieja usanza, para delinear, señalar y determinar la sucesión presidencial al amparo de las alianzas soterradas con un sector de la dirigencia patronal y el visto bueno de un ejército profundamente infiltrado. Por ello, claro, la tersura de la transición estuvo garantizada —no por los buenos oficios de los foxistas que más bien no tenían ninguno—, y el desaseo electoral de 2006 no llevó a una confrontación severa, esto es con violencia incontrolable.

Insistir en que Fox proveyó el cambio es tan necio como llamarle demócrata.
Falso que los contrapesos legislativos sean demostración de que se atemperó el peso del titular del Ejecutivo federal; ocurrió solamente que el señor Fox no supo manejar los controles puestos en sus manos por impericia y torpeza manifiestas. Y, por tanto, acudieron en su rescate los prohombres del sector empresarial con más clara idea de lo que requerían para el futuro inmediato. Fox se plegó a ellos y fue entonces cuando captó como se usaba el poder que poseía casi por inercia. Los resultados los conocemos todos.

Aduanas lidera ‘top ten’ de corrupción

El Universal

La administración federal identificó a las 10 oficinas gubernamentales que generan el mayor número de riesgos de corrupción.

La Secretaría de la Función Pública revela en el documento Las 10 instituciones con procesos, trámites y servicios críticos de la administración pública federal que millones de mexicanos están en riesgo de ser víctimas de la corrupción cuando acuden en busca de servicios.

La Función Pública explica que la principal fuente de corrupción está en la importación de mercancías. Precisa que en 97 millones de cruces en un año, se registraron 15.5 millones de declaraciones en las aduanas del Servicio de Administración Tributaria.

En segundo lugar está el servicio de Consulta Externa del IMSS, que otorga 106 millones de atenciones anuales.

El siguiente es el servicio del ISSSTE, en específico 16 millones de consultas familiares que ofrece al año.

El área de recepción de denuncias de la PGR ocupa la cuarta posición.

En el quinto sitio está el trámite que realiza Luz y Fuerza del Centro, por el servicio de reconexión, conexión y las aclaraciones por cobros excesivos de energía eléctrica.

La sexta posición es para la Secretaría de Comunicaciones en el otorgamiento de licencias de conducir.

El séptimo lugar es para el registro de títulos y cédulas profesionales de la Secretaría de Educación Pública.

La Policía Federal Preventiva está en el octavo escalón porque al año impone un millón de infracciones a quienes circulan por las carreteras.

La Comisión Nacional del Agua aparece en el noveno sitio por las concesiones de aprovechamiento de aguas subterráneas. Finalmente, se encuentra la CFE por el problema derivado de cobros excesivos.

Los políticos causan risa

El Universal

Durante 2007 los políticos se pintaron con sus propias palabras. Hubo quienes cayeron en desatinos, enojos e insultos y, los menos, llegaron a perder el estilo

Los políticos dieron a los gobernados de qué reír en 2007, con sus dichos y sus actos, sus desatinos y enojos, sus insultos y el estilo perdido frente a los electores.

El desquite popular de reír a costa de personajes públicos se expresó cada día en reacción a las anécdotas que difundían los diversos medios periodísticos.

Del pasado que no se ha ido queda la frase escrita a este diario por la ex primera dama Marta Sahagún, que dibujó sonrisas de la clase media: “Mi familia era y es acomodada”.

Se pintaron con sus propias palabras, como el secretario de Salud, José Ángel Córdova, quien justificó que él y sus colegas del gabinete pernoctaran en la zona de desastre de Tabasco, en hoteles de superlujo, como se publicó en estas páginas: “La verdad es que es bastante agotador todo lo que se ha tenido que hacer”.

Los pensadores simplificaron sus pensamientos con metáforas fáciles, como el secretario general del PRD, José Guadalupe Acosta Naranjo, quien sobre la suerte del IFE, disertó:

“No vayamos a salir como dijo ‘El Perro’ Bermúdez (cronista de futbol), con un tirititito de Consejo General”.

Como en pocos años, los políticos vieron amenazada su bis cómica por la presencia de delincuentes locuaces o singulares.

De hecho, la frase del año se la llevó el chino Zhenli Ye Gon, quien dijo que Javier Lozano, antes de ser secretario del Trabajo, le llevó a esconder los más de 200 millones de dólares en billetes, con la amenaza de “copelas o cuello”. El relato fantástico arrancaba lágrimas de hilaridad.

El público mexicano vio pasar en los espacios de los medios periodísticos personajes reales, que superaron a las novelas, como La Reina del Pacífico, Sandra Ávila Beltrán, una mujer atractiva, desenfadada, protagonista de una vida casi mítica.

La arena política volvió por sus fueros, cuando al parecer el delito los desplazaba de la atención general: El presidente del gobierno legítimo le corrigió la plana a los de casa, por moderados que “no son más que conservadores más despiertos”. Alejandro Encinas, aspirante a la dirigencia del PRD fue más allá, y los calificó de simples “modositos”.

De ese flanco izquierdo de la vida pública, emanó la anécdota de la visita de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, a San Juan Ixtayopan (escenario de los linchamientos de noviembre de 2004), donde su esposa Mariagna Prats dio la nota.

Fueron diez minutos de euforia ante los micrófonos, en aquel barrio, donde dijo que Ebrard, “a parte de que es jefe de Gobierno, es mi amor”.

Los apuros en la izquierda estuvieron en la boca del diputado Javier González Garza y de la presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta (PRD).

González Garza aclaró a Andrés Manuel López Obrador —exigente de que votaran contra el gasolinazo— que su bancada “tenía los pantalones bien puestos, igual que los calzoncillos”.

Zavaleta, sobreviviente de una lluvia de fuego amigo, por no haber abominado al presidente Felipe Calderón, mató el ataque con una breve contraofensiva: “Gritan como si fuera la mujer de su casa”.

Aunque había historias como para no extrañar al ex jefe del Ejecutivo, Vicente Fox apareció en una memorable gira por Estados Unidos, en la que afinó su estilo personal.

“¿Qué pasó con la camioneta Hummer?”, le preguntó la periodista de CNN en español, Claudia Palacios.

Fox la salvó de su error:

“Fíjate cómo te han engañado a ti también, esa camioneta es del Estado Mayor Presidencial”.

Días antes, una persona le gritó:

“¡Fox, regresa lo que te robaste!”

A los periodistas les aclaró que “no es mío ese rancho; no son mías esas propiedades; no son mías esas cabañas en esos terrenos”.

El senador Manlio Fabio Beltrones (PRI) encontró una explicación al acertijo: “Hay que cercar el rancho y dejar adentro a los locos”.

Si los niños y los borrachos dicen siempre la verdad, esa máxima se puede aplicar a lo que ocurrió entre la presidenta del magisterio, Elba Esther Gordillo, y una niña que se negó a ser abrazada por la mujer más poderosa del país, el 21 de mayo, en Tonatico, México.

Cuando parecía que de risas y sorpresas el país estaba saciado, la opinión pública escuchó a uno de los hombres más serios hablar con el lenguaje más bajo que haya.

Y es que el ministro de la Suprema Corte, Genaro Góngora Pimentel, dramatizó su argumento en contra del gobernador de Puebla, Mario Marín, al leer textual el famoso diálogo del gobernante con Kamel Nacif, con las groserías de la versión original, la de “mi góber precioso, mi héroe chingaos”, en la que el poblano dijo: “ayer acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona”.

¿FELIZ AÑO NUEVO 2008?

Indice Político

NADA BIEN PINTA el ciclo anual que dentro de unos días inicia. Social, económica y políticamente el panorama es desalentador. Porque nada hay que indique la posibilidad de reunir o cohesionar a los mexicanos cada vez más polarizados. Nada que augure crecimiento y desarrollo. Nadie que, por sobre las carencias y las divisiones, se erija en factor que saque al país de sus complicaciones y tribulaciones y dé pauta para un mejor futuro.

El mayor precio de los combustibles, atizará el fuego. Los salarios prácticamente "congelados" enfriarán aún más al prácticamente inexistente mercado interno. La creación de nuevos empleos quedó en mera promesa de campaña electorera. El arribo al país de maíz y frijol extranjero aniquilará ahora sí al campo, lo que ya sucedió apenas en el sector cañero. Los renacidos "pactos" sólo golpearán a pequeños y medianos industriales, porque los grandes emporios comerciales no van a sacrificar sus sacrosantas ganancias que reenviarán al extranjero. Las exportaciones caerán al suelo, ante el estancamiento e inflación del único mercado al que accedemos. ¿Para qué le platico de las tasas de interés, las carteras vencidas de créditos hipotecarios y al consumo?

En lo social el mayor riesgo es el de los cada vez más altos niveles de inseguridad pública que nada tienen qué ver con la llamada delincuencia organizada, que por supuesto también trae lo suyo: ejecuciones, decapitados, "levantotes", etc.

Políticamente, empero, es donde mayor peligro corremos. Y esto por la miopía de los llamados "actores", quienes están enfrascados en sus luchas intestinas y hacia el exterior por la conservación de un dudoso poder. Las elecciones de 2009 y 2012 son lo único que está en su mira. Y por tal son rebasados por los factores reales de poder. Iglesias, sindicatos, cámaras industriales y de comercio, incluso carteles de la droga los infiltran para que el status quo prevalezca.

Nada bien pinta el 2008. Lejos estamos de que la Administración cumpla el papel de procurar "la felicidad de los gobernados". Antes, todo lo contrario, pues seguiremos presenciando escándalos de impunidad –saqueo del erario, tráficos de influencias, complicidades de los gobernantes con sus antecesores, colusión de poderes públicos, escasa o nula rendición de cuentas— y corrupción, a lo que no podemos ni debemos acostumbrarnos.

El panorama es oscuro. Pero aún así hay que iluminarlo nosotros mismos. Es al seno de nuestros hogares, en nuestro entorno, con nuestras familias, amistades, vecinos, que podemos empezar a buscar salidas a esos y otros problemas. Organizándonos para no permitir que la política esté exclusivamente en manos de los políticos… que la economía no sea manejada sólo por economistas… y que socialmente distingamos a los falsos redentores de quienes sí son líderes sociales.

La diferencia en el 2008 está en nosotros mismos. En nuestras manos. Ligando cada vez más –cual proponía el sociólogo C. Wright Mills— nuestra biografía con la Historia. Que sea propósito para 2008.

¡Salud!


PD: Con la autorización de Usted y la venia de los señores editores, el Índice Político dejará de publicarse las próximas dos semanas, para reaparecer el 7 de enero próximo. ¡Felicidades!

Prohibido ser campesino

Rebelión

Vivimos en tiempos de guerra. Parecería que el solo hecho de ser indígena o campesino es una afrenta a los poderosos. La guerra contra la vida campesina es ancha y ajena y por muchas partes sentimos sus dentelladas. Empezó hace mucho, pero en días como hoy, a 10 años de la masacre impune de indígenas en Acteal, se siente más la herida.

Es una guerra suicida, porque los indígenas y campesinos han sido por más de 10 mil años los que han creado, cuidado y legado a toda la humanidad las bases de la alimentación, las fibras para abrigo y vivienda, la crianza de animales domésticos, el uso y cuidado de los bosques y ríos, de plantas medicinales, la comprensión profunda de la naturaleza, junto a una rica diversidad de aproximaciones filosóficas, políticas, artísticas y estéticas de la vida.

No es una visión romántica de la vida campesina: aún hoy la mayor parte de la alimentación mundial la proveen los campesinos y campesinas, quienes pese a los ataques directos o mediados y a las oleadas salvajes de migración siguen siendo más de la cuarta parte de la población mundial y siguen siendo los únicos capaces de mantener la biodiversidad agrícola y de semillas, vitales para el sustento de todos.

Son parte de esta guerra los tratados de “libre” comercio, patentes de corso de las grandes empresas para el tráfico de gente y mercancías, que hasta prevén fríamente –como en el caso del TLCAN– que con su advenimiento miles de campesinos desaparecerían. También son parte de esta guerra la privatización del agua y la tierra por leyes y programas gubernamentales y los cultivos transgénicos, otra arma de las trasnacionales de los agronegocios para contaminarnos y monopolizar las semillas, llave de toda la red alimentaria.

Pero a veces la guerra toma formas extremadamente descarnadas, como la masacre a sangre fría de 45 indígenas en Acteal, Chiapas, el 22 de diciembre de 1997. Aumenta la ignominia que a 10 años no se haya castigado a muchos de los autores materiales del crimen ni a ninguno de sus autores intelectuales.

Por el contrario, la guerra que se tramó desde el gobierno de Ernesto Zedillo, se intenta remozar con la versión de intelectuales de alquiler que pretenden cambiar el pasado, inventado una batalla “entre indígenas” que nunca existió. Lo que sí hubo –atestiguado nuevamente en estos días por muchos de los que estuvieron allí– fueron cadáveres de mujeres, niños y hombres asesinados a tiros por la espalda, algunos mientras rezaban en la iglesia, otros intentando escapar de la matanza, a manos de paramilitares entrenados desde fuentes gubernamentales.

Al 2007, la guerra continúa y en México se regodea con muchos otros asesinatos y atropellos impunes, como el ataque contra los campesinos y pobladores de San Salvador Atenco y Oaxaca, el asesinato de Aristeo Flores, del Consejo de Mayores de la Comunidad de Ayotitlán, de Concepción Gabino de Cuzalapa, de Faustino Acevedo de Oaxaca, por defender tierra, agua y semillas, la violación y asesinato de la anciana nahua Ernestina Ascencio por militares y muchos otros. Además de los más de 900 casos de presos políticos, la mayoría indígenas, que documentó Blanche Petrich (La Jornada, 28/10/2007) solamente desde el arribo del PAN al gobierno en el 2000.

Tan crucial como no olvidar Acteal, es saber que se preparan nuevas masacres, como han advertido desde las propias comunidades hasta personalidades reconocidas internacionalmente como John Berger y Naomi Klein recientemente.

Los métodos no han cambiado mucho. Otra vez, con la excusa de supuesta “protección ambiental”, se amenaza desalojar a comunidades zapatistas, con el contubernio de autoridades ambientales, como sucede en la reserva ecológica comunitaria de Huitepec y en la comunidad de Bolon Ajaw, aunque son las comunidades zapatistas las que verdaderamente cuidan el bosque.

Otra vez, se inventan asociaciones “civiles” para hacer creer que hay un enfrentamiento entre indígenas que pelean por la tierra, como la Opddic, cobijo de paramilitares que han agredido varias veces con armas a los campesinos zapatistas.

Pese a esta guerra que no cesa, las comunidades indígenas zapatistas en Chiapas, que el mundo conoció desde el levantamiento del EZLN en 1994, ya son una de las mayores experiencias de resistencia y creación autogestionaria de la historia. Tanto por su duración, su extensión territorial y en miles de personas, como por la calidad de la transformación: en la práctica y a contrapelo del poder han creado nuevas formas de educación, salud, economía, cultura, política, relaciones de género y de generaciones.

Donde había devastación, muerte, violaciones y humillación han sembrado vida, justicia y dignidad. Esta experiencia colectiva que ya es parte de la historia a nivel planetario, encarna la esencia terca y noble de la vida campesina. Por muchas razones, desde la deuda histórica con ellas hasta porque son apenas unos de los eslabones más visibles del ataque frontal contra muchas formas de resistencia al capitalismo salvaje, es tarea de todos defenderlas.

Los prostitutos célebres

Revista Proceso

MÉXICO, DF, 21 de diciembre (apro).- Norberto Rivera Carrera está desesperado. Arzobispo Primado de México, príncipe de la Iglesia católica en México, Rivera Carrera se lanzó contra “las prostitutas” y “los prostitutos” que desde los medios de comunicación se han convertido en su bestia negra.

Objeto durante todo este año de primeras planas por los escándalos pederastas de la Iglesia católica, Rivera Carrera arremetió, alterado, no sólo contra la libertad de expresión, sino contra otro principio fundamental de la democracia: la transparencia en la actuación de los poderes públicos, formales e informales.

Con Rivera a la cabeza, la Iglesia católica está empeñada en recuperar presencia en el espacio público que perdió entre los siglos XIX y XX.

Desde la llegada de la derecha al poder, en el 2000, la Iglesia católica está empeñada en revertir esa experiencia histórica y avanza en sus propósitos de interferir en la vida pública, horadando el Estado laico.

A su insistencia de tener una mayor participación en el sistema educativo del país ha sumado a su causa al Ejército Mexicano, con el que estuvo confrontada a principios del siglo pasado en la llamada “guerra cristera”.

Fue una guerra desatada por la desobediencia y desconocimiento de la Iglesia católica a la Constitución de 1917, que confirmó el confinamiento jurídico en el que la dejaron las Leyes de Reforma, promulgadas por Benito Juárez.

Ahora, ha logrado la instalación de capellanías militares en las inmediaciones de las unidades castrenses. Pero va por más: al establecimiento de templos dentro de las instalaciones del Ejército y la Marina.

No sólo eso. Pretende una participación política activa con la inclusión de sacerdotes y otros religiosos en los puestos de elección popular.

Desde hace algunos años, la Iglesia católica cuenta además con la atención de los medios de información, que cada domingo cubren en la Catedral Metropolitana no sólo la homilía del cardenal primado de México, sino sus posiciones políticas y las relativas a temas cruciales para la sociedad.

Opina de todo. Hace política. Toma partido. Hace mancuerna con el gobierno federal en temas como la defenestración del aborto o lo apoya en sus operativos contra el narcotráfico. Y critica a quienes cuestionan al gobierno.

El cardenal, quien el viernes pasado cumplió 22 años de su ordenación episcopal, es un político e interviene como tal en la vida del país; pero descalifica cuando la prensa se acerca a los actos que ocurren en su jurisdicción, sobre todo aquellos de índole delictiva.

En vísperas de la Natividad, con la que el catolicismo celebra el nacimiento de Jesús, Rivera se fue contra la prensa que ha investigado su presunta participación en el encubrimiento del sacerdote Nicolás Aguilar, acusado de pederasta tanto en México como en Estados Unidos.

Dijo el martes 18 de diciembre, en una homilía navideña en el reclusorio femenil, al oriente de la Ciudad de México: “Ustedes encuentran en esto gente aquí, pero también gente afuera que mata la fama, la dignidad. El buen nombre de las personas, ¡verdaderas prostitutas, verdaderos prostitutos de la comunicación que deshacen la fama de los demás!”.

La Biblia está llena de referencias a la prostitución. No sólo está el muy conocido episodio de María Magdalena, sino la idea con la que con ese mismo término los descendientes de Israel se referían a los idólatras, adoradores de otros dioses.

Incluso, El Apocalipsis, termina con la historia de la “celebre prostituta”, como se refería a Babilonia, que se sentaba sobre una bestia (Roma) con siete cabezas y diez cuernos, en alusión a sus colinas y emperadores.

En el caso de Rivera, las palabras lo desbordaron. Con su descalificación se convirtió en fiel expresión de las palabras bíblicas: “Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca”.

TLCAN, 14 Años

Revista Proceso

MÉXICO, DF, 26 de diciembre (apro).- El acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá cumplirá 14 años el 1 de enero y los beneficios para el país han sido pocos. Las asimetrías económicas se han ahondado y la apertura del sector agropecuario habrá de impactar negativamente en la economía nacional pese a los augurios optimistas del gobierno federal.

Ello contrasta con el éxito de los acuerdos económicos que establecieron los países europeos para formar la Comunidad y posteriormente la Unión, en que se preveía una cuota financiera de los países más ricos para ayudar a los menos desarrollados como España, y de esa manera impulsar sus respectivas economías. Todo lo contrario con el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).

La diferente concepción de ambos acuerdos comerciales se ha hecho evidente con el paso de los años. Mientras que en Europa la intención era impulsar un desarrollo en el continente y de esa manera competir con los mercados oriental y americano, el TLCAN tuvo desde su origen una raíz de dominio por parte de Estados Unidos.

Así, por ejemplo, a diferencia de tratados o convenios similares (como el de la Unión Europea), en el TLCAN no se establece organismos centrales de coordinación política o social, sino solamente una secretaría para administrar y ejecutar las resoluciones y mandatos que se derivan del propio tratado.

La experiencia del TLCAN para México ha sido la de la desaparición o el sometimiento de las pequeñas y medianas industrias frente a las trasnacionales. El caso más claro es el de la Coca Cola, que ya ha absorbido a las refresqueras nacionales, y no sólo eso, también ha ampliado su mercado a la venta de agua y de frituras.

Existen múltiples estudios que muestran la poca efectividad para la economía mexicana del TLCAN. Luis Arturo Ortiz, académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, desde hace dos años realizó una investigación en la que comparó las cifras de diversas áreas económicas del 1994 al 2004, y reveló que “los datos que arrojan son negativos para el país”.

Por ejemplo, afirmó que “se derrumbó la producción de productos agrícolas; hubo quiebra de muchas empresas en la industria manufacturera, las que antes eran exitosas fueron compradas precisamente por quienes hicieron inversiones extranjeras, como el caso de las industrias tequileras, que en su mayoría son extranjeras, o en la banca, donde 80% es de extranjeros”.

Además de esto, el TLCAN ha favorecido únicamente a diez estados del país, profundizando los desequilibrios al interior de México. En un estudio realizado entonces por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que, para el 2005, “los beneficios del TLCAN se concentraron regionalmente en el centro y norte del país con 93.9%”.

Mientras que en el aumento al empleo, ningún estudio oficial muestra que haya algún beneficio para México. Hasta el momento la Secretaría de Economía no cuenta con una base de datos que permita disponer de la información sobre este rubro y la mejora de las remuneraciones de los trabajadores de las 19 mil 83 empresas registradas con Inversión Extranjera Directa (IED), en el ámbito del TLCAN.

Con estos antecedentes, la apertura del sector agropecuario del TLCAN, a partir del 1 de enero del 2008, es alarmante para muchas organizaciones.

Por ejemplo, la Confederación Nacional Campesina (CNC) ya advirtió que México ha dejado de percibir 12 mil millones de dólares por la eliminación gradual de aranceles para productos agropecuarios iniciada en 1994 en el marco del TLCAN y que 1.4 millones de productores del país se encuentran en riesgo por la apertura total.

El caso del maíz es de los que más preocupan. Según la CNC, las importaciones del grano podrían superar el año próximo los 10 millones de toneladas, mientras que el precio pagado a los productores nacionales de frijol podría caer 50%.

De igual manera existen denuncias del impacto que tendrá en otras áreas. Tal es el caso de los porcicultores, quienes ya denunciaron que su sector registra actualmente una pérdida de 10 mil millones de pesos y que esta situación se agravará luego de la apertura de la cláusula agraria del TLCAN en enero de 2008.

Frente a ese panorama no se puede tener oídos sordos ante los reclamos de organizaciones sociales, campesinas e indígenas que demandan la renegociación del tema agropecuario. Las consecuencias de por sí negativas a la economía mexicana podrían profundizarse aún más hasta alcanzar las raíces sociales, y con ello transformar las protestas sociales pacíficas en acciones de violencia en el campo mexicano, de por sí castigado por las políticas oficiales asistencialistas.

Preparan diputados del FAP movilizaciones contra eventual privatización de PEMEX

Revista Proceso

MÉXICO, D.F., 26 de diciembre (apro).- Diputados de los partidos que conforman el Frente Amplio Progresista (FAP) anunciaron hoy que a partir del 1 de enero de 2008 realizarán una serie de movilizaciones en contra de la eventual privatización de Petróleos Mexicanos.

Según la diputada de Convergencia, Layda Sansores, los legisladores del FAP están listos para marchar. "Estamos apostando fundamentalmente a la movilización popular para defender lo del petróleo, y los diputados estaremos también en la Cámara de Diputados listos para impedir que esto no solamente no se vote, sino que no se discuta", dijo.

Sansores anticipó incluso que las movilizaciones serán encabezadas por Andrés Manuel López Obrador. El excandidato presidencial "es quien lidera este movimiento y él incluso se ha comprometido a ir al frente de las movilizaciones si esto fuera necesario", sostuvo.

En declaraciones al noticiero De una a tres, la legisladora añadió:

“Nosotros entendemos que de aprobarse una iniciativa que lastima la vida del país hoy y para siempre, el único camino, lo que sigue mañana sería la violencia, porque para recuperarlo tendríamos que pensar ya no en protestas, sino en movimientos mucho más enérgicos, pero queremos evitarlo."

Dijo que están dispuestos a tomar la tribuna en San Lázaro para evitar el debate que ya cocinan panistas y priistas.

El coordinador del PT, Ricardo Cantú, afirmó, a su vez, que el margen de utilidades de Pemex es muy amplio, por lo que debe utilizarse en beneficio del país y no para enriquecer a una sola persona, como sucedió con Teléfonos de México.

Explicó que los diputados del FAP tienen como prioridad frenar cualquier intento por privatizar el sector energético "y entregar esos jugosos negocios a particulares".

Por su parte, el priista Emilio Gamboa dijo que la reforma energética será prioridad para el periodo de sesiones que iniciará en febrero.

Admitió que el gran debate se centrará en definir si es capital privado nacional o extranjero el que participe en la modernización de Pemex, la paraestatal más importante del país.

Carta de Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo a Santa

machetearte

Carta de Elba Esther Gordillo a Santa

Querido Santa:

Año traz año te he pedido un monedero electrónico en alguna clínica de cirujía plástica pero no me lo has traído. De cualquier forma me ha ido muy bien este año porque ya soy vitalicia en la SNTE y se aprovaron las reformas de la Ley del ISSSTE lo que me dará más ganancias a costa del magisterio. Lo que te quiero pedir para este año es que le ablandes la cabeza de teflón que tiene Felipito para que le entren las matemáticas y vea que le conviene meterme a algún puestito ahí en gobernación.

Si de paso me llega el pago para la reconstrucción fasial, gracias santa.

P.D. Perdón por las faltas de ortografía pero eso de la escribida como que nunca se me ha dado.



Carta de Roberto Madrazo a Santa

Hola Santa Clos.

Síguete riendo, síguete riendo por no haberme traído la presidencia cuando te lo pedí. Pero ya te queda poco tiempo porque así como me ves, me las arreglo para ahorrar minutos, ¿Qué no viste el maratón en el que participé?. Por eso ahora te quiero pedir que me traigas ahora sí un buen par de tenis que corran por mi para ahora sí ganar el próximo maratón y si se puede una crema ansiedad para poder participar en todas las categorías, tú sabes que nunca es demasiado cuando se trata de triunfar.

Santa, no te arrepentirás, porque si quedas bien conmigo: ¡Te va a ir muy bien!

Carta de TELEVISA Y TVAZTECA a Santa

machetearte

Querido Santa:

Gracias por la aprobación de la Ley de Radio y Televisión que nos enviaste. Ahora te queremos pedir que nos mandes algún recurso de inconstitucionalidad o algo parecido para la reforma electoral pues esto nos reduce presupuesto por spots que antes teníamos.

Danos también más ‘ personajes escándalo ' que nos aumenten el rating y que atonten a todos los televidentes que estén pendientes de sus vidas.

Si nos traes eso te prometemos dar exclusividad a tus patrocinadores de Coca Cola y proyectar tu imagen como la estrella que eres.

Los chismes del güero y su clon

Conjeturas

Jorge Castañeda Gutman (aunque éste escribe su nombre al estilo gringo, anteponiendo como inicial el apellido materno al paterno), nunca ha escrito algo que valga la pena leer. Se las ha dado de intelectual, siempre "orgánico", porque de una u otra manera ha vivido prendido a la ubre gubernamental. Castañeda es de los que confunde Gobierno con Estado. Le da por publicar sus "sesudos" (y enfadosos) textos, que ni son ensayos ni trabajos periodísticos, con los que pretende "apantallar" a ingenuos.

Es un proestadounidense, no precisamente "de gratis" que se pasa de vivo, pues el "sueño mexicano" le ha redituado la fama efímera de politiquillo.

Hace unos días casi me iba de espaldas, cuando en un texto de Miguel Marín Bosch (La Jornada: 6/XII/07), leí que Jorge Castañeda había sido uno de los dos o tres mejores secretarios de Relaciones Exteriores de México del siglo XX. En primer lugar, no reparé en lo del Siglo XX y me fui con la finta de que se refería al "Güero" foxista, hasta que me enteré de que era a Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa (1921-1997) y quien honró la titularidad de Relaciones Exteriores de 1979 a 1982, después de un inteligente, leal, patriótico y eficaz desempeño diplomático.

En cambio el "güero" Castañeda Gutman deshornó su fugaz y bilioso nombramiento foxista en Relaciones Exteriores, del que desertó porque estaba enloquecido de soberbia. Pues bien, este Castañeda y su comparsa, ex vocero del burro Fox (acabo de ver una escultura, en un inmueble frente al monumento a El Ángel de la Independencia, donde un burro, echado sobre unos libros, simula estar leyendo otro libro y de inmediato lo asocié con Fox) el tal Rubén Valenzuela (metido a periodista) escribieron un mamotreto, obviamente financiado por Fox y por éste revisado y censurado, para... ¡defender a Fox de Fox!

Valenzuela y Castañeda, el orden de los apellidos no altera el resultado: tal para cual, en ese libraco, cuya portada es la radiografía de la mano de Fox con la señal de la V, es decir, de la victoria, no tiene sustancia. Se titula: La diferencia. Y por sus páginas, el ex guerrillero Valenzuela y el ex comunista Castañeda, encuentran que Fox tiene "convicciones democráticas", cuando no tiene ni idea de la democracia y mucho menos convicciones. Y ya cuando de plano no se miden, es al referirse, constantemente, a la entrada de Fox a la historia, como si ésta fuera una cantina, para entrar y salir, como un bravucón ebrio de poder.

No hay nada interesante, salvo uno que otro chisme sin mayor importancia. Un amigo de los dos, amigo mío, me conminó a leer el libro, y la verdad que Luis Martínez (lector con criterio crítico) por amistad a Castañeda y Valenzuela y querer ayudarlos en la venta de ese novelón de chisme, casi me obligó a comprarlo y, lo peor, a leerlo, lo cual ha puesto en crisis mi amistad de toda la vida, con Luis Martínez, al que cuando menos debo reclamarle que me deje con mis lecturas habituales y donde no están los Castañeda.

Las protestas, desde el primer minuto del año por la apertura comercial de granos

* En Ciudad Juárez campesinos formarán una muralla humana en cruces fronterizos.
* “¿Catástrofe? Se dio desde que entró el TLCAN”


Angélica Enciso L.
La Jornada

En el primer minuto de 2008, campesinos y consumidores harán una muralla humana en los puentes internacionales de Ciudad Juárez-El Paso, Texas, paso de las importaciones de granos, para rechazar la apertura total del mercado de maíz y frijol en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ha dejado una agricultura en crisis y dependencia alimentaria, ya que 40 por ciento de los alimentos provienen de Estados Unidos, señaló Miguel Colunga, del Frente Democrático Campesino de Chihuahua.

A esta crisis se debe el incremento de 700 por ciento en el precio de la tortilla y de 70 por ciento en la carne de res y el pollo, señaló Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), quien convocó al gobierno federal a concretar un nuevo pacto social que permita la gobernabilidad del país ante la próxima apertura total del sector agropecuario.

En el contexto de la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano Sin Maíz no hay País, las 300 organizaciones campesinas, ambientales y de derechos humanos que participan en ella realizarán la muralla humana el próximo primero de enero, en los cinco puentes fronterizos de Ciudad Juárez por los que pasan los cargamentos de granos de Estados Unidos, explicó Colunga.

En entrevista telefónica detalló que esta protesta es parte de la campaña que comenzó el 25 de julio con el fin de frenar las apertura total del mercado de maíz, frijol, leche en polvo y caña de azúcar, y para llamar al Congreso y al gobierno federal a iniciar un proceso de renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN.

El objetivo, explicó, es mantener la muralla hasta el 2 de enero, pero “es posible la intervención de la fuerza pública, porque la frontera está muy protegida”. Indicó que además de las organizaciones mexicanas, se espera la participación de agrupaciones de Canadá y Estados Unidos.

En los recientes 14 años, explicó, se ha deteriorado el sector rural, lo cual ha agudizado la migración; alrededor de seis millones de mexicanos han salido del campo, “la pobreza se ha concentrado en las comunidades, donde sólo viven adultos mayores, niños y mujeres; las tierras se han dejado de sembrar por la baja rentabilidad, se produce caro y se vende barato”. En el caso de la producción de frijol, detalló, en 1997 se producían 250 mil toneladas y actualmente sólo son 50 mil.

A esto se suma la escalada de precios hasta de 30 por ciento en productos de primera necesidad para 2008, originada por el alza en las tarifas de gasolina, diesel y energía eléctrica, señaló Max Correa.

Aseguró que no se espera una catástrofe en el medio rural como consecuencia de la desgravación arancelaria, ya que ésta ha prevalecido desde que entró en vigencia el TLCAN. Aseguró que en el agro se han perdido alrededor de 5 millones de empleos y diariamente ha muerto un campesino al intentar cruzar la frontera norte.

Escenario funesto para el agro, por el TLCAN

Laura Poy Solano
La Jornada

El futuro del campo y del país no sólo es desalentador, también “abiertamente regresivo”, pues con la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), nos colocará en una “época negra como la que vivimos hace más de 20 años”, afirmó Rafael Calderón Arozqueta, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco y experto en desarrollo rural sustentable.

Agregó que frente a un Estado que mantiene en el poder al “principal responsable de una negociación con altos costos sociales y económicos para millones de campesinos, como Luis Téllez –actual secretario de Comunicaciones y Transportes–, no podemos confiar en que atienda el llamado urgente a detener la apertura total de las fronteras mexicana a maíz, frijol, caña de azúcar y leche producidos con altos subsidios, lo que sin duda nos plantea un escenario muy preocupante”.

En entrevista con La Jornada, destacó que tras la firma del TLCAN en 1994, “tanto el sector campesino como investigadores nos opusimos a las negociaciones, porque era evidente que México no enfrentaba las mismas condiciones de desarrollo y, peor todavía, los hechos nos confirmaron que no sólo seguimos muy rezagados en cuando a inversión agrícola en comparación con los países más ricos, sino que aquí se intensificó el desmantelamiento del aparato agropecuario, lo que nos coloca en una situación aún más vulnerable”.

Calderón Arozqueta recordó que fue Luis Téllez uno de los principales negociadores del capítulo agropecuario del TLCAN, y a pesar de que “todos sus pronósticos se han venido abajo, no le bastó con enterrar al campo mexicano, después siguió con los famosos Pidiregas o proyectos de infraestructura productiva de largo plazo en Petróleos Mexicanos, como secretario de Energía con Vicente Fox, y ahora va por las carreteras”.

Esos funcionarios “deberían ser acusados por traición a la patria”, dice

Afirmó que con un Estado que no sanciona a quienes deberían ser acusados “por traición a la patria, no podemos esperar nada. La única propuesta coherente es organizar a los productores independientes para no ceder ni un ápice más la soberanía alimentaria del país, porque ese es el gran reto a partir del primero de enero de 2008”.

Por ello, alertó que con la entrada en vigor del capítulo agropecuario del acuerdo enfrentaremos no sólo una apertura comercial “en franca desventaja por los enormes subsidios a la agricultura en Estados Unidos y Canadá, también porque este proceso conlleva un creciente abismo entre el campo del norte y el del sur del país, pues los más beneficiados con el TLCAN son los grandes productores del noroeste del país, quienes ya se vieron beneficiados con subsidios y apoyos que les permiten estar en condiciones más competitivas, pues es evidente que en México se piensa más en intereses personales y de grupo, antes que en miles de pequeños productores que viven en condiciones de pobreza”.